La pasión de Rosalía culmina con 'Saoko': jazz y motos para calmar a las fieras
En su gusto por los lanzamientos espaciados y a cuentagotas, Rosalía ha ido cosechando pasiones de todo tipo. En el caso de Motomami, que verá la luz el 18 de marzo, a veces opuestas. Sin embargo su último sencillo parece haber calmado los ánimos. Saoko es puro Motomami y Motomami es la nueva Rosalía.
Sobre una base de sintetizadores y ligeras reminiscencias al jazz, la cantante barcelonesa teje un trabalenguas que guarda bastante significado con las críticas vertidas hacia ella estos meses. “Sé quién soy a donde vaya, nunca se me olvida”, entona a la mitad de Saoko. “Yo soy muy mía, yo me transformo. Una mariposa, yo me transformo”.
El disco Motomami no tiene nada que ver con El mal querer, ni mucho menos con Los Angeles, a excepción quizá de la canción Bulerías, de la que ofreció unos pocos segundos en sus redes sociales. La portada del nuevo proyecto no incluye referencias religiosas, excesos ni tradición, pero de nuevo hay un desnudo. Aunque no es celestial, como aquel de 2018.
En esta carátula hay motos y cultura urbana representada mediante los grafitis y los takeos o firmas con boli BIC. Sigue habiendo feminidad y empoderamiento, pero ha roto con el mensaje de El mal querer: “Me contradigo, yo me transformo. Soy todas las cosas, yo me transformo”, canta en Saoko, un término latinoamericano que significa ritmo, sabrosura y movimiento. Todo lo que pretende Rosalía con Motomami.
Desde el lanzamiento de Linda, el pasado septiembre, Rosalía ha ido dejando migas de pan. La canción que sacó con la artista Tokischa no formará parte del álbum, pero es un dembow dominicano con el que ya advirtió que empezaría a incluir ritmos latinos cercanos a su círculo actual. De hecho, uno de los compositores y productor de Linda es Leo RD, el mayor exponente de la música urbana del país caribeño. Esa letra también alternaba partes en inglés y en español –“Tú ere' linda y yo estoy rulin. Nos besamo' pero somo' homie”–, algo que repite en Saoko y posiblemente en muchos temas más de Motomami.
Pero antes de publicar Linda, Rosalía “filtró” la lista preliminar de canciones –o tracklist– de su disco en mayo de 2021. Diecinueve temas de los que hoy ya se conocen dos. En aquella pizarra se podían leer nombres tachados y otros como Candy, Cuuuuuute o La combi, por lo que la mezcla con el inglés y las expresiones latinas parecía asegurada. Y aún así hubo quien la echó por tierra hace unas semanas por esa misma razón.
A mediados de enero, Rosalía subió a las redes sociales un breve extracto de otra canción que causó más revuelo que cualquier lanzamiento o desnudo integral: Hentai. En un vídeo de TikTok donde ella aparecía en el telesilla de una estación de esquí, cantaba: “Te quiero ride, como mi bike, hazme un tape modo Spike, yo la batí hasta que se montó, segundo es chingarte, lo primero Dios”. La lluvia de críticas y de mofas fue tal que la propia artista se pronunció al respecto.
Bachatas y comparaciones con Tangana
El 11 de febrero Rosalía anunció que lanzaría La fama junto a The Weeknd. Era el primer sencillos del disco y la colaboración más ambiciosa de la catalana hasta la fecha. En ese momento algunos aprovecharon para sacar punta de nuevo al debate de la apropiación cultural. “Si realmente quería experimentar con la bachata, ¿por qué no aprovechó para presentar a un artista dominicano?”, escribieron en el medio Popsugar Latina.
“Rosalía tiene muy claras sus raíces y a partir de ahí puede enfrentar otros ritmos y entender mejor otras culturas. Siempre y cuando se haga con conocimiento y lejos de clichés, no es nada reprochable”, defendió en elDiario.es un catedrático en música y danza. De hecho, la base de La fama la firma Tainy, un niño prodigio de la música urbana de madre dominicana y mucho conocimiento sobre los géneros del Caribe.
De lo que no se libró Rosalía fue de que la compararan una vez más con su expareja C. Tangana. Un par de semanas antes, El Madrileño sacó Ateo junto a Nathy Peluso, una bachata bailada en la Catedral de Toledo que batió récords de escuchas y supuso un cisma en el Arzobispado.
A Saoko solo se le puede acusar de parecerse a Linda, otra canción de la propia Rosalía. Una de las partes más aplaudidas del nuevo tema ha sido el videoclip, rodado en Kiev (Ucrania) por el cineasta Valentin Petit. El francés había trabajado antes en videoclips para A$AP Ferg y Pharrell Williams o Victoria Monet, además de algunos anuncios para Adidas, Puma y Balmain. En su Instagram hace gala de un estilo oscuro, urbano y futurista reconocible en Saoko.
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