Con una puesta en escena envidiable a sus 70 años, el ex-Beatle Paul McCartney conquistó nuevamente a los brasileños en un concierto en Sao Paulo en el que el mítico músico mezcló el repertorio clásico del cuarteto de Liverpool con un sorprendente “rock and roll”.
“Es bueno estar de vuelta”, dijo McCartney en portugués con acento británico durante el primer día de espectáculo en la capital paulista.
El cantante interpretó 38 canciones durante cerca de dos horas y media en el nuevo estadio del club de fútbol Palmeiras, el Allianz Parque, y se ganó a los cerca de 45.000 espectadores que desafiaron la intensa lluvia que azotó la capital paulista.
Vestido con su tradicional traje azul, McCartney abrió el espectáculo con una canción de la era Beatle, “Eight Days a Week”, uno de los primeros éxitos de la banda, lanzado en 1964, con el que incendió al público en los primeros acordes.
Uniformados con camisetas de su estrella, miles de fans entonaron todas las canciones de McCartney y se emocionaron especialmente con el estribillo de clásicos como “Let it Be” y “Hey Jude”, estrofas que fueron dirigidas con maestría por el veterano músico.
McCartney también mantuvo vivo el recuerdo de los eternos muchachos de Liverpool con la interpretación de “All My Loving”, “Paperback Writer”, “Eleanor Rigby” y “The Long and Winding Road”, entre otras.
Pero fue con “Ob-La-Di, Ob-La-Da” cuando el músico vio a la platea entregar el resto y lanzar globos de colores hacia el cielo. McCartney sintió el calor de los brasileños y les retribuyó con “Black Bird”.
Echando mano del repertorio de “Wing” (banda que formó con su primera mujer Linda McCartney tras la disolución de los Beatles), el artista mostró que es el maestro del tradicional rock and roll con “Band on the Run” y del romanticismo con “Maybe I'm Amazed”.
La nueva gira también trajo sencillos de su último trabajo, “New (2013), como ”Save us“, ”Queenie Eye“ y ”My Valentine“, esta última dedicada a su mujer, Nancy.
Como de costumbre en sus últimas visitas a Brasil, el cantante inglés arriesgó con varias frases en portugués como “Pô, meu, aqui tá bombando”, una forma bastante coloquial de referirse al ambiente animado que se respiraba en el estadio.
McCartney homenajeó a su amigo John Lennon con la canción “Here Today” y a Georde Harisson con “Something”. Para cerrar su actuación, el artista entonó “The End”.
El ex-beatle completó este martes quince conciertos en el país desde 2010. Este año actuó por primera vez en el estado de Espírito Santo y en Brasilia, regresó a Río de Janeiro y demostró una vez más que su música se mantiene viva de generación en generación.