Plácido Domingo rechaza de nuevo las acusaciones de abuso sexual: “Los españoles somos cálidos. He sido galante”
El tenor español Plácido Domingo, acusado el pasado agosto de abusos sexuales por más de una decena de mujeres, ha vivido los meses “más difíciles” de su vida. Así lo cuenta en sendas entrevistas concedidas a El Confidencial y ABC medio año después de conocerse las acusaciones, cuando ya ha pasado el “furor”, como él mismo denomina a esa denuncia pública.
Las denunciantes hablaron de “tocamientos no deseados, solicitudes persistentes de reuniones privadas, llamadas telefónicas nocturnas e intentos repentinos de besarlas en los labios”. En ninguna de las dos entrevistas es preguntado el tenor por estos hechos concretos. “Los españoles somos cálidos, afectuosos y cariñosos. Me refería sobre todo a la cultura del piropo. He sido galante. Pero siempre en los límites de la caballerosidad”, señala.
Sus palabras contrastan con lo que en su día denunciaron varias de las mujeres que trabajaron con él. Afirman que les metió la mano por debajo de la falda y las besó a la fuerza en ascensores, hoteles o restaurantes. “Que alguien te esté agarrando la mano durante toda la comida de negocios es raro, o que te ponga la mano en la rodilla”. “Siempre te estaba tocando de alguna forma, siempre besándote”, dijeron las denunciantes.
Domingo señala, además, que en el comunicado que publicó entonces (en el que afirmaba que “los baremos” de hoy en día “son muy distintos de cómo eran en el pasado”) no dio a entender que “tolerase ningún tipo de acoso o abuso”. Sin embargo, en la entrevista publicada este viernes, el artista insiste en que “comportamientos” que en el pasado pudieran haber sido considerados “cumplidos”, o gestos “de galantería”, hoy en día se perciben de manera “muy diferente”. “Nunca me he comportado del modo acosador, agresivo y vulgar como en el que me han acusado”, afirma en ABC.
En ese medio repite la idea del cambio de mentalidad: “Debido a los cambios en nuestra cultura, yo como muchas personas de mi generación, he asimilado que algunas interacciones entre adultos que en el pasado eran consideradas cumplidos e incluso gestos de galantería, hoy en día son percibidos de manera muy diferente”.
En ninguno de los dos medios se le pregunta por las investigaciones sobre su conducta, emprendidas por dos grandes óperas de Estados Unidos, la de Nueva York y la de Los Ángeles. Respecto a la cancelación de actuaciones en ese país, Domingo asegura que ha sido decisión suya: “Me he retirado por respeto a los dos teatros. Quería que ambos tuvieran un ambiente de armonía y de paz; el mismo ambiente que yo había vivido siempre en ellos. Quería salvaguardarlos de la creciente presión mediática y social a la que estaban siendo sometidos”.
El tenor ha encontrado “alivio y mucha fuerza” en los escenarios europeos, como el del Palau de Valencia, donde se ha sentido querido durante lo que “sin duda” han sido los meses “más difíciles” de su vida: “Lo que he vivido fue imparable. La acusación y la sentencia vinieron instantáneamente de la mano y no hubo nada que hacer, más que guardar la calma y el silencio hasta que pasó el furor”.
Esta polémica no va a conseguir que se retire de los escenarios algo que, en todo caso, sucederá por razones biológicas o por voluntad divina: “Tengo todavía compromisos operísticos hasta bien entrado el 2021, vamos a ver que dice el cuerpo, la voz y por supuesto, el de allá arriba”.