El Virgin Money Unity Arena de Newcastle ha albergado este miércoles el inicio del primer festival de música del Reino Unido tras la expansión de la pandemia del coronavirus. El espectáculo, que arrancó con los acordes de Sam Fender, ha ofrecido una imagen sorprendente: los asistentes se encontraban separados en 500 plataformas ordenadas por hileras que garantizaban, aseguran desde la organización, la distancia social entre los distintos grupos de fans. “El primer recital de distancia social del Reino Unido”, promocionan desde su web.
A los asistentes, 2.500 en total, se les garantizaba uno de estos “andamios”, además de sillas y un servicio directo de comidas y bebidas, por lo que salir de la plataforma no estaba permitido en ningún caso, a excepción de las visitas al baño.
Estas plataformas, dispuestas a dos metros de distancia las unas de las otras, seguirán organizando el espacio del festival que se desarrollará durante los meses de agosto y septiembre. Así pues, los fans que quieran ver a The Libertines, Supergrass, Two Door Cinema Club o Van Morrison, entre otros, deberán aprender a vivir los conciertos desde la comodidad de una silla y la seguridad de un andamio.
La música en directo en España
La dificultad de mantener las medidas de seguridad en espacios cerrados ha puesto en jaque al sector de la música en directo en España, ya que muchas salas permanecen cerradas y los conciertos se encuentran limitados en términos de aforo. Además, en una medida que ya se ha extendido al ocio nocturno, no se permite bailar o generar situaciones en las que pueda haber contacto entre grandes grupos de población.
La gran mayoría de recitales se están produciendo al aire libre o en espacios que garanticen la distancia de seguridad interpersonal, manteniendo a los espectadores en sillas y con el uso de la mascarilla obligatorio. Ninguna directiva permite, en todo caso, sentar a los asistentes en grupos y evitar, así, el uso de la mascarilla.