La revista estadounidense Playboy perderá el que ha sido uno de sus principales reclamos durante décadas y dejará de publicar imágenes de mujeres totalmente desnudas. Así lo ha anunciado Scott Flanders, el consejero ejecutivo de la revista al diario The New York Times, quien justifica el cambio de rumbo de la publicación en la realidad impuesta por Internet donde, según dice, “con solo un click ya se accede libremente a cualquier imagen sobre sexo”.
Según el diario neoyorquino, el pasado mes de septiembre, Cory Jones, uno de los editores de la revista, visitó al fundador de la publicación, el octogenario Hugh Hefner, en la Mansión Playboy, donde reside y desde donde aún dirige el medio. “Jones, muy nervioso, le sugirió a Hefner algo radical: la revista, líder en la revolución que ayudó a hacer visible el sexo en EEUU, debería dejar de publicar imágenes de mujeres desnudas”, relata el diario.
Y Hefner, de 89 años y quien fundó la revista en 1953, “estuvo de acuerdo”. De esta manera, Playboy sufrirá profundos cambios a partir del próximo mes de marzo en el diseño y, aunque seguirá mostrando imágenes de mujeres “en poses provocativas”, no volverá a editar un “desnudo integral”, asegura el periódico neoyorquino.
Los directivos del mítico mensual reconocen que han sido superados por las circunstancias de un mercado donde las imágenes de carácter sexual son muy accesibles por la irrupción de Internet. “Para una generación de hombres norteamericanos, leer Playboy era un rito cultural, una emoción ilícita consumida casi a oscuras. Ahora, todos los adolescentes disponen de una conexión rápida a Internet (...). Las revistas pornográficas, incluso las que incluyen otros contenidos como Playboy, han perdido su valor de impacto, comercial y su relevancia cultural”, asegura el directivo.
La tirada de la revista, cifrada en 5,6 millones de ejemplares en 1975, ha caído hasta los 800.000 en la actualidad, según datos de la Alliance for Audited Media estadounidense citados por el diario neoyorquino. Y los esfuerzos por relanzar la publicación en los últimos tres años no han tenido los resultados esperados, lo que ha motivado a la revista, que posee uno de los logos más reconocibles del mundo, a cambiar de estrategia.