José Guirao toma la cartera de Cultura y Deporte tras la dimisión de Huerta: “Yo soy de la vieja guardia”
La cartera de Cultura y Deporte ha pasado por tres manos diferentes en solo ocho días. De Íñigo Méndez de Vigo a Màxim Huerta, y de este a José Guirao, que sucede a al ministro más efímero de la historia de España tras conocerse que defraudó 218.322 euros a Hacienda.
De esta manera, después de prometer su cargo haciendo referencia solo al “Consejo de Ministros”, el almeriense Guirao, exdirector del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y de La Casa Encendida, ha tomado posesión como segundo ministro cultural del Gobierno formado por Pedro Sánchez la semana pasada. Un intercambio de carteras en el que han estado presentes numerosos representantes del mundo del arte, pero también la exministra socialista de Cultura Carmen Alborch, el también exministro de Cultura César Antonio Molina o Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes.
Màxim Huerta ha deseado suerte a su sucesor al pasarle la cartera, y para ello le ha regalado un libro de su admirada Ana María Matute, Paraíso inhabitado. “La cultura no es un país inhabitable”, le ha dicho con este obsequio. Huerta daba la bienvenida a su cargo en Twitter colgando una foto con la ya fallecida escritora, y se iba del ministerio regalándole a Guirao una obra de ella.
“Como si de un libro se tratara paso página, si fuese una obra de teatro bajo el telón y si esto fuese un concierto no me pidáis bises”, ha dicho al soltar la cartera.
Después ha tomado la palabra Guirao, que ha agradecido el mensaje de Huerta. En su discurso ha empezado con unas palabras de reconocimiento para Carmen Alborch, con quien tuvo su primer cargo como Director General de Bellas Artes en Madrid.
Defensa de las Humanidades
“Yo soy un poco de la vieja guardia, me habéis conocido en el arte contemporáneo, la cultura contemporánea, la innovación”, ha asegurado. El ministro sin Twitter reconocía también que no está muy ducho en el uso de las tecnologías.
“Soy de los que cree que la cultura se genera por estratos. Sobre las cenizas no se genera nada sólido”, ha añadido haciendo referencia a la importancia de la cultura clásica, las humanidades, el latín y el griego “para formar gente con conciencia y peso”.
De la mano de esta oda al clasicismo, aseguraba que en este camino de formación las “nuevas tecnologías son esenciales”, pero mandaba también un mensaje sobre sus peligros: “la tecnología sin corazón no nos puede llevar a sitios a los que queremos llegar”.
“Sed benévolos aunque sea una semana”
Gran parte del discurso del nuevo ministro de Cultura ha estado centrado en disculparse por su desconocimiento del mundo del deporte, que también cae dentro de su cartera. Así, ha querido zanjar desde el primer momento cualquier reproche que se le pueda hacer por ello y evitar lo que le ocurrió a su predecesor que fue víctima de sus propios tuits en los que se reconocía poco amante del deporte.
Por eso ha lanzado una petición de clemencia “a la prensa deportiva”: “Que seáis benévolos, aunque sea un rato, durante una semana” ha asegurado, prometiendo que se “aplicará” para solventar sus carencias en esta materia.
Guirao también ha hablado de “la gente que va a correr, a andar, que sale a los parques”. “El deporte que yo practico, el deporte por salud”, ha resumido, al mismo tiempo que dedicaba una palabras cariñosas a una disciplina que ha “descubierto en los últimos años, el deporte para discapacitados, porque ”ellos superan un doble reto“.
Entre los asistentes también estaba la ministra de Hacienda María Jesús Montero, a la que le ha dedicado la parte del discurso dedicada a la importancia del PIB relacionado con el mundo cultural. “Gran parte del turismo tiene el reclamo del patrimonio. La cultura da dinero, genera investigación, y es algo más de lo que dicen que somos”, ha reivindicado.
El nuevo ministro ha adelantado además que “parece que hay consenso” en el Estatuto del Artista entre los grupos parlamentarios, un consenso que buscará también en otros temas aunque sea “complicado”.