Los editores, dispuestos a bajar el precio de los 'ebooks' frente a la desconfianza de los libreros
“Un libro es un libro independientemente del soporte”. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Pierre Moscovici, sentenció este martes la letanía del alto IVA de los libros electrónicos.
Con la nueva normativa europea aprobada en el ECOFIN -la reunión de los ministros de Economía de los países comunitarios- los ebooks y la prensa digital ya no tendrán que estar gravados con el tipo máximo de este impuesto. Se suprime esta obligación y en lo que concierne a España podrá bajarse del actual 21% al hiperreducido del 4%, que es el que tienen los libros en papel.
La piedra para su aplicación está ahora en el tejado del Ministerio de Hacienda, puesto que Cultura sólo puede realizar la petición de la bajada. Mientras que desde el Ministerio no han realizado ningún anuncio al respecto, el ministro de Cultura José Guirao ha afirmado en una entrevista en RNE que la decisión de la UE “es una muy buena noticia para todos los que fomentamos la lectura”, aunque recuerda que “la bajada del IVA no corresponde al ministerio de Cultura y Deporte”, asegura “que estudiará su bajada con el de Hacienda” teniendo en cuenta además “a qué otro tipo de soportes electrónicos afecta”.
Desde la Federación del Gremio de Editores se han mostrado optimistas: “Hacienda siempre ha estado de acuerdo. Estamos convencidos de que el Gobierno lo aplicará”, señala a eldiario.es Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación del Gremio de Editores, que también pone como fecha de esta aplicación el 1 de enero de 2019.
Ha costado que la UE tomara esta decisión. España, de hecho, ha sido uno de los países, junto a Francia, Italia y Alemania, que más ha luchado por que finalmente se aprobara una norma que pudiera rebajar el IVA de los ebooks.
No tuvieron muchos aliados, puesto que Reino Unido -que tiene un IVA cero- “y ya está pensando más en estar fuera que dentro”, según Ávila, se había desentendido y los países nórdicos tampoco echaron una mano, “porque ellos por lo general tienen unos impuestos altos”, apunta el director ejecutivo. A esto se sumaba la oposición de la República Checa, que era el país más contrario a la bajada, pero que finalmente acabó cediendo.
Reacciones ambivalentes de editores y libreros
Las reacciones, no obstante, a esta nueva normativa son ambivalentes en el sector editorial español. Los editores se muestran “muy satisfechos”, pero los libreros, según han comentado a este periódico, tienen sus dudas.
En la actualidad, el libro electrónico supone el 4,5% de la facturación total de libros, según el último informe de Libranda, la distribuidora de ebooks de los grandes grupos editoriales y de 200 sellos más, hecho público el pasado mes de abril.Pese a que no logra despegar dentro de la tarta de las diferentes versiones de libros (tapa dura, bolsillo, ebook), sí es cierto que cada vez hay más en el mercado.
La Panorámica de la Edición Española de Libros de 2017, que elabora el Ministerio de Cultura y que se publicó ayer lunes, indicaba que el año pasado la producción de libros electrónicos supuso el 30,6% del total (89.962 libros), es decir, ya hubo 27.568 títulos con su versión electrónica. Esta cifra significa un 16,4% más que en 2016.
Para los editores, la nueva normativa ayudará “a dinamizar el mercado, sin ninguna duda”, admite Ávila. Y como ocurrió con la bajada del IVA del precio de las entradas del cine, que según la Federación de Cines de España (FECE) fue asumida por el 71% de las salas –si bien desde FACUA lamentaron en agosto que un 68% de las salas no lo había hecho- los editores también creen que bajará el precio de los libros electrónicos. “Los editores aplicarán la bajada. Y el editor que no lo haga, se equivocará. Yo estoy seguro de que se notará esta bajada en el precio”, sentencia Ávila.
Los libreros, por su parte, no se muestran tan convencidos. Es más, hay cierta preocupación si se llega aplicar la bajada. “El que se va a salir beneficiado de esto es el de siempre”, señala Juancho Pons, presidente del Gremio de Libreros (CEGAL), sin citar directamente a Amazon, que tiene la cuota de mercado más alta en libros electrónicos.
Las publicaciones académicas, las más beneficiadas
Pons tampoco cree que la aplicación redunde demasiado en el precio de los ebooks para los lectores. En España la ley del precio fijo protege estos productos -es uno de los pocos que no dinamiza el mercado- por lo que son los editores los encargados de poner el precio a cada libro y todas las librerías deben adecuarse a él.
Sin embargo, con los ebooks, aunque también están protegidos, hay mucho más dinamismo y es habitual que las librerías electrónicas ofrezcan descuentos. “Yo ahí tengo mis dudas porque al final, con los libros electrónicos, ¿quién pone realmente el precio, el editor o el operador electrónico?”, se pregunta. Además, añade que “dudo que se vayan a comprar más ebooks. No creo que haya un antes y un después con esta decisión”.
Los editores se muestran más calmados. “Los libreros no tienen por qué asustarse. Aunque alguien lo viva como una tragedia, si se dinamiza el mercado, se dinamiza para todo el mundo. En este tema, Amazon no ha dado ninguna batalla, se le ha hecho el trabajo. Y lo de alimentar su tarta depende de cómo cada uno mueva sus cartas”, sostiene Ávila.
En lo que libreros y editores sí coinciden es en que la nueva normativa, de aplicarse, sí incrementará el mercado de las publicaciones académicas y científicas que son las que más inmersas están en el mundo digital. “Se notaría una diferencia muy grande en el mundo académico. La administración pública, que es la que compra estas publicaciones para las bibliotecas, sí se vería muy beneficiada de tener un IVA más bajo. Es al Estado al que le podría salir más barato”, manifiesta Pons.
Ávila le da la razón, aunque en parte puesto que, si bien reconoce que las bibliotecas comprarán más, “estas deben tener unos recursos que muchas todavía no tienen. No todas están preparadas”.
Finalmente, ¿redundará en algo la nueva normativa con respecto a la piratería? En este tema el sector también está de acuerdo en que, al menos, “es un pasito”, como afirma Pons. Pero no mucho más. “Al final, esté el IVA al 4 o al 21, el pirata siempre lo tendrá a cero”, concluye Ávila. Habrá que ver, en cualquier caso, qué decisión toma el Gobierno.