La última esperanza para la reducción del IVA cultural... son los reyes
Los reyes recibieron el martes a la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industrial Cultural Española. En la reunión que mantuvieron se trataron los efectos que el 21% de IVA cultural ha supuesto para la industria del cine, teatro, música, danza y espectáculos.
El gobierno de Mariano Rajoy decidió en 2012 elevar el impuesto de las actividades y producciones culturales del 8% al 21%, una medida que no se modificará, según declaraciones recientes del ministro de Economía, Luis de Guindos. Una negativa que retumba más que nunca a la industria cultural y los principales partidos de la oposición, después de que un cierto sector del PP barajase, en el pasado, una posible rebaja.
De esta forma, representantes de los distintos sectores han aunado fuerzas para trasladar a los reyes la devastadora situación en la que se encuentra la cultura desde hace tres años, agravada por la bajada del consumo durante la crisis y el incremento de los impuestos.
La reunión, de unos 35 minutos de duración, se celebró en el Salón de Audiencias de Zarzuela. Jesús Cimarro, presidente de Faeteda (Federación Estatal de Asociaciones de Empresas Productoras de Teatro y Danza en España) y portavoz del encuentro, explica a este diario “la amabilidad y cercanía” con la que fueron recibidos. Acompañado por Estela Artacho García-Moreno, presidenta y directora general de Fedicine (Federación de Distribuidores Cinematográficos); Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE (Federación de Cines de España); Pascual Egea Carrilero, presidente de la APM (Asociación de Promotores Musicales); y María Socorro Collado Cantos, gerente de ARTE (Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo), quisieron transmitir a don Felipe y doña Leticia el malestar del sector y la necesidad de conseguir rebajas que incentiven el consumo de productos culturales.
“Se mostraron sensibles a lo que explicábamos. Nuestro objetivo era exponer nuestras inquietudes y preocupaciones”, afirma Cimarro. Además, asegura, destaca la “grata sorpresa” que se llevaron al descubrir la gran conciencia que tenían sobre la situación actual.
Sin embargo, Mariano Rajoy sigue haciendo oídos sordos a las peticiones del sector. “El presidente del Gobierno no se ha reunido con nosotros ni ha contestado a las cartas que le hemos enviado. Por eso valoramos que los Reyes nos hayan recibido”, cuenta el portavoz. La última esperanza para la bajada del IVA cultural, por insólito que parezca, recae ahora en los Jefes del Estado. “Esperamos que de esta forma el Gobierno reaccione de forma positiva”, añade Cimarro.
Aunque considera prematuro hablar de la labor del nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, valora positivamente la iniciativa de convocar reuniones y escuchar a las asociaciones. “Convocaremos reuniones para valorar el impacto generado tras la reunión y no cesaremos en crear nuevas medidas”, concluye Jesús Cimarro.
Y hay más. La indignación de un sector que ve como España posee una de las tasas más altas de la eurozona. En Europa, la media del IVA cultural se encuentra entre los cinco y los siete puntos de media, mientras que en España se sitúa en el 21%.
Es por eso que el comité no perdió la oportunidad de realizar una comparación con otros países europeos como Francia, donde el teatro está gravado con un 2,1% y el cine con un 5%. Una disparidad que no concuerda si comparamos los niveles salariales de cada uno de los países.
La cultura, un bien social secundario
La cultura como bien social ha sido relegado a un segundo plano. Su acceso ha quedado gravado con un tipo impositivo similar al de los productos de lujo. El Gobierno ha priorizado el efecto recaudador y ha provocado pérdidas de hasta el 30%. Una debacle que repercute activamente en el empleo y en el cierre de empresas que se encuentran en constante crisis y al borde del cierre.
“Ha sido demoledor en todos los sentidos, tanto para grandes compañías como para pequeñas y alternativas, comenta Gustavo del Río, Presidente de ArteMad (Asociaciones de las Artes Escénicas en Madrid). ”Han visto golpeados sus ingresos, el dinero no llega y las empresas no tienen reservas ni recursos para afrontar nuevos proyectos“.
Del Río determina que el IVA cultural ha sido asumido por las productoras y los ciudadanos pero no por el Gobierno, que en los últimos años ha bajado casi al 60% las subvenciones. Sin embargo, pese al abandono de las distintas Administraciones Públicas, existen organizaciones que trabajan para mejorar modelos y optimizar recursos a través de ideas viables que luchan por la supervivencia de la cultura. No todo está perdido.