El gaitero Hevia, presidente de una SGAE que aspira a la paz interna
El gaitero José Ángel Hevia (Villaviciosa, Asturias, 1967) es el nuevo presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Los miembros de la junta directiva elegida el pasado 26 de octubre pertenecientes a los colegios de Pequeño Derecho (músicos) y Editores musicales han votado por el músico asturiano este lunes con una proporción de 20 votos a favor, 2 en contra y 12 abstenciones.
Será el sustituto de José Miguel Fernández Sastrón para un mandato que, si no surge ninguna polémica intempestiva de las habituales en la SGAE, llegará hasta 2022. Una vez tomada la posesión de su cargo, José Ángel Hevia explicará sus objetivos este lunes en una rueda de prensa.
Hevia, que ya estuvo en la anterior junta por estar al frente de la editorial musical Busindre Producciones S.L., forma parte de los músicos que han defendido la rueda de las televisiones. Su empresa, la editora musical Busindre, fue investigada por el fraude. Él se ha presentado solo y no tiene nada que ver a instancias legales, pero en realidad, sí. Pese a que no ha respondido a los llamamientos de eldiario.es para contrastar su posición, sí lo ha hecho su compañero Teo Cardalda, que también fue elegido dentro del colegio de Pequeño Derecho.
El exmúsico de Golpes Bajos y Cómplices diagnostica que la rueda no ha sido el gran cáncer de la SGAE, como sí han aducido otros artistas, particularmente los que llamaron al boicot como Amaro Ferreiro, Jota de los Planetas o Jorge Ilegales. Para él, los que defraudaron con la rueda –la música en horario nocturno- “fueron una serie de personas que no hicieron bien las cosas, pero la rueda no son los 2.000 autores que tienen contratos con televisiones. Son músicos que no tienen otra ventana de salir en la radio o televisión. Y este no es un país en el que haya una pluralidad musical precisamente”.
La visión de Cardalda coincide con la del gaitero, que en una entrevista reciente afirmaba que con respecto a la rueda, “ha habido malas prácticas, pero también hay autores que han trabajado de forma legal”. Con este posicionamiento es con el que los músicos quieren llegar a una “paz interna”, según palabras de Cardalda, dentro de la SGAE.
“La nueva junta tiene que conseguir el consenso como sea. Es la última oportunidad que tenemos para acabar con eso que se dice de que la SGAE es una casa de putas y no vale para nada”, afirma el músico gallego, quien señala que sus grandes esfuerzos irán para lograr consensos en el reparto entre los diferentes colegios y también aunar una voz única frente a las enmiendas a la Ley de Propiedad Intelectual que ahora barajan los distintos partidos políticos en el parlamento, y que Cardalda tacha de “surrealistas”.
Precisamente, desde el colegio de Audivisuales (directores, realizadores, guionistas) y al que también está muy cercano el de Gran Derecho (dramaturgos, coreógrafos), Antonio Onetti también sostiene que hay “bastante voluntad por cambiar el paso y empezar una etapa diferente. Esta última legislatura ha sido horrible. Ha habido mucho enconamiento y se ha gestionado muy mal”. Además, para este guionista que estará también en la nueva junta, “es obvio que los de la rueda también saben que la cosa tiene que cambiar”.
Estatutos, apercibimiento de Cultura, voto electrónico
Sin embargo, no será fácil. El apercibimiento del Ministerio de Cultura, que ha dado de plazo a la entidad hasta el 27 de diciembre para que reforme sus estatutos e introduzca el voto electrónico, pende como una espada de Damocles. En la nueva junta son conscientes. “Sí, sabemos que tenemos que hacer unos estatutos nuevos que se correspondan con la legalidad europea. Tenemos que hablar todos con el Ministerio para renovar la SGAE y la imagen pública”, afirma Cardalda.
Desde Audiovisuales también insisten en que esto es una prioridad y, de hecho, les hubiera gustado que la presidencia se hubiera elegido el día 6 de noviembre, “puesto que el calendario es muy apretado”, dicen desde este colegio.
En relación con el voto electrónico puede haber más batallas, ya que para muchos, como Cardalda, es una tecnología que “todavía no tiene el cien por cien de garantías, por eso no se utilizó”. Sin embargo, en su mano sí está hablar con los artistas disidentes, ya que reconoce que se llevó un disgusto “con la baja de compañeros como Iván [Ferreiro] o Sole [Giménez]”.
Para Onetti este es el “otro gran tema” y hay que esforzarse por “reconciliar y tranquilizar a los autores que no han querido participar en estas elecciones y hacerles comprender que las cosas pueden cambiar. Algunos pensamos que todavía es viable”.
La nueva junta ha sido elegida a su vez para repensar los modelos de reparto y este, desde luego, no será un asunto baladí. Para algunos de sus nuevos miembros el reparto de diciembre será el momento clave, ya que se demostrará si los de Pequeño Derecho están dispuestos a cambiar o no.
Este lunes comienza una nueva etapa en la que parece haber un conjuro para que cambien los titulares con respecto a la SGAE. Pero quedan asuntos judicializados como el de la rueda, la mayoría de los nuevos miembros de la junta han defendido a los artistas cuya música que se programa en horario nocturno, Cultura mantiene el ojo avizor sobre la entidad y sigue adelante la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual.