Era una reivindicación del sector editorial desde hace casi una década: los e-books debían tener el mismo IVA que los libros impresos. Pero en lugar de contar con el hiperreducido del 4%, los formatos electrónicos están gravados con el 21. Igual sucede en la prensa digital con respecto a la impresa. Y finalmente, según ha podido saber eldiario.es, el Gobierno incluirá este cambio del tipo impositivo en libros electrónicos, revistas y periódicos digitales en los Presupuestos Generales del Estado que este viernes se aprueban en Consejo de Ministros.
Es una decisión que viene marcada desde Bruselas, donde a comienzos de octubre el ECOFIN -la reunión de los ministros de Economía de los países comunitarios- aprobó una normativa para que los libros electrónicos y la prensa digital ya no tuvieran que estar gravados con el tipo máximo de este impuesto, que en España era del 21%. “Un libro es un libro independientemente del soporte”, dijo entonces el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Pierre Moscovici. La autorización llegó el 6 de noviembre.
Desde entonces, la piedra estaba en el tejado del Ministerio de Hacienda, aunque desde Cultura, que no podía tomar la decisión, las sensaciones eran de optimismo. Como señaló hace tres meses el ministro José Guirao, era “una muy buena noticia para todos los que fomentamos la lectura”, y afirmó que lo estudiaría con calma con la responsable de Hacienda, María Jesús Montero.
También los editores se mostraban confiados. “Hacienda siempre ha estado de acuerdo. Estamos convencidos de que el Gobierno lo aplicará”, señaló Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación del Gremio de Editores, aunque ahora se tendrá que esperar a la aprobación en el parlamento de los PGE. No obstante, para Ávila, si esto sucede,“ los editores aplicarán la bajada del IVA. Y el editor que no lo haga, se equivocará. Yo estoy seguro de que se notará esta bajada en el precio”.
El nuevo tipo impositivo repercutirá también en la prensa digital. La Asociación de Medios de Información (AMI), que agrupa a 80 periódicos digitales y en papel, también había pedido la aplicación de esta reducción del IVA, que consideraba necesaria para aumentar las suscripciones digitales. Hasta que se apruebe el cambio los abonados a la prensa digital pagan un 17% más que los que compran prensa impresa.
Quienes menos convencidos se encontraban con esta bajada eran los libreros que pensaban que al final a quienes beneficiaría sería a los distribuidores en Internet -sin citar a Amazon- y que no redundaría en un descenso del precio para los libros electrónicos.
Tres meses después, Juancho Pons, presidente de CEGAL, la federación del gremio de libreros independientes, reconoce que “todo lo que sea una carga impositiva menor es bienvenido”, sin embargo, también sostiene que “es una medida que para la gran mayoría que lee libros no va a afectar tanto porque la parte de libros electrónico legal que se paga es muy pequeña. Las ventas no superan el 5%. Lo que sí debería servir es que para que los que se descargan ebooks de forma ilegal ya no tengan excusas para hacer lo que hacen”. Para este librero también sería sorprendente que la bajada supusiera un despegue del libro electrónico o del audiolibro.
La medida beneficiará a bibliotecas y archivos
El gran impacto de que el IVA de los e-books y la prensa digital baje al 4% llegará para las compras públicas de bibliotecas y archivos. Estas instituciones suelen comprar paquetes de publicaciones electrónicas que pueden tener un coste de hasta medio millón de euros, por lo que, como admite Pons, “ahí sí se notará un cambio importante entre el 4% y el 21%”. Es más, si entrara en vigor mañana redundaría en muchas de las facturas que estas instituciones están pagando en sus compras de libros de 2019.
En la actualidad, el libro electrónico supone el 4,5% de la facturación total de libros, según el último informe de Libranda, la distribuidora de e-books de los grandes grupos editoriales y de 200 sellos más, hecho público el pasado mes de abril. Pese a que no logra despegar dentro de la tarta de las diferentes versiones de libros (tapa dura, bolsillo, e-book), cada vez tiene mayor hueco en el mercado.