De la propiedad Intelectual al estatuto de artista: la cultura que prometen los partidos en cinco grandes hits
Propiedad intelectual: respeto, artistas y mucha confusión
PARTIDO POPULAR
El PP aboga por endurecer las leyes de propiedad intelectual. En sus propias palabras: “Hemos reforzado el marco legal para la protección de la propiedad intelectual con una nueva Ley que refuerza la lucha contra la vulneración de los derechos de autor y mejora la transparencia, el control y la vigilancia de las entidades de gestión”. Coinciden con C’s en su interés de introducir el respeto por la propiedad intelectual en el temario de la educación primaria, forzando los límites entre la educación y la propaganda. Así para este partido el problema no reside en el modelo productivo, obsoleto y poco dado a cambiar, sino en que la ciudadanía ha de ser reeducada o obligada mediante la ley a respetar un modelo que parece no comprender los retos y cambios que trae consigo el paradigma digital.
PSOE
El PSOE, durante la legislatura, ha defendido las tesis del lobby de los artistas y en el programa no se moja mucho, quizás no les trae buenos recuerdos todo lo que provocó la polémica Ministra de Cultura del gobierno Zapatero, la ministra Sinde. La reforma que propone es bastante vaga “hacer efectiva la necesaria protección de la propiedad intelectual y de los derechos del creador, compatibilizándola con el mayor acceso posible al patrimonio cultural.
Al tiempo apoyar las medidas en defensa de los derechos de los creadores y las industrias de contenidos generados en la economía digital“, un poco café para todos y sin dejar clara una posición sobre el conocido canon AEDE o la comisión Sinde-Wert que sustituye a la justicia, esta falta de concreción contrasta con una medida muy concreta, e interesante, en relación al ruinoso canon de préstamos en Bibliotecas: ”establecer para los municipios de menos de 50.000 habitantes una exención total por parte del Estado del canon bibliotecario que será abonado mediante una partida en los Presupuestos Generales del Estado“.
PODEMOS
PODEMOS se propone reformar la LPI para fomentar así “un nuevo sistema de Propiedad Intelectual más equitativo, sostenible y justo”. Entre otras medidas se proponen devolver “al poder judicial la competencia exclusiva de decidir qué páginas webs y servicios de la sociedad de la información infringen o no la normativa sobre propiedad intelectual y sus consecuencias”, deshaciendo de esta manera uno de los principios que estableció la denominada Ley Sinde-Wert. Son conscientes de que el modelo actual no funciona y que hay que cambiarlo, esto es interesante.
CIUDADANOS
Hay que respetar la ley y se puede interpretar que van a perseguir a los infractores de derechos, no están de acuerdo con que la remuneración por copia privada salga de los presupuestos generales del estado pero al mismo tiempo, como hacen los demás, velarán porque las entidades de gestión privadas sean más transparentes. No plantean un cambio de modelo, quieren centralizar el canon por préstamos y proponen más eficacia y velocidad para cerrar páginas, es más “creemos que las medidas de eliminación de contenidos ilegales no tienen que depender sólo de la denuncia del perjudicado (que ahora está obligado a estar rastreando la red y excitando la acción administrativa) cuando el abuso es evidente y manifiesto”, que la “piratería” se persiga de oficio. No se oponen a la Comisión Sinde-Wert y apelan todo el rato a la educación como antídoto para los usuarios malhechores, algo así como fomentar que la propiedad intelectual con “sangre entra”.
IZQUIERDA UNIDA
Se muestran contundentes en “impulsar la derogación de la actual Ley de Propiedad Intelectual”, pretenden cambiar “el actual modelo de recaudación de derechos mediante entidades de gestión privadas” creando una “entidad pública de Gestión, con presencia en todo el Estado, cuyo objetivo sea el de dar el servicio adecuado y no el lucro”. En esta línea muestran su apoyo al “Software Libre, estableciendo el uso preferente de programas de código abierto (open source) en las Administraciones Públicas”. Por último proponen “no penalizar el libre intercambio de archivos, de acuerdo con la actual doctrina jurisdiccional, y apoyo al derecho a la copia”.
El Iva “cultural”: todo lo que sube tiene que bajar
PP
Sin duda, hasta el momento, una de las medidas más controvertidas del PP ha sido la de subir el IVA cultural. En su programa el partido no explicita si va a cambiarlo pese a que en declaraciones públicas han dicho que intentarían bajarlo. Eso sí prometen que “mantendremos el tipo súper reducido del 4% a los libros y revistas”, haciendo oídos sordos así a uno de los pocos asuntos que ha logrado poner de acuerdo a la comunidad cultural.
PSOE
La apuesta es clara: “rebajar el tipo del IVA a las actividades culturales: Es imprescindible el inmediato establecimiento del IVA cultural al tipo reducido y será una de nuestras primeras medidas de Gobierno”, es decir pasar al 10% y “impulsará que se reconozca la necesidad de un IVA cultural en el seno de la toda la UE que permita su armonización” con intención de llegar al 4% si la UE lo permite. En cuando al IVA superreducido para los libros, del 4%, intentarán que se aplique a los libros electrónicos.
PODEMOS
La formación propone disminuir “al tipo reducido el IVA de los servicios y productos culturales actualmente sujetos al tipo normal”, en sintonía con una de las demandas más claras del sector.
CIUDADANOS
El IVA de los libros digitales y físicos se equipararían, subiendo al 7% ya que desaparece el IVA súperreducido. El resto de bienes culturales pasarían al 7% junto a los bienes de primera necesidad (que también subirían del 4 al 7) y los productos de hostelería que bajarían del 10 al 7%. Una reforma completa del IVA que pone en positivo las reclamaciones del sector cultural y hostelero.
IZQUIERDA UNIDA
Desde IU proponen la “reducción del IVA del 21% al 4% en todos los productos culturales” muy en consonancia con las demandas del sector.
Cultura de Estado: quiénes somos, de dónde venimos
PP
Proponen crear una “Red Cultural Integrada de las Administraciones Públicas que fomente la colaboración entre todas las Administraciones en desarrollo de una política cultural común que haga efectivo el derecho de acceso a la cultura”. Aun así, las lenguas cooficiales del Estado no están muy presentes en el programa, está mucho más presente el proyecto de promoción del Español en el exterior que un programa ambicioso para promover y cuidar las diferencias culturales tan presentes en el Estado.
PSOE
Es el aspecto más destacado en el programa. Sitúan el diálogo como la herramienta de coordinación y atención a la compleja y desigual red de centros culturales estatales, autonómicos y municipales y agentes independientes y privados. Curiosamente no mencionan a las diputaciones, agente cultural importantísimo en muchas provincias, pero quizás sea un lapsus. Las medidas concretas que destacan son la creación de una Ley sobre el Derecho de Acceso a la Cultura, un programa de apoyo a la Red Básica de Acceso a la Creación Cultural de centros culturales de todo el país, y “Revisar el concepto, la definición, el gobierno y la financiación de los equipamientos de ámbito estatal, mediante un marco jurídico adecuado para conseguir los objetivos asignados a cada uno de los equipamientos.
La fórmula de gestión que se utilizará será el contrato-programa evaluable. Algo así como aplicar el conocido modelo de Buenas Prácticas diseñado y consensuado para museos y centros de arte pero para todo tipo de equipamiento. Qué pena que no lo hicieran antes.
PODEMOS
Resulta llamativa la visión centralista que tienen de un Ministerio al que quieren atribuir más competencias creando una “Asamblea de Profesionales de la Cultura y el Observatorio Ciudadano de la Cultura, donde estará representado el sector en su pluralidad y complejidad, y participará de la gobernanza cultural”. A su vez proponen la creación de un “Fondo Social de la Cultura”, que funcionará como “una ventana de proyectos abierta todo el año y su gestión se concentrará en el mapeo, financiación, mediación y promoción de proyectos, instituciones, iniciativas, empresas y particulares que desarrollen labores de creación, educación, investigación, difusión, distribución, conservación, producción y desarrollo de proyectos relacionados con el arte y la cultura”.
Esta centralización de recursos y competencias parece no entender la realidad del Estado español donde gran parte de las competencias de cultura están descentralizadas. Posiblemente la conciliación de la cultura entendida como un común y la cultura de Estado sea mucho más compleja de lo que podría parecer, y en el programa se trabaja más la segunda.
CIUDADANOS
Será por el desorden del programa (no hay epígrafes claros) o por el desorden de ideas de C’s no parecen tener un modelo claro sobre el papel del Estado. Le otorgan un papel regulador incentivando el mercado por la vía del consumo, usando la educación pública como escuela de consumidores. Lo que sí está claro es que los modelos de gobernanza de C’s se plantean desde el marketing, esta es su idea de cooperación: “Proponemos una activa cooperación entre todas las administraciones públicas y privadas para coordinar museos, salas de exposiciones y oferta en artes escénicas para generar mayor movilidad y flujo de visitantes a través de tarjetas culturales, campañas de marketing y soportes informativos que unifiquen marca e imagen cultural”. Y las reformas que se plantean del INAEM (Artes Escénicas y Música) y del Instituto Cervantes van en este mismo sentido, y como en el PP, el español y las artes españolas como oportunidad comercial.
IZQUIERDA UNIDA
Desde IU se muestran sensibles a las diferentes lenguas y culturas del Estado, y se comprometen a “promover el conocimiento e intercambio de las diversas lenguas y culturas de los pueblos de España entre todos sus habitantes, y regular el uso de las lenguas oficiales en las instituciones públicas estatales”.
¿De dónde saldrá la pasta?
PP
El PP asocia la creación cultural con las industrias culturales, que es el modelo productivo que proponen. Lo explicitan: “la nuestra es una cultura viva, que se apoya en el dinamismo, la riqueza y la diversidad de nuestra sociedad y se expresa a través del trabajo que realizan nuestras industrias culturales”. No exploran otros modelos ni posibilidades productivas. Para impulsar este modelo presentan una “Ley de Economía Creativa que apueste por las Industrias Culturales y Creativas como industrias innovadoras, potenciando su músculo, facilitando su acceso a la financiación, reconociendo su trabajo como creadores y promoviendo uno de los sectores claves en el crecimiento económico”.
Dicen que van a potenciar el mecenazgo, pero como hasta ahora no lo han hecho, mejor lo dejamos en el cajón de deseos y no en el de voluntades.
PSOE
El apoyo a las Industrias Culturales también entra en la coctelera socialista. Podemos decir que es un modelo híbrido con una tendencia clara de fomento de la industria cultural. De hecho le dedican un apartado específico dentro de la nombrada “economía 4.0”. En este sentido el modelo es bastante continuista, apoyo casi sin evaluación a las grandes industrias culturales, potenciación del mercado hispanohablante, y la creación de una Ley de Mecenazgo y participación social que incluya más regulación para el crowdfunding. Destaca, por la importancia que tiene en el programa, la atención al videojuego como un sector productivo cultural y la propuesta de una reformulación de la Ley del Cine por la vía de los incentivos fiscales.
PODEMOS
El modelo productivo que se presenta es híbrido, con un Estado fuerte que promueve el acceso a la cultura pero a su vez promoviendo “una nueva Ley de Mecenazgo y Patrocinio que fomente tanto el macro como el micro mecenazgo y la participación en la financiación de la cultura de particulares y empresas, con el apoyo y la supervisión de las administraciones públicas”. A diferencia de otros partidos también proponen el “reconocimiento y protección de los medios sociales y comunitarios sin ánimo de lucro”, creando una esfera comunicativa paralela a la de los grandes medios.
CIUDADANOS
Fomento e incentivo de las dos industrias culturales tradicionales de este país: la audiovisual y la editorial. Para la primera con toda una serie de medidas que regulen el sector de la animación, los efectos especiales, los videojuegos y la industria del contenido y para los libros el fomento de un plan lector. Aunque se propone una Ley de Mecenazgo para ayudar al resto de sectores artísticos no se eliminan las ayudas públicas, la ley de mecenazgo debe salir en la próxima legislatura aunque no es la columna vertebral de la propuesta de C’s.
IZQUIERDA UNIDA
Las políticas de IU buscan frenar la privatización de la cultura y hacer “frente a una política oficial de escaparate cultural, de exhibición de la cultura, de privatización del patrimonio arquitectónico y cultural”. Para ellos se comprometen a “incrementar, como mínimo, en un 100%., todos los recursos dedicados a Cultura, entre ellas las subvenciones con carácter finalista, para programas de las asociaciones, colectivos culturales y fundaciones culturales de base”. De esta forma su modelo productivo reside en limitar la acción de grandes grupos, promover la creación de base y auspiciar la “creación de empresas públicas o cooperativas autogestionadas que oferten productos culturales de calidad”.
¿De qué comen los artistas?
PP
Si bien el PP promete que “desarrollaremos un Estatuto del Creador que reconozca la especificidad de todos los profesionales del ámbito de la cultura, salvaguarde sus derechos como trabajadores y, a su vez, potencie su papel como creadores”, no especifica mucho cómo sería técnicamente este nuevo perfil laboral ni el tipo de tributación que le corresponde.
PSOE
Como el resto de partidos se propone “aprobar un Estatuto del Artista para atender a la profesión cultural como una realidad específica que refleje la intermitencia en la contratación y la cotización, de contingencias de salud, maternidad, jubilación o desempleo”, es el que más detalladamente habla de medidas específicas de este estatuto, como hacer efectiva la igualdad de género, atención a la maternidad, conciliación, la recualificación profesional abriendo el sistema de reconocimiento de competencias profesionales, así como la atención a las personas artistas jubiladas.
PODEMOS
Una de las medidas a priori más interesantes de esta formación es la implementación de “un Estatuto del Artista y del Profesional de la Cultura, con rango de norma jurídica y adaptado a las características de intermitencia del sector cultural”. Detallan algunos de los aspectos relevantes de este Estatuto por ejemplo “la liquidación de los impuestos trimestrales se vinculará con la fecha de pago del servicio prestado y no con la de emisión de la correspondiente factura”, además “en el terreno de la Seguridad Social se incluirá un régimen específico de intermitentes culturales, enmarcado tanto dentro del Régimen General, para trabajadores por cuenta ajena, como del de Autónomos, para trabajadores por cuenta propia”. Sin duda una apuesta interesante para enfrentarse a la precariedad que abunda en el sector.
CIUDADANOS
También aparece, se nota que se ha hecho un buen trabajo de lobby en este sentido por parte de cierto sector del mundo de los intérpretes y creadores, por ello se plantean medidas como “una fiscalidad equitativa a aquellos que trabajan de forma no continuada y cuyos ingresos son irregulares, como es el caso, en muchas ocasiones, de los artistas y los creadores. Al mismo tiempo, es justo que una vez llegada la edad de jubilación estos profesionales, como otros en situaciones similares, puedan complementar sus ingresos con trabajos puntuales derivados de su actividad creativa. Con esto se pretende 1) dar una oportunidad a los creadores para redondear una pensión que en la mayoría de los casos es muy baja por haber cotizado como autónomos desde el tipo mínimo 2) impedir que artistas y creadores tengan que apartarse de la vida activa en un momento en que su madurez y experiencia pueden ser aprovechadas por la sociedad. 3) Luchar contra la economía sumergida, que es en algunos casos la alternativa de los creadores para asegurar su supervivencia.”
IZQUIERDA UNIDA
El programa de este partido pone mucho énfasis en la “redacción de un Estatuto del Artista en donde se recojan los aspectos fiscales, de representación sindical, laboral y de reconocimiento público. Es imprescindible para acabar con la precariedad en la que tiene que ejercer su oficio los artistas españoles”. Este estatuto se ubicaría en un “Convenio Marco para promover el pleno empleo, hacia una jornada semanal de 35 horas”. Identificando bien la naturaleza intermitente del trabajo cultural proponen “medidas que permitan el cobro del paro, entre un empleo y el siguiente, a todos los trabajadores discontinuos del cine y de la cultura en general a cambio de cotizar 500 horas anuales, tal y como se contempla en la legislación francesa”.
También se comprometen “al ”pago inmediato“ de todas las administraciones a los artistas por los trabajos contratados y realizados, eliminando los retrasos y la penalización económica”. Por último al igual que el PSOE y PODEMOS proponen la “creación de una figura que recoja el trabajo discontinuo a efectos fiscales y de asignaciones a la Seguridad Social”.