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¿Y tú de quién eres? Los referentes culturales de la campaña catalana

Las elecciones más complejas hasta la fecha para Catalunya ponen de manifiesto el cambio político que ha explotado en los últimos cuatro años. La candidatura conjunta de Convergència y Esquerra Republicana de Catalunya en Junts Pel Sí, la irrupción de la coalición Catalunya sí que es pot, el refuerzo de las CUP como alternativa independentista de izquierda y la candidatura en solitario de Unió son solo algunas de las muchas características que han dado la vuelta al panorama político catalán, muy marcado por unos comicios que los nacionalistas entienden como plebiscitarios. Siete partidos obtendrán los escaños que formarán el Parlament tras las elecciones del 27 de septiembre, y todos han construido en los últimos años un discurso muy elaborado y distinto en torno a su relación con el estado.

Pero, ¿a quién apelan estas candidaturas? La construcción identitaria que se ha forjado en los últimos -muy movidos- años viene ligada a imaginarios culturales concretos y pistas de seducción que busca la movilización del voto. Analizamos aquí cuales son sus referentes más destacados:

JUNTS PEL SI

La coalición encabezada por el antiguo miembro de ICV Raül Romeva engloba a Convergència Democràtica, Esquerra Republicana de Catalunya y otras organizaciones independentistas con el objetivo de declarar la independencia de Catalunya. La particularidad de Junts pel sí es que incluyen a sus referentes culturales catalanistas dentro de la lista electoral. Así, la estrategia se basa en la implicación, en “dar la cara”, y el capital simbólico cultural del país se demuestra en el apoyo dentro de la lista, cuyo resultado es un chorreo de personalidades de marcada significación social y mediática.

El entrenador y exjugador Josep Guardiola, imagen del bon noi, el buen chico por excelencia, aporta el lustre de su paso por una institución sagrada en Catalunya -el Barça-, mientras que el filósofo Rubert de Ventòs trae los aromas de la parte de la gauche divine hastiada de un PSC en horas bajas. El sector mediático lo aportan el periodista televisivo Miquel Calzada -Mikimoto-, imputado recientemente por simular servicios para obtener ventajas fiscales, Josep María Mainat, miembro del trío cómico La Trinca y director ejecutivo del gigante Endemol, y el cine tiene su representación con Isona Passola, reconocida productora de películas de Agustí Villaronga y Joaquim Jordà, y directora del documental L'endemà (El mañana) en el que plantea cómo sería una Catalunya independiente.

Pero si hay un símbolo por excelencia quizás sea la presencia del cantautor Lluis Llach, abanderado de la Nova Cançó y símbolo de la catalanidad antifranquista. Llach, férreo nacionalista e independentista desde sus inicios, es autor del himno “L'estaca”, que cierra muchos actos de Podemos, y ha versionado el poema de Kavafis “Viaje a Ítaca”, en lo que muchos leen una metáfora del tortuoso viaje hacia una nación libre.

CIUTADANS

La estrategia del partido de Albert Rivera es la de una normalidad -rayante, podríamos interpretar, en la normopatía-. La apelación al ciudadano “común y corriente” ha generado poca significación concreta en referentes culturales en los últimos tiempos. Pese a que el partido reivindica la separación entre cultura e identidad lingüística, paradójicamente, se les recuerda especialmente por eso: su mala relación con la normalización lingüística es parodiada ampliamente en programas humorísticos como Polònia, de gran popularidad en Catalunya.

Lejos queda el inicio de Ciutadans, con fundadores intelectuales de la talla de Félix de Azúa, Albert Boadella o Félix Ovejero, entre otros, y la reivindicación del himno de España de Joaquín Sabina en pasadas elecciones catalanas. La candidata Inés Arrimadas, cuyo referente político es Adolfo Suárez, se define como “una friki del Barça del dream team, de Cruyff, de Guardiola…” en declaraciones a VozPopuli.

dream teamCATALUNYA SI QUE ES POT

La lista que une a Iniciativa per Catalunya els Verds (ICV), Esquerra Unida i Alternativa (EUA), Podemos y Equo inicia una campaña de perfil más bien bajo, también con la intención de huir del debate en “clave nacional” y con un difícil dilema: significarse demasiado cerca de Pablo Iglesias y sus símbolos puede resultar contraproducente, pero, a su vez, es la única manera de apelar a un cinturón rojo que es su fuente natural de votos.

Para ello, la estrategia adoptada es una tímida mezcla: se repiten las consignas de Barcelona en Comú -suena el Rún Rún que aupó a Ada Colau durante los actos- y el Sí Se Puede, y a su vez se refuerza la idea del orgullo charnego, apelando a la “Catalunya maltratada, trabajadora y humilde”, y al pasado emigrante. Se esperan incorporaciones mediáticas a lo largo de la campaña electoral.

PPC

La estrategia del Partido Popular de Catalunya viene marcada por la personalidad de Xavier García Albiol, famoso por sus campañas contra la población extranjera como alcalde de Badalona y ahora líder del PP catalán tras el paso atrás forzado de Alicia Sánchez-Camacho.

García Albiol hace alarde de su españolidad —instaló una pantalla gigante en Badalona para ver la final de la Eurocopa de 2012—, y su afición al deporte- es del Espanyol-.

CUP

La Candidatura d'Unitat Popular hace bandera de una mezcla muy resultona del imaginario conocido entre los militantes de movimientos sociales independentistas, aupados por el tirón de David Fernández -que cita con la misma soltura a John Berger que a Salvador Allende-, y la referencia a la Catalunya trabajadora. Mar Joanpere, de la lista de Tarragona, definía a CUP como “los herederos de Nin, de Salvador Seguí, de la tradición obrera, de la autoorganización popular”.

En el vídeo electoral presentado hoy, una road movie no exenta de ironía, se muestra el proceso independentista como una furgoneta a reparar. Los políticos, actores de un western humorístico, lanzan el mensaje de la unidad popular como motor de avance.

A esto hay que añadirle la inestimable aportación del ahora candidato Antonio Baños, periodista de larga trayectoria, con dos libros sobre economía críticos con el neoliberalismo -La economía no existe y Posteconomía- y un pasado como miembro del autodenominado trío folkcore Los Carradine.

PSC

El Partit Socialista de Catalunya, el más castigado por la introducción de la nueva política en el debate catalán -el sondeo del CIS lo sitúa como cuarta fuerza, con una pérdida de cinco escaños con respecto a las anteriores elecciones-, se queda con la vieja guardia de sus antiguos apoyos.

El partido, que presentó en marzo un manifiesto en Barcelona que reivindica una visión de la cultura plural y alejada del nacionalismo, no ha logrado aglutinar referentes claros, y los anteriores que sí formaron parte de la era Maragall -Joan Manel Serrat, por ejemplo- no se han significado hasta la fecha.

Pero el pistoletazo de salida ha aportado un momento inesperado que puede reflotar al candidato, un respetado miembro del aparato del partido: Miquel Iceta, fan de Roxy Music, se marcó al inicio de la campaña un baile al son de Queen que se ha convertido en viral instantáneo.

UNIÓ

La candidatura liderada por Ramón Espadaler tiene la misión de garantizar la supervivencia del partido democristiano después de su divorcio de Convergència. El votante al que apela, catalanista, conservador, pero que no es independentista, tiene reflejo en un candidato que parece el retrato robot de la tradición: excursionista, católico y famoso por su “seny”, el sentido común catalán.