Nueve retratos de ocho príncipes y princesas de Asturias de dos dinastías, la de los Austrias y la de los Borbones, pueden verse en una exposición realizada en colaboración con el Museo del Prado, que recibirá el viernes el Premio Princesa de Comunicación y Humanidades en su bicentenario.
El Prado aporta a la muestra cinco de las nueve obras, mientras que otras cuatro pertenecen a los fondos del Museo de Bellas Artes de Asturias, donde hasta diciembre se podrá contemplar una galería que recorre una de las manifestaciones más importantes en el campo de la pintura durante la Edad Moderna: la representación, dentro del retrato, de los príncipes, princesas y reyes de España.
La muestra, inaugurada por el director del Prado, Miguel Falomir, y la consejera de Cultura del Gobierno asturiano, Berta Piñán, refleja, según el responsable de la pinacoteca asturiana, Alfonso Palacio, el fin de una era, la de los Austrias, y la llegada de la dinastía de los Borbones, “dos mundos y dos maneras de entender la voluntad de poder”.
Ocho pinturas y un relieve de Alonso Sánchez Coello, Juan Carreño de Miranda, Miguel Jacinto Meléndez, Jean Ranc, Henri Antoine Favanne, Anton Raphael Mengs, un anónimo italiano y el taller de Velázquez conforman una exposición que constituye, según Palacio, “un regalo enorme” para la pinacoteca asturiana.
Príncipes de reinado efímero como Luis I, el primero con ese título de la dinastía borbónica, confrontan en la sala con el de un Carlos II de diez años , el último Austria heredero de la Corona española, o con el relieve de un Carlos VII de Nápoles y futuro Carlos III, que nunca ostentó la dignidad de Príncipe de Asturias.
La muestra, a cuya inauguración ha asistido también la directora de la Fundación Princesa, Teresa Sanjurjo, permite continuar con la colaboración entre el Prado y la pinacoteca asturiana, que cuenta entre sus fondos con 44 obras en depósito del museo madrileño, treinta de ellas expuestas de forma casi continua en su colección permanente.
Para el director del Museo del Prado, esta muestra constituye una buena manera de agradecer la concesión del Premio de Comunicación y Humanidades coincidiendo con el año en el que celebra su bicentenario, dos conmemoraciones “profundamente emocionantes” para el personal de la pinacoteca.
“Es un premio que en realidad se da a toda la nación española. Ser la institución cultural española más importante es consecuencia de 200 años de esfuerzo colectivo”, ha apuntado Falomir.
El director del Prado, que ha calificado al Bellas Artes de Asturias como uno de los “grandísimos” museos regionales de España, se ha decantado a la hora de definir su obra favorita de la muestra por los retratos del futuro Carlos IV y de su esposa María Luisa de Parma realizados por el alemán Anton Raphael Mengs, “el dictador del gusto en la segunda mitad del siglo XVIII y ahora no tan reconocido como debiera”.