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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Rocío Márquez: “La memoria colectiva es más necesaria que nunca”

EFE

Madrid —

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Del mercadillo de El Jueves, el más antiguo de Sevilla, Rocío Márquez sacó durante años vinilos y casetes que ahora, en los tiempos de Spotify y el acceso fácil a la música, recupera en un nuevo álbum desde la “emoción” de la primera escucha, “mirando hacia atrás para poder mirar hacia delante”.

“Más que nunca es necesario tener presente la memoria colectiva para tratar de no reproducir errores del pasado”, justifica en una entrevista con Efe esta artista, Lámpara Minera de 2008 y gran figura del nuevo flamenco, que está consiguiendo que el género llegue a otros públicos.

Aunque el reciente auge electoral de la ultraderecha en Andalucía le cayó “como un jarro de agua fría”, el origen de su disco “Visto en El Jueves” (Universal Music), que se publica mañana, tiene un origen muy anterior, de “emociones desbordadas encima de un escenario” en las que quiso ahondar más.

Fue hace 5 años en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, cuando Márquez (Huelva, 1985) se encontró por primera vez con Juan Antonio Suárez Cano, alias Canito. Compositor, productor y guitarrista, en este álbum se reencuentran a solas la voz templada de ella y el toque personal de él a las cuerdas.

“Tiene una cabeza brillante y me parece de los músicos más interesantes del flamenco, con más regla; sorprende cómo aquí acanciona los cantes y cómo las canciones las vuelve palos”, destaca.

Juntos reinterpretan piezas que encontró en aquel mercadillo de El Jueves, del que Márquez vivía a solo unos metros, como “Luz de luna” en la versión de El Cabrero (no en la original de Álvaro Carrillo), el “Se nos rompió el amor”, que popularizara Rocío Jurado (pero que ella canta por Fernanda y Bernarda de Utrera), o “Andaluces de Jaén”, de Miguel Hernández, con música de Paco Ibáñez y arreglos de Kiko Veneno.

“He intentado recordar todo lo que he escuchado y sé de esas canciones, de hacer miradas para delante y detrás continuamente”, explica la artista, doctora “cum laude” por la Universidad de Sevilla con su tesis sobre “Técnica Vocal en el Flamenco”.

Importante era evitar la perspectiva “academicista en el peor sentido” en el que en su opinión ha caído este mundo desde que las grabaciones y más recientemente el “streaming” impusieron un acceso muy fácil a la música y, por ende, a la copia, convencida de que el flamenco es un árbol “al que le quedan muchas ramas por echar”.

“A principios de siglo la gente se reunía en la barra de un bar y escuchaba cómo alguien se arrancaba con un cante, pero de unas cuantas veces no se memoriza. Si intentas repetirlo, probablemente resolverás en un acorde distinto. Así surgen estilos nuevos. Pero eso ya no ocurre con Spotify o Youtube”, lamenta Márquez, quien celebra al menos que ese planteamiento de “simple reproducción” está volviéndose a cuestionar.

En ese sentido, valora especialmente la “valentía” de compañeras como Rosalía. “Yo soy muy fan y la quiero mucho. Además, entre las mujeres tenemos que apoyarnos. La conozco desde antes de que fuera famosa y gracias a ella el flamenco está llegando a masas, que es algo muy difícil”, subraya.

El 28 de marzo realizará un “anticipo” de este disco en el Teatro de La Maestranza de Sevilla y el 10 de abril lo llevará a los Teatros del Canal en Madrid. Después está previsto que viaje a Musicando de Las Palmas de Gran Canaria (4 de mayo), el Teatro Alhambra de Granada, dentro de Flamenco viene del sur (13 de mayo) y L'Auditori de Barcelona, como parte de Ciutat Flamenco (18 de mayo).

Por Javier Herrero.