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'Algo en que creer': el creador de 'Borgen' vuelve con una crisis de fe
En ocasiones, solo es necesario el título para hacerse una idea del contenido que define al continente. Es el caso de Herrens veje (Los caminos del Señor), llamada en inglés Ride upon the Storm (Cabalgando sobre la tormenta) y en España Algo en que creer (Movistar+), que podría resumir perfectamente el profundo drama al que se enfrentan los protagonistas de la nueva serie ideada por Adam Price, creador de la imprescindible Borgen.
La historia cuenta la vida de Johannes, un pastor protestante de personalidad explosiva y con una crisis de fe que comprueba cómo su familia empieza a resquebrajarse. Los problemas acechan por todos los frentes: su mujer Elisabeth se replantea su vida tras dejar pasar por alto demasiadas cosas, su hijo mayor Christian es víctima del menosprecio de su padre, o el hijo pequeño, August, que siente el peso de ser el favorito y tener que demostrar que es merecedor de ello.
Mientras su familia se desmorona, Johannes tiene enfrentarse a su propia carga. El personaje es cabeza de una familia de clérigos que ha estado 250 años ocupando altos cargos en la Iglesia Nacional Danesa, cuya máxima ambición es convertirse en obispo de Copenhague. Cuando pierde la elección frente a una mujer más joven y más progresista, cae en varias crisis: de confianza, familiar y, sobre todo, de fe. Con esta última tendrá que lidiar mientras sigue intentando que sus fieles no abandonen la Iglesia.
En Borgen, Adam Price trazó un retrato de Dinamarca a través de la política, su relación con los medios de comunicación y de cómo se veía afectada la vida privada de sus propios protagonistas. Con un tono mucho más intimista y sobrio, Algo en que creer vuelve a ser una radiografía de la sociedad danesa pero, sobre todo, es una exploración del alma de sus personajes a través de la fe religiosa, ya sea la ausencia o la pérdida de ella.
Lo que hace la serie, en definitiva, es reflejar la crisis como tema central. La personal de cada uno de los protagonistas y la familiar, que se desata cuando aflora la de cada uno de sus miembros. Pero también la de un país como Dinamarca y de sus instituciones tradicionales.
A la deriva personal de Johannes también contribuye la crisis de la propia Iglesia Nacional Danesa, lejos del aspecto espiritual y más cerca de la logística del día a día, que afronta las consecuencias económicas de ver cómo muchas iglesias se quedan vacías en los servicios religiosos.
Algo en que creer vuelve a situar a Dinamarca como una de las potencias seriéfilas europeas que nunca hay que perder de vista. Y no solo eso, también vuelve a demostrar que más allá de la etiqueta nordic noir, hay más variedad de géneros. Adam Price situó a Borgen como una de las series políticas de referencia y el modelo de Gobierno de su protagonista ha estado presente incluso en debates políticos españoles. Algo en que creer, no saltará a las tribunas del Congreso, pero no deja de ser un análisis de la actualidad desde otro punto de vista.
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