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'La voz más alta (The Loudest Voice)': auge y caída de un depredador sexual

El inicio del movimiento #MeToo suele encuadrarse en torno a octubre de 2017 cuando, después de la publicación de un reportaje del New York Times que destapaba los abusos cometidos durante décadas por el productor Harvey Weinstein, la actriz Alyssa Milano animó vía Twitter a que otras mujeres compartieran experiencias similares a la suya. No obstante, la revuelta de las víctimas contra el machismo y el maltrato institucional puede rastrearse hasta mucho antes. En 2006, por ejemplo, Tarana Burke utilizó la misma expresión para mostrar su apoyo a mujeres negras que, como ella, habían sufrido acoso sexual.

El inicio oficial del #MeToo, como luego confirmó la misma Milano, cabe adscribirlo por tanto al esfuerzo de Burke, aunque durante la más de una década que transcurrió entre 2006 y 2017 estallara otro caso de resonancia similar y capaz de anteceder la caída de Harvey Weinstein y otros hombres poderosos de la industria de Hollywood. En julio de 2016, la presentadora de Fox News Gretchen Carlson acusó a su jefe Roger Ailes de acoso sexual, propiciando su renuncia al puesto de director ejecutivo de la cadena.

Esto lo cuenta La voz más alta (The Loudest Voice), miniserie coproducida por Showtime y Blumhouse Television que se ha esmerado en contratar un equipo a la altura de la importancia de lo narrado. La historia de Roger Ailes, fallecido hace dos años, extiende sus tentáculos hasta gran parte de la realidad sociopolítica que vivimos, y no sólo en lo referente a los movimientos #MeToo y Time’s Up.

Ailes, a quien da vida en la producción un irreconocible Russell Crowe, no sólo era una personalidad de gran poder dentro de los mass media estadounidenses, estando al cargo de Fox News desde su nombramiento a manos del propio Rupert Murdoch en 1996. También destacó como asesor político para los principales candidatos del Partido Republicano.

Para entender qué ha llevado al resurgimiento de esta formación, hay que conocer a Roger Ailes. Este periodista nacido en 1940 ha colocado en el Despacho Oval a presidentes como Richard Nixon, Ronald Reagan y George W. Bush, mientras que también ha apoyado la carrera de Rudy Giuliani y, en sus últimos años, asesorado a Donald Trump. Todo esto lo explora La voz más alta (The Loudest Voice), retratando los hitos de una carrera tan prolífica como inquietante, al tiempo que dibuja bien claro en el horizonte qué fue lo que precipitó su caída.

Gretchen Carlson, interpretada por Naomi Watts, denunció que su despido a manos de la cadena vino motivado por su negativa a corresponder los avances sexuales de Ailes. Rápidamente se le unieron otras mujeres que también declaraban haber sido vejadas de forma sistemática por el director ejecutivo y, tras unas cuantas reuniones de emergencia, Roger Ailes tuvo que presentar su renuncia al cargo. Apenas dos semanas después.

No obstante, ahí no terminaba el daño hecho por este siniestro personaje. Y La voz más alta (The Loudest Voice) es consciente de ello en todo momento.

“La gente no quiere ser informada, quiere sentirse informada”

La investigación que recogió los testimonios de estas mujeres fue llevada a cabo por Gabriel Sherman, y antes de que todo estallara fue recopilada en gran parte en su libro The Loudest Voice in the Room, publicado en 2014. Sherman entrevistó a más de 600 personas relacionadas con Ailes, y ahora ha querido volcar sus descubrimientos en el medio audiovisual.

En efecto, no es otro que Gabriel Sherman quien aparece en los créditos de La voz más alta (The Loudest Voice) como productor ejecutivo, y coguionista del primer episodio. Lo hace en compañía de Tom McCarthy, que en 2015 logró que Spotlight, escrita y dirigida por él, se alzara con el Oscar a Mejor Película. Ambos están comprometidos con que se sepa la verdad de lo que ocurrió en Fox News durante el reinado de Ailes, y a la hora de poner en pie la serie no han escatimado en detalles escabrosos.

Kari Skogland, quien ya ha estado a cargo de la puesta en escena de El cuento de la criada, dirige cuatro episodios de los siete que componen esta miniserie, y que no tienen intención de prolongarse en una segunda temporada. La voz más alta (The Loudest Voice), con un reparto espectacular que no sólo incluye a Crowe y Watts, sino que además se nutre de nombres como Sienna Miller o Seth MacFarlane, tiene pensado jugar todas sus cartas desde el principio, y hacer el retrato más visceral posible de Roger Ailes.

Debido tanto a los elementos de su producción como a su esforzada documentación, acompañados de la buena acogida que los films eminentemente políticos suelen acoger últimamente —impulsada tanto por el Adam McKay de El vicio del poder como por el propio Tom McCarthy que firma La voz más alta (The Loudest Voice)—, no es descabellado vislumbrar la serie protagonizada por Russell Crowe en la próxima temporada de premios, pero esto dista de ser una prioridad para quienes la han hecho posible.

El afiladísimo guion del que se beneficia la serie nunca olvida las consecuencias de los hechos referidos. Las fake news, la política como espectáculo, el auge del #MeToo, y la figura de Donald Trump como amalgama de todas estas cuestiones, sobrevuelan la nueva serie de Showtime sin tampoco dejar de lado una extrema concreción en sus temas y narrativas.

Con frases tan rimbombantes como la que encabeza este epígrafe o el icónico “Divide y triunfarás” —que el año pasado sirvió de título a un documental de Alexis Bloom sobre el mismo Ailes que también puedes ver en Movistar+—, este hombre inquietante sólo pretendía revestir de épica sus propósitos. Unos mucho más sencillos de lo que parecían, y que se reducían al poder. A la sed de este.

La sed de poder que le llevó a manipular a miles de norteamericanos, a conducir al frente del gobierno a sus aliados, y que durante años justificaba su agresión a cada mujer que se cruzaba con él. Acosándolas, invadiendo su espacio, Roger Ailes se sentía más poderoso que nunca. Hasta que ellas dijeron basta, y precipitaron una caída que, pese al excelente y fidedigno retrato que traza La voz más alta (The Loudest Voice), nunca será del todo suficiente.   

El inicio del movimiento #MeToo suele encuadrarse en torno a octubre de 2017 cuando, después de la publicación de un reportaje del New York Times que destapaba los abusos cometidos durante décadas por el productor Harvey Weinstein, la actriz Alyssa Milano animó vía Twitter a que otras mujeres compartieran experiencias similares a la suya. No obstante, la revuelta de las víctimas contra el machismo y el maltrato institucional puede rastrearse hasta mucho antes. En 2006, por ejemplo, Tarana Burke utilizó la misma expresión para mostrar su apoyo a mujeres negras que, como ella, habían sufrido acoso sexual.

El inicio oficial del #MeToo, como luego confirmó la misma Milano, cabe adscribirlo por tanto al esfuerzo de Burke, aunque durante la más de una década que transcurrió entre 2006 y 2017 estallara otro caso de resonancia similar y capaz de anteceder la caída de Harvey Weinstein y otros hombres poderosos de la industria de Hollywood. En julio de 2016, la presentadora de Fox News Gretchen Carlson acusó a su jefe Roger Ailes de acoso sexual, propiciando su renuncia al puesto de director ejecutivo de la cadena.