La asamblea general de la Sociedad General de Autores y Editores, que arrancó este lunes por la tarde marcada con la palabra “incertidumbre”, ha tumbado finalmente la prevista reforma de los estatutos, por lo que queda reabierto así el pulso con el Ministerio de Cultura.
Además de la modificación de los estatutos, una exigencia tanto del Gobierno como de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores, CISAC -también por la necesidad de adecuarse a la nueva Ley de Propiedad Intelectual (LPI)-, se votaba la gestión de la entidad en los ejercicios de 2017 y 2018, correspondiente a la presidencia de José Miguel Sastrón y José Ángel Hevia.
Ambas cuentas sí han sido aprobadas. Las del ejercicio de 2017 con un 64,5% de votos a favor, 32,5% en contra, y un 2,99% de abstenciones, y las del de 2018 con un 59,6% de los votos a favor, un 37,3% en contra y un 3% de abstenciones.
En total, tienen derecho a voto 30.000 socios de los 127.000 que tiene la SGAE, ya que existe el voto ponderado. Pero al final, quienes han acabado decidiendo han sido 1.356 socios, que representan el 24,22% de los votos, y que son los que más recaudan o han recaudado a lo largo de su vida artística para la SGAE. En su mayoría, músicos.
La entidad llegó a esta cita en un momento “complejo”, según declaró su presidenta, Pilar Jurado, que también expresó que si el nuevo texto estatutario no salía adelante “sería la última vez que los autores realmente han sido los dueños” de esta casa y que el modelo de gestión empleado a partir de ahora cambiaría “muchísimo” y perderían “algo único”: el empoderamiento del autor.
El rechazo a reformar los estatutos acerca ahora a la entidad a la posibilidad de ser intervenida parcialmente por el Ministerio de Cultura. El Gobierno recurrió el pasado viernes el auto de la Audiencia Nacional por el que se rechazaba la intervención judicial de la SGAE solicitada por el Ejecutivo, así como la remoción de sus órganos de representación al entender que no era competente para ello.
La Asamblea General ha tenido lugar después de que una mayoría de integrantes hayan dado su apoyo a la propuesta de nuevos estatutos en 12 preasambleas territoriales celebradas durante las últimas dos semanas. Un 86,7% del total que superaba la mayoría de dos tercios necesaria para culminar la reforma de los estatutos. La votación realizada este lunes, deja también en el aire la votación en esas preasambleas y perpetúa la incertidumbre en la entidad de gestión.