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La SGAE ya recauda más con el 'streaming' que en las peluquerías

“Los detalles de este novedoso proyecto los daremos a conocer en los próximos días”. Así termina el comunicado que la dirección de RTVE tuvo que publicar para neutralizar las críticas que ha recibido desde el sábado por el desenlace del Benidorm Fest, del que la cantante Chanel fue elegida como representante de la cadena pública en Eurovisión, el próximo mayo. En medio de la polémica, la cadena pública parece haber encontrado la fórmula para incorporar a la música española a la parrilla no comercial del ente. La dirección creará un programa de televisión “novedoso” ante la avalancha de atención que ha recibido el concurso: la fórmula ha generado un 21% de audiencia, con casi tres millones de espectadores durante la gran final. Operación Triunfo ya tiene reemplazo.

El presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) es Antonio Onetti y hace referencia al comunicado mencionado. Le parece una buena noticia que la cadena pública haya visto un “nicho” y quiera explotarlo, porque eso traerá riqueza a los autores y autoras musicales. “El comunicado de RTVE es bien claro: la música interesa a la audiencia, sobre todo en un programa donde hay música y hay televisión”, explica Onetti sobre el concurso. “La cadena debería hacer un esfuerzo por colocar a los autores españoles y a nuestras músicas genuinas en horarios de máxima audiencia. RTVE debería ofrecer más espacio a la música española. Es un servicio público y debería defender nuestra cultura y su promoción. Eso significa poner música en la parrilla en unos horarios respetables. Los artistas lo que quieren es que se les vea. Ahora que la madrugada ya no es rentable para las televisiones, deberían buscar nuevos horarios para la música”, añade Onetti.

El presidente de la SGAE se enfrenta el próximo día 9 de febrero a una Asamblea General Extraordinaria para que los socios decidan si quieren cambiar el sistema de reparto de beneficios generados en las televisiones por la música. Después de 15 años de un modelo que favoreció a las editoras de las televisiones y a poco más de 300 músicos, la SGAE propone que la audiencia determine el precio a pagar por la música. Esto acabaría con la conocida 'rueda', que beneficia a músicos que actúan en una franja horaria que no ve nadie. Onetti dice que la madrugada ya no es rentable, porque por la Ley de Propiedad Intelectual ha acabado con ese sistema y ahora toca recomponerlo. “Las reglas han cambiado y el sistema de madrugada pertenece a otra época, en la que no existía la trazabilidad. Ahora sabemos de dónde procede cada euro de beneficio. Este sistema nuevo, además, lo reclama el Ministerio de Cultura en su apercibimiento”, avisa el presidente de la SGAE.

El maná digital

¿Se ha visto con el ministro Miquel Iceta? “Sí, nos reunimos una vez y luego despachamos cada semana con varios departamentos de Cultura”, responde. Cuenta que la relación de la SGAE con el Ministerio ya es otra. Nada de amenazas de intervenir la sociedad, nada de apercibimientos, nada de titulares gruesos. “Ahora tenemos una relación fluida y positiva. Hemos demostrado que teníamos la voluntad política de ponernos donde querían las instituciones políticas. La Junta Directiva ha estado dispuesta a arreglar la situación y en seis meses hemos liquidado lo que nos pedían desde hacía seis años. La Confederación Internacional de Autores y Compositores (CISAC) no nos echa y nos levanta el castigo. Y a la Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual (ADEPI) volveremos muy pronto”, resume Antonio Onetti, que fue elegido presidente de la entidad en abril de 2020.

Desde hace tres años la SGAE avisa del cambio en el uso del consumo cultural de los españoles: preferimos hacerlo en casa a salir y disfrutar de conciertos, teatros o cine. Según las cifras que su Fundación presenta cada año queda patente el frenazo de las artes en vivo y el disparatado crecimiento del mercado digital. La recaudación del directo ya andaba cojeando desde 2018 y con la pandemia del coronavirus ha caído sobre la lona, tal y como explica su presidente, que acaba de cerrar las cuentas de 2021 y asegura que la entidad de gestión de derechos de autor más grande del país ha recaudado 260 millones de euros (esperaban no pasar de 220 millones). Esto supone un incremento de 30 millones de euros respecto al año del confinamiento por la crisis sanitaria.

De ese total de 260 millones de euros recaudado en el año que acaba de cerrarse, el mercado digital aporta casi el 13%, es decir, cerca de 34 millones de euros. Tan y como indica Antonio Onetti, en 2021 la SGAE superó las previsiones “sobre todo por el streaming musical y las plataformas musicales”. Explica que el coronavirus ha cerrado el grifo de los beneficios de las discotecas, los bares y las peluquerías. “Aquí hemos perdido 30 millones de euros. Es una bajada brutal. No solo en la música en vivo”, informa. Gracias a la mejora en lo recaudado por streaming han logrado remontar la situación provocada por la sexta ola. “Es el futuro”, añade Onetti. Lo recaudado en derechos digitales ha crecido un 63% desde 2019 y esperan que en 2022 se dispare mucho más gracias al acuerdo con la empresa BackOffice Music Services, que acaba de hacerse cargo de los derechos de los autores españoles en Latinoamérica.

Una deuda saldada

Onetti acaba de firmar un acuerdo trascendental con Atresmedia para recuperar la deuda que la empresa tenía pendiente con la SGAE por 2019, 2020 y 2021. No quiere dar cifras, dice que es confidencial. Pero el pago para repartir con sus autores se verá en cuanto hagan el ingreso millonario. Con Mediaset ocurrió lo mismo a finales de 2021. La sociedad de derechos de autor tiene acuerdos cerrados con las teles por los que estas abonan entre un 3% y un 3,5% de sus ingresos anuales por publicidad a la entidad de gestión colectiva. Esto supone el 35% del total de los ingresos de la SGAE.

Más cuentas: a los 260 millones de euros que esperan recaudar en 2022 habrá que añadir los 17 millones de euros que corresponde a la SGAE de la copia privada que debe pagar el Gobierno. El Tribunal Supremo condenó en abril al Gobierno a compensar con 57 millones de euros a las entidades después de que el ex secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, decidiera acabar con el canon en 2011. En contra tienen 10 millones de euros. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de sentenciar que debe repartir esa cantidad con sus socios. La SGAE estudia el caso y es probable que recurra, porque no sabe cómo ni entre quiénes repartirlos.

La historia se remonta a 2018, cuando aparece un apunte contable de 10 millones de euros que “no se sabe de dónde vienen”, asegura Onetti. La SGAE despidió al director financiero y al director general, pero siguen sin saber cuál es el origen de esa cantidad a pesar de haber investigado los balances hasta 2011. La expresidenta Pilar Jurado se lo propuso a la Asamblea General y se aprobó colocarlo en el activo de la SGAE, pero no repartirlo entre los socios. La sentencia del TSJM dice que a los socios se les hizo una pregunta muy poco clara y que los socios no sabían ni qué estaban votando. “No sabemos con qué criterio debemos repartirlo porque no sabemos cómo se ha generado ese derecho”, añade el presidente. Sobre el expediente que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) les acaba de abrir por posible abuso de posición de dominio está “tranquilo”: “no cobramos cosas que no hemos licenciado”, afirma.

Esta denuncia es fruto de las malas relaciones que tiene la SGAE con la entidad de Derechos de autor de Medios Audiovisuales (DAMA). ¿Cuándo firmarán la paz entre ambas sociedades? Onetti dice que se deben respeto mutuo porque tienen más cosas en las que colaborar y pelear juntos que competir a muerte. “Nuestros enemigos son los grandes operadores internacionales del mercado, como Netflix, HBO o AMAZON, que vienen a negociar a Europa tratando de imponer el derecho anglosajón con el que te lo compran tu creación y tú renuncias a tus derechos de autor. En EEUU te compran un guion y te olvidas de tus derechos. Afortunadamente, esto en Europa es impensable gracias a la Ley de Propiedad Intelectual. Es una batalla que debemos dar todos unidos. Además, somos compañeros y trabajamos juntos en las series y en los equipos”, reconoce Antonio Onetti como tendiendo la mano.