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Silma López: Aspiro a un papel que sea visualmente impactante y me transforme

EFE

Madrid —

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La actriz Silma López, una de las protagonistas de la serie “Valeria, de la que se ha confirmado ya la grabación de la segunda temporada, habla del impacto que el proyecto ha tenido en su carrera y analiza con Efe sus aspiraciones: ”Soy muy camaleónica y me encantan los retos. Aspiro a un papel que sea visualmente impactante y me transforme“.

Hablar de cambio, de transformación o de adaptación es hablar de la vida misma. El camino nunca se presenta como una línea recta y, al igual que un camaleón en situación de peligro, el ser humano ha de adaptarse y transformarse de acuerdo a las circunstancias que convierten la vida en la película más impredecible que hayamos podido imaginar.

Una de esas impredecibles películas a las que uno desea asistir es la historia de la actriz Silma López, Lola en la serie “Valeria”, a la que la vida le ha enseñado a reinventarse y a buscar dentro de sí el color adecuado, como lo haría el camaleón, para afrontar los obstáculos que una vida dedicada a la interpretación supone.

Resulta muy interesante ver cómo la actriz de “Valeria”, de la que ya se ha confirmado una segunda temporada, comienza la entrevista con una definición de sí misma en la que se ofrece una bella visión de la persona, sin escudarse en la profesión.

“Soy una persona bastante normal. Hay un lugar en el que parece que los actores y las actrices somos muy especiales. Es como un halo que nos recubre de que somos especiales y yo creo que trabajamos con cosas especiales, pero que eso no nos hace necesariamente especiales como personas”, expresa la actriz, natural de Madrid.

La actriz habla de su primer contacto con el mundo artístico, el cual llegó a través de su madre, a quien, cuenta a Efe, debe su nombre de origen árabe: “Mi madre era actriz y bailarina y mi padrastro es actor. Este mundo, de alguna manera, siempre ha estado presente en mi vida”.

Relata, con una gran sonrisa que nos acompaña a lo largo de toda la entrevista, que su madre era bailarina en el mítico “Sorpresa, sorpresa”: “Mi madre me dejaba en los camerinos durmiendo, por lo hay algo de todo eso que forma parte de mis recuerdos, de mi infancia”.

Ese temprano contacto con el mundo artístico tuvo, sin duda, influencia en la pequeña Silma que, con diez años, comenzó un curso de interpretación para jóvenes en el Estudio Corazza. Allí estuvo hasta los 16, cuando decidió formarse, durante un año, en la Escuela de Interpretación Cristina Rota, complementando sus estudios, más adelante, con cursos de la mano de Fernando Piernas o Juancho Calvo.

En sus primeros pasos como actriz participó en varios proyectos audiovisuales, como la cinta “8 citas” de Peris Romano y Rui Sorogoyen, donde la actriz coincidió con Maxi Iglesias y de la extrae una particular anécdota: “En realidad eran nueve, pero mi cita se cortó en montaje”.

Tras esa experiencia agridulce y pequeños papeles en distintas disciplinas, no fue hasta 2017, al dar vida a Nina en la obra teatral “La Gaviota”, dirigida por Rubén Ochandiano, cuando la madrileña se dio cuenta de que ser actriz era su vida: “Fue un viajazo. Ahí sí que dije 'Ahora estás donde querías estar'”.

Curiosamente, fue ese mismo año cuando López presentó su corto “Actriz” en el Notodofilmfest -donde fue nominada a mejor actriz protagonista-, un proyecto en el que la actriz se abrió en canal: “Ese corto vino en un momento complicado y como de impás en mi vida personal. Lo grabamos unas horas antes de que me fuera a poner copas en la barra”.

“Llevaba mucho tiempo sin trabajar como actriz. Me sentía bastante frustrada porque una tiene la sensación de que tiene mucho o que quiere dar mucho, pero no tiene ocasión”, cuenta López, quien decidió mudarse a Francia para cambiar de aires.

Fue, precisamente, en ese momento de cambio en el que apareció “Valeria”. Una llamada, “una oportunidad”, la que la actriz reclamaba desde hace tiempo, que, finalmente, había llegado. Cuenta que su primera prueba fue para el papel de Valeria pero que, tras analizar “caracteres”, los directores de casting quisieron ver cómo quedaba en el personaje de Lola.

“Es mucha responsabilidad”, reconoce la actriz al hablar de un personaje que muchos lectores han seguido en las novelas de Elísabet Benavent: “Ha sido gustosísimo y me lo llevo para siempre porque nunca había tenido ocasión de desarrollar un personaje en un periodo tan largo de tiempo. Me apetece seguir desarrollándolo”.

Con algunos proyectos en el horizonte, como serán unas lecturas dramatizadas en el Teatro Español (Madrid) -previstas para noviembre-, la actriz habla de futuro con “ilusión” y hambrienta de “retos” que le permitan transformarse a todos los niveles: “Soy muy camaleónica y me encantan los retos. Aspiro a un papel que sea visualmente impactante y me transforme”.

Como referencia en relación a esta cuestión, habla de “Monster”, de Patty Jenkins, o “Raw”, de Julia Ducournau, papeles que, según López, “mueven” y “cambian” al actor. Es la propia actriz la que remata la entrevista con una valoración de la industria nacional y sus deseos de formar parte de ella.

“Me encanta lo que estamos haciendo a nivel nacional, creo que hay grandes directores y directoras ahora mismo en nuestro país, gente con mucho talento y muchas cosas que contar y ahí quiero estar”, concluye.

Patricia Muñoz Sánchez.