“Estás pagando casi 9.000 euros sin tener la propiedad de tus ideas” fue una de las numerosas quejas emitidas por los alumnos del máster de Guion The Mediapro Studio la semana pasada, por la “presión” que reciben para ceder los derechos de todos los proyectos que realizan durante el curso. Una situación que fue igualmente denunciada por el sindicato de guionistas ALMA. La empresa de la que depende el programa respondió con un comunicado firmado junto a la Universidad Complutense de Madrid y la escuela de cine ESCAC, organizadoras del posgrado. En él anunciaron que cambiarían el sistema de autorización de la cesión que desde ALMA continúan considerando insuficiente. “Siguen quedándose con proyectos de estudiantes gratis”, han asegurado este lunes en sus redes sociales.
Estudiantes y sindicato explicaron que el máster solicitaba el compromiso de cesión de los derechos de explotación de los futuros proyectos al realizar la inscripción, cuyo coste es de 9.000 euros. Calificaron esta práctica de “anomalía” y “abusiva”; y hubo profesores que habían acudido como invitados que manifestaron que, en estas condiciones, no volverían a dar clase.
Desde la dirección del máster negaron en su escrito haber presionado a los estudiantes “para que aceptaran la cesión temporal de sus derechos” e informaron de que, a partir de ahora, “la autorización para participar en las sesiones de pitching reales se solicitará al final de la formación”. El sindicato de guionistas ALMA advierte que “puede parecer que la productora rectifica respecto a las prácticas abusivas que suceden en su máster pero no es así. La situación es muy grave y no se ha resuelto”.
La asociación aclara que su denuncia es que los estudiantes se ven “empujados” a realizar la cesión, práctica que va a seguir sucediendo solo que en vez de al inicio de curso, al final. “¿Cuándo van a informar a los alumnos de ese peaje?”, plantean, “habrán trabajado todo el curso... ¿Y se encontrarán con esta práctica abusiva al final, por sorpresa?”. ALMA indica que ya no solo es que no solucione “nada”, sino que “puede generar incluso más presión sobre ellos para firmar”.
Un caso aislado
Mediapro justificó esta práctica explicando que para que los alumnos “puedan” presentar sus proyectos a plataformas es “necesario” que firmen el contrato que les presentan cuando ya han realizado parte del pago. “Mienten. No hay ninguna ley, ni práctica en la industria, que diga eso”, aseguran desde el sindicato, que añade que “todos los másteres y escuelas de guion” ofrecen estas sesiones de pitchs para que los estudiantes presenten sus proyectos a plataformas y cadenas y “no les hacen firmar nada ni pierden sus derechos sobre los proyectos”. “Lo de Mediapro es la excepción, aunque intenten hacerlo pasar por norma”, informan.
A la hora de explicar por qué la productora incluye este requisito, desde el sindicato señalan que es para tener “bien agarradas” las obras de los estudiantes en caso de interesarse por ellas. “El alumno pierde su fuerza negociadora y no puede exigir una remuneración justa o cómo aparecer en créditos. Y Mediapro consigue un encargo de desarrollo a coste cero”, critican.
La asociación afea que la respuesta de Mediapro haya llegado después de que desde ALMA llevaran “dos años” denunciando esta situación. “La productora solo ha reaccionado cuando se ha publicado un artículo que puede dañar su imagen”, lamentan haciendo referencia al texto publicado por este periódico el pasado jueves. “Los derechos del alumnado no le importan, pero a nosotros sí”, manifiestan.
La solución propuesta por ALMA
La propuesta de ALMA para Mediapro es que “no haga firmar a sus alumnos ninguna cesión de derechos con carácter gratuito en su máster”. Y que, de interesarse por el proyecto de alguno de sus alumnos, le ofrezcan “un contrato de cesión de derechos remunerado”, sobre el que estos puedan “asesorarse”, como hacen el resto de guionistas profesionales. “Eso implica que un abogado revise el contrato y que puedan negociarse los términos. Las prisas o presiones para firmar siempre indican que algo huele mal”, defienden.
En el sindicato sostienen que “los alumnos no tienen menos derechos por estar aprendiendo”. “Nos parece vergonzoso que una productora de renombre como Grup Mediapro y dos instituciones como la ESCAC y la Universidad Complutense fomenten estas prácticas abusivas y dañinas para la industria audiovisual”, concluyen tajantes.