Las sombras de 'Malinche' por las que Nacho Cano está imputado: mentiras, guías turísticas y un grupo de WhatsApp
Volaron desde México de forma escalonada, entraron como turistas “aleccionados a fingir” que acudían como tales y viajaron con un billete para un falso regreso como salvoconducto para “sortear el control fronterizo”. Todo ello orquestado desde un grupo de WhatsApp en el que los becarios del musical de Nacho Cano Malinche recibieron las instrucciones a seguir para su traslado a España el pasado mes de diciembre.
Estas son algunas de las gestiones llevadas a cabo por el exmiembro de Mecano por las que la jueza María Inmaculada Iglesias le imputó este martes y puso en marcha diligencias para investigarle por, supuestamente, mantener a una veintena de becarios de manera irregular en su obra. Así lo recoge el auto emitido por el Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, que decidió abrir diligencias el pasado 15 de julio, días después de recibir el atestado de la Policía. Un auto al que Cano ha reaccionado este martes con un vídeo en el que atribuye su imputación a un “montaje de la banda de Sánchez, Maduro y Zapatero”.
Cano y tres de sus colaboradoras ya pasaron por dependencias policiales. Los cuatro concedieron una rueda de prensa esa misma jornada donde el productor –que ha mantenido esta postura desde entonces– se presentó como una víctima de una operación policial orquestada contra él por haber apoyado públicamente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La jueza ha dado validez a la investigación policial y ha decidido imputarle.
El grupo de WhatsApp
El atestado policial que puso en marcha el procedimiento se inició el 11 de enero de 2024, a raíz de la denuncia formulada por la alumna Leslie Guadalupe. La bailarina, de 28 años, afirmó que había realizado un casting meses antes en México para “formar parte de una compañía teatral de baile en España”, cuyo productor era Nacho Cano.
La representante del productor fue quien la llamó para comunicarle que había sido seleccionada, junto a otros 19 participantes, con los que fue introducida en un grupo de WhatsApp. Este sería el canal por el que recibirían las instrucciones a seguir en su traslado a Madrid, previsto para diciembre de 2023. Estaba planeado que el proceso de formación durara “hasta noviembre de 2024 o enero de 2025”, y se les prometió que su situación sería regularizada.
Viajar como turistas
Tras analizar la documentación aportada por la denunciante, que incluyó dos conversaciones realizadas por esta vía, los agentes consideraron que los seleccionados “fueron introducidos como turistas, siendo aleccionados para fingir que accedían como tales”. En concreto, la persona encargada de darles los pasos a seguir –investigada también junto a otros dos colaboradores de Cano–, escribió en el grupo, en letra mayúscula: “Les recuerdo que viajarán en calidad de turistas. No deben mencionar en migración que van para estudiar”.
Debían entrar sin ningún tipo de documentación corporativa de la compañía Malinche ni ninguna otra que hiciera presuponer que su intención era la de quedarse en España. De hecho, “les recomendaron portar una guía turística”. Además, los estudiantes llegaron al aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas en distintas fechas, de forma escalonada, para no levantar sospechas. “Nos decían que teníamos que hacer como si no nos conociéramos y que teníamos que pasar desapercibidos en la aduana. Se me hacía tan raro... ¿Por qué teníamos que entrar como si fuéramos a hacer algo malo?”, ha contado a elDiario.es la denunciante Leslie Guadalupe.
También se les dio un billete de regreso, “sin intención de utilizarlo”, recoge el auto, como vía para sortear el control fronterizo. Así como una reserva de hotel en el hostal Cats que acabaría ese mismo mes. En caso de darse alguna complicación, se les instó a afirmar que “su intención era la de viajar por el resto de España antes de viajar a México”.
El citado hostal es en el que han permanecido los becarios donde, como describe la bailarina a este periódico, “había habitaciones en las que dormíamos ocho compañeras”. “Yo tuve suerte porque en la mía éramos cuatro. No eran condiciones para vivir un año”, añade. En cuanto a la alimentación, explicó que comían en un restaurante, mientras que el desayuno y la cena corrían de su cuenta. “Los fines de semana nos daban en mano diez euros al día”, indica sobre el presupuesto con el que contaban para sus dietas los sábados y domingos.
Inicio de los trámites una vez en España
Los estudiantes llegaron a España entre el 2 y el 10 de diciembre de 2023, pero no fue hasta el 27 de enero cuando se realizaron las “solicitudes de Autorización de Estancia por estudios, investigación, formación, intercambio de alumnos, prácticas no laborables o servicios de voluntariado inicial”, ante el área de extranjería de la Delegación del Gobierno en Madrid.
Aun así, los bailarines comenzaron a ensayar coreografías al día siguiente de su aterrizaje, con algunos de los profesionales que formaban parte del elenco del musical. “Antes incluso, no solo de haber obtenido la correspondiente autorización administrativa, sino de haberla solicitado, por lo que estas personas ya estarían actuando en la compañía de forma irregular, consumándose el hecho de que los migrantes accedieron a España con unas intenciones diferentes a las declaradas”, expone el auto.
El 21 de mayo, la Delegación del Gobierno denegó las autorizaciones de estancia al entender que “no ha quedado acreditado que los estudios objeto de la solicitud conduzcan a la obtención de un título o certificado de estudios”. Esta resolución convertía su salida de España en “obligatoria”. No la cumplieron.
Trabajando en la fiesta postshow
Los vídeos publicados por los alumnos y la propia productora en sus redes sociales permitieron a los agentes comprobar que habían estado actuando en el musical y trabajando en la discoteca 'Templo Canalla' después del espectáculo; “por lo que no solo se encontrarían 'ensayando' sino también actuando y trabajando en la fiesta postshow'”. De hecho, al estar sus cuentas de Instagram abiertas, han podido reconocer a algunos de los seleccionados provenientes de México “bailando, cantando o tocando algún instrumento en la actuación, totalmente caracterizados, maquillados y vestidos con ropa del musical o camisetas con el logo de Malinche”.
Según declararon los becarios, una parte de ellos lleva desde enero y el resto desde febrero actuando de manera permanente en el musical todos los viernes y sábados, y que cada semana cinco de ellos también forman parte del musical los miércoles y jueves, llegando a coincidir todos los bailarines en la actuación en algunas funciones. Así lo reflejó una de las conversaciones de WhatsApp aportadas, en la que la colaboradora de Nacho Cano expresó: “Hola a todos... Dirección me acaba de decir que hasta el domingo quiere que salgáis todos en función, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, gracias a todos”.
Los agentes han concluido que, por el momento, la compañía Malinche The Musical SL “se estaría lucrando de la actividad laboral de sus seleccionados”, dado que, tras un breve periodo aprendiendo las canciones y coreografías se incorporaron al musical. Es decir, comenzaron a trabajar “percibiendo una cantidad económica por ello, por debajo de convenio, llegando a expresar el estado de necesidad alcanzado, teniendo que recurrir a familiares y ahorros personales para lograr subsistir cada mes”.
Los pagos mensuales ascendieron finalmente a 500 euros, destinados a cubrir la estancia, a excepción del alojamiento. El primero cobraron 300 euros y el segundo, 400.
La magistrada anunció este martes en el auto que llamará a declarar a Cano y sus colaboradores como investigados pero que antes quiere poner en práctica varias diligencias: llama a declarar tanto a la denunciante como a los otros 19 jóvenes bailarines, a los que considera “perjudicados”. También pide información a la Inspección Provincial de Trabajo, la Tesorería de la Seguridad Social, la Comunidad de Madrid y el Registro Mercantil.
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