Marta Poveda, que comenzó su andadura en la sala Cuarta Pared de Madrid es, ante todo, una actriz de raza y una persona que va de frente como bien demuestran sus respuestas a este periódico. La semana que viene presenta obra en Almagro, nada menos que en el Corral de Comedias. Es la primera vez que actúa en este espacio mítico. “Es mi bautismo”, confiesa a este periódico. Presenta una pequeña maravilla, una obra de Lope hasta ahora inédita, La francesa Laura, en la que Poveda demuestra la maestría que ha ido acuñando con los años, sobre todo el cómo manejar un clásico con amor, respeto al verso y capacidad de movimiento y ritmo, algo que aprendió durante seis años en la Compañía Nacional de Teatro Clásico bajo la dirección de Helena Pimenta.
Pero Poveda, actriz bien conocida por el público de teatro por obras como Malvivir o La dama duende, lleva semanas estando en el centro de atención de muchos. Ella fue quien señaló que el “rey estaba desnudo”. A principio de mes, Poveda puso un mensaje en sus redes pidiendo explicaciones al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, por los cobros del director de la CNTC de trabajos que nunca realizó. Mensaje donde adjuntaba los documentos oficiales que lo acreditaban.
Las medidas del INAEM al respecto ya se notan. La gira proyectada para la temporada que viene de El templo vacío acaba de ser retirada de la página web de la compañía y este periódico ha confirmado con el Ministerio de Cultura que esa gira no se llevará a cabo. Lo que comenzó siendo un mensaje en redes desde la isla virtual de la cuenta de una actriz comienza a convertirse en una bola de nieve que habrá que ver dónde acaba y a quién se lleva consigo.
¿Cuándo comenzó a sospechar de este asunto?
Precisamente por un articulo de su periódico donde se comenzó a hablar de los desorbitados sueldos que estaban cobrando los directores de los centros nacionales. Ahí puse un mensaje en redes irónico diciendo la admiración que me causaba Lluís Homar, capaz de dirigir la CNTC, protagonizar los espectáculos, hacer las versiones, dirigir y codirigir las obras. Era bien irónico, pero Homar incluso me lo agradeció, ahora me tiene bloqueada.
¿Qué le lleva a interesarse más y empezar a solicitar información en el portal de transparencia?
Un amigo me lo aconseja y me doy cuenta de que ahora cualquier ciudadano puede acceder a este tipo de información. Lo que me lleva a indagar es el haber trabajado en la CNTC y querer ese patrimonio y esa compañía. Pero para ser sincera del todo te diré que si Lluís Homar no me hubiera tratado con tanto desprecio quizá no me hubiera metido a fondo.
Desprecio, ¿por?
Cuando dejé la CNTC me siguieron tratando de maravilla, incluso hice un video de promoción y siempre me trataban con cariño. Luego me pidieron asistir a un taller para trabajar con Declan Donelllan que estaba montando La vida es sueño. Y dije que sí, claro. Tuve que cambiar fechas del rodaje de una serie de televisión que estaba realizando, pero cuando llegó el momento me desconvocaron. Pedí explicaciones a la compañía, llamé y escribí durante meses. Nunca me contestaron y un buen día vi que me habían quitado del corte de invitados para el teatro.
Eso es feo…
El colmo fue el año pasado cuando en los Premios Talía coincidimos varios actores para decir textos de Lorca en escena. Entre ellos estábamos Homar y yo. En los ensayos, en el propio escenario, Homar ni me saludó, ni se dignó a mirarme a la cara, como si tuviera algo personal en contra de mí. Lógicamente le toqué la espalda y le saludé, en ese momento me contestó muy educadamente y con sonrisa. No aguanto esas hipocresías, no me gusta que me ninguneen. Así, que sí, también se puede decir que mi investigación la provocó su mala educación.
Homar tiene una ambición por afianzar su carrera que pasa por encima de su responsabilidad de divulgar la cultura y el patrimonio nacional del Siglo de Oro que es para lo que le han contratado
Alguien podría decir que su denuncia es interesada, incluso es algo de lo que la han acusado en redes.
Qué se le va a hacer. Para el último espectáculo que hice en la CNTC tuve que hacer tres audiciones, al final Mario Gas me eligió para hacer La hija del aire. Yo formaba parte de la compañía, podía haber continuado con Pimenta, pero decidí no hacerlo. Había que tomar aire. Y por supuesto, que una vez que salí entendí que en los teatros públicos tiene que haber una rotación y que a mí nunca me ha pertenecido nada. Si es necesario decir esto para callar bocas, se dice.
¿Ha sufrido algún tipo de presión desde que comenzó a denunciar este caso en redes?
No, lo que sí es que mucha gente que me quiere, cuando comencé con esto me advirtieron de que tuviese cuidado, que me podía perjudicar, que me estaba jugando el pan. Bueno, yo no puedo dormir tranquila si tengo que hacer las cosas para proteger mi pan. Me dedico a esto porque amo esta profesión y además amo con locura el teatro clásico, es nuestro patrimonio, ¿qué patrimonio más importante tenemos que Cervantes, Lope o Calderón? Se trata de alzar la voz y decir que no, que así no. Lo que más me indigna es que no se habla de lo que realmente importa. Ahora podríamos estar hablando, por ejemplo, de cómo en la obra que estamos haciendo, La Francesa Laura, se aborda ya en el siglo XVII el maltrato de género. Y por qué no ponemos el foco en esto, porque hay que hablar de un señor que se está forrando.
¿No cree que haya realizado bien su trabajo como director?
Pues ya lo siento, pero después de todo lo visto me da la sensación de que Homar tiene una ambición por afianzar su carrera que pasa por encima de su responsabilidad de divulgar la cultura y el patrimonio nacional del Siglo de Oro que es para lo que le han contratado. Cuando antes de la presentación de la temporada me enteré de que iba a actuar en el nuevo espectáculo de Donellan pues no me pareció ético, no me parece ético que utilices tu posición como director para autoasignarte un protagonista con un director de renombre extranjero cuando tu labor es divulgar la cultura al público.
Pero ese proyecto, El Rey Lear, como hemos contado en este periódico, no se lleva a cabo porque el Ministerio de Cultura en su renovación impide a Homar actuar en la CNTC y fuera de ella, aspecto este último que parece querer prever coproducciones de la CNTC con empresas privadas como es el caso de Declan Donellan, ¿no?
Entiendo que el INAEM le ha dado un toque. Pero no es suficiente. Me da la sensación de que después de estos tres años quitarle un caramelo ya no vale. A mí me dicen “vas a dirigir la compañía nacional” y asumo el sacrificio de dejar de ser actor para dedicarme a divulgar la cultura del Siglo de Oro, que es para lo que me están llamando. Este señor le ha faltado el respeto al público, a la profesión y, en definitiva, a la cultura.
¿Qué es lo que le parece más grave de todo este caso?
La impunidad, que espero acabe ya. Y la falta de responsabilidad. A parte de la legalidad, lo que está claro es que su proceder no es ético. Todos somos humanos y cometemos torpezas. Yo la primera, pero trabajo por mejorar y ser íntegra. Ha visto el cielo abierto, ha flipado, se ha dicho aquí puedo actuar, dirigir, que me dirija Declan Donellan y luego viajar de gira con la productora privada.. Es decir, ha convertido la CNTC en un espacio más pensando en él que en los ciudadanos. Bueno, pues pides perdón, dices que se te ha ido la pinza y dimites. Pero prevalece la hipocresía, el creerse por encima de todo y no pedir ni disculpas. Esto me parece terrible, no va a dimitir y Homar debería hacerlo.
Marta Poveda después de Almagro comienza una extensa gira con La francesa Laura. Por cambios en el reparto en las funciones de Almagro actuará ella misma como Laura, así que quien quiera verla tendrá que ser en la localidad almagreña. Aunque la suerte está echada. Todas las entradas están ya vendidas. En octubre Poveda estrenará la película Apocalipsis Zombie de Carles Torrent y una serie, Asuntos internos, la nueva policiaca de RTVE que protagonizará con actores como Nacho Fresneda, Silvia Abascal o Luis Callejo. Además, ya tiene nuevo proyecto teatral junto con Helena Pimenta, aunque todavía prefiere no anunciarlo.