Los polémicos contratos de propiedad intelectual que han provocado la caída de Lluís Homar
Desde el mundo del teatro se pidió la dimisión de Lluís Homar cuando se hizo público que algunos de sus contratos públicos con la Administración, además del que tiene como director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, reflejaban un concepto ―dirección de escena― pero en realidad remuneraban otro: interpretación. Había transcurrido un mes pero el desenlace de esta situación tensa, unos días en los que el Ministerio de Cultura le abrió un expediente, se ha resuelto no como dimisión ni como cese o destitución, sino con una salida pactada.
No obstante, se concluye la vía política pero no la administrativa, pues las “actuaciones previas” que ha abierto el Ministerio tienen que desarrollarse y transitar su cauce interno hasta que se aclaren los contratos y las remuneraciones con el que fue fundador del Teatre Lliure y un icono del teatro catalán, así como uno de los actores más respetados del país.
Desde que accedió a la dirección de la CNTC en 2019, propuesto por Amaya de Miguel tras un proceso en el que se valoraron varios proyectos, Homar ha recibido del INAEM más de 545.000 euros por diferentes tipos de contratos. El primer año (2019), su remuneración fue de algo más de 23.000 euros (se incorpora al puesto el 1 de septiembre), pero los completó con 18.000 euros por los derechos de propiedad intelectual de la puesta en escena de un recital de poemas de San Juan de la Cruz en el Auditorio del Museo del Prado. No recibió ese pago por su trabajo actoral en el recital sino en concepto de cesión de derechos como director escénico.
Este tipo de concepto se irá repitiendo en los años siguientes. En 2020 ya cobró su remuneración completa, casi 74.000 euros, una cantidad que se va ajustando año a año. A esa cantidad y en ese año se le suma 25.000 por los derechos de propiedad intelectual durante cinco años de La comedia de maravillas de Ramón de la Cruz y de “la puesta en escena” de En compañía de los clásicos, un “espacio virtual” que pone en marcha la CNTC que no es otra cosa que entrevistas por videollamada, algo propio de la pandemia, pero que ni siquiera conducía él. En total, casi 124.000 euros.
En ese año, la CNTC puso en pie un montaje de El príncipe constante de Calderón de la Barca, con dirección, versión y música de Xavier Albertí, según indica su página web. En cambio, esta adaptación está registrada en la SGAE tanto a nombre de Albertí como a nombre de Homar, una información que se omite en la web. Al registrarse como coadaptador de la obra, a Lluís Homar le corresponde un retorno de taquilla por la vía de la recaudación colectiva de los derechos de autor.
2021 y 2022, remuneración en ascenso
En 2021, Homar recibe por su contrato como director de la Compañía algo más de 74.600 euros. Ese año, mejora la cifra con tres contratos de cesión de derechos de propiedad intelectual. El primero de ellos son 14.000 euros por la codirección de escena de Caravaggio, Vermeer, Velázquez. Este montaje es un espectáculo musical creado, dirigido e interpretado únicamente por Xavier Albertí, mano derecha de Homar, quien, al piano, interpreta diversas obras del siglo XVII mientras analiza tres cuadros de los maestros barrocos que aparecen nombrados en el título. Quien no aparece nombrado como codirector de escena en los créditos de la web de la CNTC es Lluís Homar.
El segundo de los contratos corresponde al pago por los derechos de propiedad intelectual de la codirección de escena de la obra Antonio y Cleopatra, dirigida por José Carlos Plaza. pero Lluís Homar no aparece en los créditos como director de escena, solamente como actor. Este contrato le repercute 18.000 euros más. Y el tercero de ese año, en concepto de derechos de propiedad intelectual sobre la codirección de escena de la obra Esta primavera fugitiva, serán otros 18.000. Esta obra, escrita y dirigida por Alberto Conejero, no aporta en sus créditos presencia alguna de Lluís Homar. Se cierra 2021, año de pandemia, con el INAEM pagando a Homar un total de casi 124.600 euros.
En 2022, sigue subiendo ligeramente su contrato anual, ya en casi 77.300 euros. Dos complementos le hacen sumar 50.000 euros más. Uno de ellos, 30.000 euros, llegará por los derechos de propiedad intelectual sobre la dirección de escena de Lo fingido verdadero, una obra de Lope de Vega dirigida por Homar y con Oscar Valsecchi como ayudante de dirección. Los créditos de la obra en la web de la CNTC no indican quién realiza la versión cuyo montaje se lleva a escena pero elDiario.es ha podido comprobar que esta adaptación está registrada en la SGAE a nombre de Lluís Homar, por lo que habrá recibido un porcentaje de lo recaudado en taquilla.
Porcentajes de taquilla
Por regla general, un autor o adaptador recibe un 10% de la recaudación, aunque SGAE tiene un acuerdo especial para rebajar al 5% el porcentaje cuando se trata de obras que originalmente están ya en dominio público, como es el caso de los textos del Siglo de Oro. De esa obra, que giró por siete ciudades más después de una veintena de representaciones en Madrid, se hicieron más de 50 funciones.
Y, por último, el Ministerio de Cultura le paga otros 20.000 euros en 2022 en concepto de derechos de propiedad intelectual de la dirección de escena de la obra Adolfo Marsillach soy yo, dirigida por Lluís Homar con dramaturgia de Xavier Albertí en la que actúa, una vez más, Homar, y que se representa únicamente en el Festival de Teatro de Almagro. Al igual que los místicos, Shakespeare o la obra musical sobre los pintores, esta tampoco se encuadra dentro del repertorio del Siglo de Oro, que es la misión de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, algo que se ha criticado a Homar en estos años. De igual manera, cuando su proyecto fue seleccionado para dirigir la CNTC, el propio Homar afirmó no ser un experto en el teatro clásico y que había venido a “aprender”. Por ello, el sindicato UGT emitió una queja pública y pidió la publicación del proyecto que le hizo merecer la designación y de las actas de deliberación, pero no se le fue concedido. 2022 se cierra con pagos por algo más de 127.200 euros para Lluís Homar.
'La discreta enamorada'
En el año 23, su contrato se coloca en algo más de 79.500 euros, que el INAEM complementará con otros dos pagos. Uno de ellos por 15.000 euros como contraprestación por los derechos de propiedad intelectual de la puesta en escena de El templo vacío. Esto es un espectáculo sobre “la riqueza poética del fenómeno místico” en el que actúa únicamente Lluís Homar, recitando. Además, firma la dirección junto a Brenda Escobedo. La obra se representó en Madrid, Barcelona y en el Corral de Comedias de Almagro.
El segundo pago de ese año, y el último del que se tiene constancia hasta ahora fuera de su contrato principal, es por derechos de propiedad intelectual de la adaptación de la obra La discreta enamorada. Aunque se trata de solo 5.000 euros, es un pago muy controvertido. Según pudo comprobar elDiario.es, el texto que se utilizó para preparar la obra era la tesis doctoral de Gemma Burgos, una edición crítica de este título de Lope de Vega. El Periódico de España chequeó que la puesta en escena coincidía palabra por palabra con el texto de Burgos, por lo que un experto legal consultado por ese medio se aventuró a denominarlo “plagio”, al atribuirse Homar una adaptación que supuestamente corresponde a Burgos. De hecho, la publicación del texto por parte de la CNTC recoge el crédito de Gemma Burgos Segarra como “edición crítica digital” en el librito. La web de la CNTC no informa de quién es la versión, pero en la SGAE está registrada a nombre de Lluís Homar.
Cuando Homar deje de dirigir la Compañía Nacional de Teatro Clásico el 31 de diciembre de este año, tal y como ha informado este jueves el INAEM, Homar podrá cobrar la totalidad de su salario anual, que este año asciende 79.586 euros, sin que por ahora se conozcan más mejoras. No obstante, según trasladó el Ministerio a este medio, existe un segundo contrato con Homar que le permite facturar anualmente 50.000 euros más en concepto de cesión de propiedad intelectual. Pero el portal de Contratación del Estado no refleja ningún otro contrato para este año, en el que ha dirigido obras como El gran teatro del mundo en el Festival de Almagro y El templo vacío.
En total durante la vigencia de su contrato, contando 2024 y desde 2019, Lluís Homar ha percibido del instituto público que dirige las políticas escénicas, 546.799 euros.
Para 2025, ya está anunciado Entre rimas y riberas, codirigida por Gabriel Calderón Lluís Homar y en coproducción con la Comedia Nacional de Uruguay, un diálogo entre los sonetos de Garcilaso de la Vega y poetas contemporáneas uruguayas. Pero cuando llegue a escena, ya habrá otra persona al frente de la CNTC.
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