Coincidiendo con su salida en la dirección del Festival de Almagro, Natalia Menéndez vuelve hoy, en el teatro Pavón Kamikaze, a la dirección con “Tebas Land”, un premiado texto de Sergio Blanco que es “sanador”: “Me ha curado de ese frío que pasé con la muerte de Pepe Sancho”, fallecido en 2013.
“'Tebas Land' tiene un poder curativo y transformador, en los personajes y no solo en ellos, también en mí”, ha explicado en una entrevista con EFE la actriz y dramaturga, que en diciembre pasará el testigo a Ignacio García al frente del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.
Ha sido responsable de ese certamen durante 7 años, en los que no ha dejado de dirigir -“siempre he estado en varios proyectos”, recuerda-, aunque ahora “coincide” que “Tebas Land”, que lleva hoy a su “querido” Pavón Kamikaze, es la primera obra que monta desde que renunciase a seguir dirigiendo el festival ciudadrealeño.
“Es una coincidencia para mí muy agradable porque me ha permitido también empezar a soñar, casi antes de irme del festival, en un proyecto que llevaba desde 2015 con ganas de realizar”, apostilla Menéndez (Madrid, 1967).
“Todo está siendo muy hermoso”, reconoce, y más teniendo en cuenta que su “última dirección”, “La amante inglesa” de Marguerite Duras -sin contar, matiza, “La villana” que montó para la Zarzuela- fue “mucho más dura” por la muerte de Sancho, el actor que la iba a estrenar.
Ahora, dice, tiene ganas “de muchas cosas”: su siguiente trabajo es un “Tartufo” para la Comedia Nacional de Uruguay y “le encantaría” volver a actuar y hacer talleres porque la pedagogía también le interesa.
Tampoco “descarta” la gestión, “pero desde otro lugar y de otro orden”, aunque Menéndez reconoce que también tiene ganas de tener tiempo para ella.
“Tengo ganas de hacer muchas cosas y también tengo ganas de, no tanto descansar, sino reciclarme. De volverme a llenar de cosas buenas y ricas e intensas. Estoy con ganas de poder pasear”, añade.
En la coproducción de la Compañía Salvador Collado y el Pavón Kamikaze, con la colaboración de la Comunidad de Madrid, que estrena hoy, toma como tema central la figura del parricidio.
El dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco escribe “Tebas Land” inspirándose en el mito de Edipo, en la vida del santo europeo del siglo IV San Martín y en un expediente jurídico creado e imaginado por el propio autor sobre el juicio de un joven parricida.
A partir de los distintos encuentros que en prisión este joven parricida -Pablo Espinosa- y un dramaturgo -Israel Elejalde- que trata de escribir la historia de dicho crimen, “Tebas Land” irá poco a poco a poco centrándose no tanto en la construcción del parricidio como en la representación escénica de los encuentros entre ambos.
“Es una obra que revisita el mito de Edipo desde un lugar que hace falta hablar, del que a mí me interesa hablar, que es el maltrato. Un padre maltrata a su hijo desde la infancia y a su mujer, ¿se puede llamar padre a ese señor? ¿Ese niño no va a tener consecuencias?”, explica.
El montaje, declarado Obra de Interés Cultural por el Ministerio del Interior de Uruguay, “tiene mucho de metateatro”, adelanta, ya que “son muñecas rusas y no paras de abrirlas”, mezclando el drama clásico con la ternura que nace entre los dos personajes y toques de humor.