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Tres relatos inolvidables sobre la vida secreta de las plantas, los pájaros y los peces

La memoria secreta de las hojas. Una historia de árboles, ciencia y amorHope Jahren (Ediciones Paidós, 2017)

La crítica más temida del New York Times dice que este libro ha hecho por la botánica lo que los ensayos de Oliver Sacks hicieron por la neurología. Y lo que Stephen Jay Gould ha hecho por la paleontología. En esta inspiradora autobiografía que en su versión original se llama Lab Girl (chica de laboratorio), la geobióloga Hope Jahren cuenta que tuvo la suerte de tener un padre científico que le “enseñó durante cuarenta y dos años seguidos los rudimentos de la física y de las ciencias de la tierra en aquel laboratorio”.

La memoria secreta de las hojas es la historia de su lucha para construir el suyo propio y las herramientas necesarias para desencriptar lo que para ella es el centro y el origen del universo, una máquina inventada hace más de cuatrocientos millones de años, dotada de extraordinarios superpoderes. Explica cómo sobreviven los cactus, por qué las hojas más grandes crecen en la barriga del árbol, la multiplicidad de las raíces o el tamaño exacto de un bosque. También habla de su árbol favorito, la pícea azul.

El relato es deslumbrante e inspirador, lleno de momentos trascendentes y largas noches sin más compañía que un espectrómetro de masas, un cuaderno y el hueso de una cereza. Es el regalo perfecto para los que sueñan o soñaron con la bata blanca, para cualquier hija de científico aspirante a Marie Curie, pero también para cualquiera que tenga el precioso hábito de preguntarse cosas y alimentar su propia curiosidad natural con nutrientes de primera calidad. 

El libro de los peces de William Gould

Richard Flanagan (Literatura Random House, 2017)

La erudita literatura del pacífico sur lleva en los huesos la mágica luz del descubrimiento, pero también el fantasma de unos dioses anteriores y la maldición de una colonización reciente y genocida, que empieza ahora a desenterrarse como la venganza de un cementerio indio. El protagonista de la visionaria novela de Richard Flanagan es William Buelow Gould, un falsificador que cumple condena en la famosa colonia penitenciaria de la Isla de Sara.

La famosa isla está tan aislada que su única vía de acceso es un estrecho canal que los ingleses llamaron las puertas del infierno. Allí emprende el trabajo de catalogar los peces de Tasmania, los doce peces del título que son la espina dorsal de su narración.

Este libro encuentra su compañía natural en The Proposition, el western que dirigió John Hillcoat en 2005, con guión de su amigo Nick Cave. Comparten los mismos motivos, como la obsesión de los colonos británicos por limpiar la tierra salvaje con reproducciones absurdas de la plácida campiña inglesa, o el retrato completamente fantástico que envían a la Inglaterra victoriana para justificar su sadismo científico y su permanencia en la isla.

Como en un truco esteganográfico, cada relato de esta novela es un esfuerzo para esconder su reverso malvado, incluyendo los peces del propio Gould, que vive en una celda mugrienta que se llena de agua cuando sube la marea, y que esconden retratos de asesinos, iluminados, torturadores y cuentistas. Hay en los nombres ecos cervantinos, nabokovianos y el espectro de otro excelente contador de cuentos, Stephen Jay Gould. 

El Ingenio de los pájaros

Jennifer Ackerman (Ariel, 2017)

Ni delfines, ni pulpos, ni tu bonito Collie de la frontera. El cerebro más privilegiado del mundo animal, a la par con los orangutanes y los chimpancés, es el cuervo de Nueva Caledonia, un córvido que habita en una pequeña isla del pacífico sur y cuya habilidad para construir herramientas y usarlas a conveniencia ha imantado a toda una generación de neurocientíficos y especialistas en cognición animal. Al parecer, ser cabezón ayuda. 

Los pájaros tienen una inteligencia muy parecida a la nuestra: aprenden rápidamente, pueden viajar en el tiempo mentalmente, pueden resolver problemas, pensar de manera lógica, tienen excelente memoria y lo que es más importante, imaginación. Son manipuladores, les gusta provocar. También son empáticos y reflexivos, se besan para consolarse, se cantan para recordar. Todo lo que aprendemos sobre ellos en este libro nos ayuda a reflexionar sobre nuestras propias capacidades cognitivas. Este libro es el manual. 

Jennifer Ackerman, que ha ganado todos los premios de divulgación científica de Norteamérica, dedica un capítulo a investigar cada una de estas habilidades y acaba con el acertijo que todos los pájaros del mundo tendrán que resolver en los próximos años: el cambio climático. Después de este libro ya nadie volverá a llamar a nadie cabeza de chorlito como si fuera algo malo.