El célebre naturalista británico David Attenborough inauguró este viernes en Londres una nueva e “inusual” exposición sobre la obra del pintor inglés J.M.W Turner, presentada, por primera vez, en la única casa que sigue existiendo del artista.
“La influencia de Turner aún sigue latente a día de hoy, pero no hay ningún sitio donde se pueda sentir de forma tan vívida y conmovedora como en esta casa”, manifestó Attenborough durante la presentación de la muestra ante los medios.
Situada en la localidad de Twickenham y diseñada por el propio Turner, el hogar del creador británico es “una obra de arte en sí misma”, señaló Michael Deriaz, vicepresidente de la fundación destinada a recaudar fondos para su conservación.
“Turner la ideó, la diseñó y vivió en ella y hoy es la única de sus casas que ha sobrevivido, así que es para nosotros un honor poder abrir sus puertas al público”, añadió.
Considerado uno de los grandes maestros de la pintura paisajista británica, el trabajo de Turner estuvo íntimamente influenciado por el río Támesis, una inspiración que se mantuvo omnipresente durante toda su vida.
Tal era su fascinación, que el pintor diseñó una villa para sí mismo con el propósito de poder apreciar el río cada día desde la ventana de su dormitorio.
Durante su estancia en aquella vivienda, Turner pasaba sus días en el río. Adquirió un pequeño barco y lo modificó para usarlo como estudio flotante y poder plasmar sus impresiones in situ.
“Los visitantes podrán disfrutar de estos óleos, raramente vistos, que ofrecen una visión fascinante e íntima de la práctica del gran artista, y que, además, muestran cómo respondía con particular inmediatez a un tema de gran importancia para él”, apuntó el comisario Andrew Loukes.
Bajo el nombre “Turner y el Támesis”, la muestra recoge bocetos al óleo pintados sobre pequeños paneles de madera que forman parte de la serie de trabajos que el paisajista realizó en su estudio flotante.
Durante sus paseos en barco, solía dibujar sobre materiales que fueran portátiles y al mismo tiempo sólidos. A veces pintaba sobre hojas de chapa de caoba y se cree que en ocasiones utilizaba muebles reciclados.
Lo “inusual” de esta colección, explica el comisario, es que el propio Turner declaró que “pintar al aire libre era una pérdida de tiempo”.
El artista, prosiguió, solía dibujar bocetos a lápiz in situ como referencia para posteriormente ir a su estudio en la calle Queen Anne y crear obras más grandes en óleo y acuarela.
“Por eso los cinco cuadros de la exposición son tan extraños y reafirman el ímpetu que el artista ponía en representar con exactitud su río favorito”, declaró.
Como reflejo de una faceta más personal y espontánea, el reconocido presentador de documentales sobre naturaleza Attenborough describió la exposición como un “extraordinario viaje de imaginación” y no dudó en mostrar su gratitud hacia “el cuidado y la dedicación de toda la gente local que ha rescatado y ha sacado a la luz este increíble trabajo”.
Puesta en marcha gracias a la colaboración del proyecto “Ferryman” y de particulares, “Turner y el Támesis” estará abierta al público hasta el 29 de marzo de este año.
Claudia Böesser