The Handsome Family: Far From Any Road
Hubo un tiempo, a comienzos del año, en que todo giraba en torno a True Detective, su ambientación tóxica, las niñas muertas y la verborrea química de Matthew McConaughey, que menudo año se ha marcado con El lobo de Wall Street, Dallas Buyers Club e Interstellar, Oscar incluido.
Y gran parte del impacto inicial de esta serie en el espectador se debe al tema elegido como apertura, Far From Any Road (grabado hace 10 años, ojo), country-folk maldito hecho con huesos y polvo que hunde sus raíces en la tumba de Johnny Cash y que sienta tan bien al gótico sureño, a estos dos cowboys de la era industrial. El matrimonio formado por Rennie y Brett Sparks pasó por España, ya convertido en hype, y nos recordó que no hace mucho aquí no les hacíamos ni caso.
Nicki Minaj: Anaconda
Anaconda
En 2014 no hemos tenido twerking ni perreos que escandalizasen a los biempensantes, pero el “controvertido” videoclip para Anaconda de Nicki Minaj ha sido analizado y sobreanalizado, objeto de parodias en la red y troceado mil veces en GIFs que han servido para ilustrar cualquier situación.
Y al igual que la actuación de Beyoncé en los premios MTV Video Music Awards o el discurso de Emma Watson en las Naciones Unidas, ha conseguido llevar a los grandes medios el debate sobre el feminismo y la imagen de la mujer en la industria del entretenimiento: como le dijo Lorde a Diplo en aquel tuit glorioso, antes de decirme de que necesito un culo igual deberíamos hablar del tamaño ridículo de tu pene.
Young Fathers: Dead
Dead
2014 ha sido el año en que el rap se volvió loco del todo. El género ha seguido retorciéndose y haciéndose cada vez más y más raro. Ahí están los trabajos difícilmente clasificables de gente como clipping, Antwon, Cities Aviv, Ratking, Blue Daisy y Death Grips: hay más creatividad en ellos que en todo el rock junto publicado en 2014.
Desde Escocia, Young Fathers aportaron su granito de arena a un rap al que no le preocupa lo más mínimo mancharse con el pop y agradar al personal, a la vez que mostrarse feo e imperfecto, bastardo, impuro y sensible, y encima con el beneplácito de la industria británica, que le concedió Mercury Prize al mejor álbum del año.
Against Me!: Transgender Dysphoria Blues
Transgender Dysphoria Blues
El punk iba sobre esto: rebelarte contra lo establecido y mandar a la mierda lo que todo el mundo espera de ti, empezando por la propia escena, podrida de acomodamiento y clichés machistas. ¿Harto de polla-rock a estas alturas, de que nuestros queridos músicos se la midan constantemente? No me extraña: Transgender Dysphoria Blues es el gran álbum sobre una estrella transexual, Laura Jane Grace, de su experiencia en los últimos meses sometida al cambio de sexo, de lo que vino después (entre otras cosas, el rechazo de algunos de sus compañeros) y del futuro que tiene por delante como una de las voces más interesantes del pop.
Otro hit que ha cuestionado los roles en 2014 ha sido Let's Talk About Gender Baby de Planningtorock: hablemos de género, hablemos de ti y de mí, hablemos de ello mientras bailamos.
Nacho Vegas: Resituación
Resituación
Escuchar a Nacho Vegas siempre es interesante, ya sea en sus textos para el libro de Víctor Lenore o para el de los Smiths, en su Twitter, en colaboración con la Fundación Robo o hablando con todo el sentido común de las propuestas de Podemos. “Vienen de frente gigantes de azul con las bocas llenas de su democracia, pero el miedo ha dejado de ser la actitud.
Suena en cada cabeza un hermoso runrún: Nos quieren en soledad, nos tendrán en común“, canta en Runrún. Resituación, con esa portada que es una mano tendida a la cultura LGBT, es una invitación a cambiar el foco, a dejar de mirarse el ombligo como artista y a devolverle al pop su significado ”popular“. Costumbrismo y literatura, claro, pero también bajar a la calle y escribir sobre lo que nos pasa.
FKA Twigs: LP 1
LP 1
Amazona high tech, Aaliyah del siglo XXXI, Tahliah Debrett Barnett es otra de las artistas que más tinta ha hecho correr en los últimos 12 meses en la prensa especializada, que en términos generales ha caído rendida a su lectura del R&B, el trip-hop noventero y de sus potentes videoclips, de carga sexual explícita y originalísima puesta en escena.
Como ya dijimos por aquí, puede que en formato largo no suene tan “innovadora” como en sus EPs previos, pero es indudable que su visión de artista total (produce, canta, baila, dirige) y la imagen que tiene de sí misma (es presa y cazadora a la vez) hace que pases por alto otros detalles. Y de nuevo, como ya hemos dicho, ignora a aquellos medios que la reducen a “la novia de Robert Pattinson”.
Run the Jewels: RTJ2
RTJ2
La primera colaboración entre El-P y Killer Mike bajo el nombre Run the Jewels, publicada en 2013, no pasó de divertimento, un proyecto paralelo nacido de la espontaneidad. Error suyo y error de valoración nuestro, viendo la excelente forma con la que han regresado en este segundo disco, de descarga gratuita en su web.
El-P sigue tirando de samples de rock progresivo, psicodelia y producciones post-apocalípticas y ahí está el gordo de Killer Mike para tapar cualquier carencia que pueda tener el blanquito a la hora de rapear; dos superhéroes de la vieja escuela que adquieren sus poderes fumando marihuana antes de grabar. Ah, y también está aquello de la versión el disco cantada por gatos.
Mica Levi: Under the skin
Under the skinComo McConaughey, Scarlett Johansson no es que se haya estado quieta precisamente en 2014. Se puede decir que es lo mejor que le ha pasado a la ciencia ficción, vistas Her, Capitán América: El soldado de invierno, Lucy y Under The Skin.
Jonathan Glazer, director de esta última, se arriesgó y acertó de lleno al elegir a la cantante y compositora británica Mica Levi (Micachu, sin experiencia previa con las bandas sonoras) para poner música a su película: el resultado es una inquietante pieza que acompaña a Johansson en su particular cruising en busca de hombres que recolectar, como una mantis de alquitrán escondida bajo piel humana.
Caribou: Our Love
Our Love
Junto a Awake de Tycho, ASÍ SUENA UN VERANO [inserte aquí su ristra de corazones]
Todd Terje: Delorean Dynamite
Delorean Dynamite
Su majestad Giorgio Moroder bajó de su nave nodriza en 2013 gracias a Daft Punk y este año han seguido los homenajes al pionero de los sintetizadores y la música disco. Uno ha sido Lost on The Way Home de Chromeo y Solange, con ecos evidentes a la astronauta Donna Summer, y el otro este Delorean Dynamite de Todd Terje, más propio de los viajes de From Here To Eternity, con videoclip ochentero incluido.
Aphex Twin: Syro
Syro
Quién hubiera pensado que en 2014 veríamos el regreso de Richard D. James ¡por partida doble! Primero nos llegó Caustic Window, grabado en 1994 y nunca publicado de forma oficial, y pocos meses después le tocó el turno a Syro, campaña viral misteriosa previa, claro. En un año donde también han brillado los discos de Sd Laika, con ese ambient futurista lleno de interferencias, y los beats rotos de Millie & Andrea, Aphex Twin es el padre de todos nosotros. Un respeto.
Tielsie: Palett
Palett
PC Music ha sido otra de las cosas más interesantes que han pasado estos últimos meses y sobre las que más se ha escrito en la prensa musical.El trabajo del sello se ha convertido en un estilo propio que dispara el superpop hasta pasado mañana, sintético, dulzón, hiperdigital y con referencias propias de su tiempo, como el K-pop, los videojuegos y unas melodías y efectos sonoros que parecen sacados de tu amigable entorno Windows.Palette de Tielsie, con su voz pitufa y esos subidones, es la gominola perfecta, el tipo de chicle que te estalla en la boca.
St Vincent: St. Vincent
St. Vincent
Ya lo dijimos por aquí: St. Vincent camina por ese pop tenso, espinoso, metálico y a veces antipático que tiene algo que decirnos porque de lo contrario prefiere no abrir la boca.
A veces se vale del art-rock, otras del funk mutante o del pop celestial. Y es escuchar Digital Witness, tan mecánica, tan automática, y entrarme ganas de sacar los ejércitos, invadir Rusia y combatir la homofobia de Putin a golpe de vanguardias rusas.
Mourn: Mourn
Mourn
Su historia es increíble y su revitalización del rock alternativo de los noventa también. Y más teniendo en cuenta que apenas han cumplido la mayoría de edad. Desde Barcelona y preparadas para el asalto al mercado estadounidense y europeo en 2015, Mourn citan como influencias a PJ Harvey, Fugazi y Sleater-Kinney y aquí mismo nos dijeron que “nos consideramos feministas, aunque no es la única lucha a la que nos vinculamos”. Suerte para los próximos meses.
Swans: To Be Kind
To Be Kind
Hay por ahí un tipo especialmente irritante de fan: el que asegura que Swans eran mejor antes y que ahora es carne de modernos. Como si no tuviera suficiente mérito que el grupo de Michael Gira esté viviendo una segunda vida con ese trío imbatible de álbumes que forman My Father Will Guide Me Up a Rope to the Sky (2010), The Seer (2012) y To Be Kind (2014). Y sus conciertos siguen siendo algo parecido a un ritual primitivo, donde no tiene sentido hablar de canciones, sino de una celebración del arte como mal necesario y “una experiencia única que probablemente nadie debería repetir”.
Temples: Sun Structures
Sun Structures
El brit-pop no vive sus mejores horas, aunque como superviviente, siempre se le ha dado bien vivir de la nostalgia. Everyday Robots de Damon Albarn tiene su gracia como recopilación de miedos y fobias de un cuarentón, pero puestos a reivindicar el legado de los sesenta, setenta y ochenta, mejor que lo hagan veinteañeros con mucha más energía.
Temples, Hookworms y The Horrors siguen el camino del revival psicodélico que nos ha invadido desde las islas en los últimos ejercicios y ofrecen de canciones que bien podrían haber sido compuestas por sus padres y abuelos, redondas y estimulantes. Fuera de las tierras británicas, pero sin abandonar el psych-pop, también ha sido un buen año para Goat y Foxygen.
Perfume Genius: Too bright
Por muy bien que componga, el mundo no necesita otro drama queen con piano en la línea de divos como Rufus Wainwright y Antony Hegarty. Mike Hadreas se ha descolgado este año con un disco áspero, intrigante y morboso, experimental a su manera, que consigue sorprender al oyente en cada escucha y que lo acerca más a los terrenos de Jamie Stewart (Xiu Xiu), Kate Bush y PJ Harvey en cuanto a sonido e intenciones, es decir, seguir desnudándose emocionalmente ante su público.
De hecho, Adrian Utley (Portishead) y John Parish (PJ Harvey) son los principales responsables de este giro musical que hace malabarismos entre la fragilidad propia de Hadreas y una fuerza inédita. Con dos tacones.
Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró: granada
granada ¿Un disco de versiones? Si solo vas a escuchar uno este año, que sea este, por favor. Leonard Cohen, Albert Pla, Edith Piaf, Enrique Morente, Novos Bahianos, Violeta Parra, Lluís Llach y María del Mar Bonet, entre otros, reinterpretados tan sólo con voz y guitarra, en castellano, inglés, portugués, catalán y lo que les echen.
¿granada con minúscula? “Porque nos referimos a la fruta y al explosivo, por su dulzura y por la intensidad de una explosión”, decían Sílvia y Raül en una entrevista. Bum.
Jozef Van Wissem & SQÜRL: Only Lovers Left Alive
Only Lovers Left AliveOtra de las grandes bandas sonoras del año, para otra cinta notable que nos ha dejado 2014, Only Lovers Left Alive de Jim Jarmusch, que además de director de cine representa mucho mejor la imagen del vampiro como rock-star que el viejo Lestat.
Imagen y música nacen en este caso del mismo lugar, de su cabeza cana, cortesía de la colaboración entre Jozef van Wissem y SQÜRL, la banda del propio Jarmusch: hablamos de una pieza anti-contemporánea, congelada en el tiempo, que avanza a un ritmo que no es el de los mortales para seguir los pasos de dos amantes (Tom Hiddleston y Tilda Swinton) en un mundo en decadencia. Ellos sobrevivirán, nosotros no.
Untold: Black Light Spiral
Black Light Spiral
Oscuro, violento, molesto como el entorno en el que te mueves cada mañana: al igual que otros artistas como Perc y Actress, Untold ha puesto banda sonora a un año marcado por las manifestaciones, la violencia policial y la polución sonora característica de las grandes urbes contemporáneas.
Es, probablemente, el disco más difícil de escuchar junto al de Swans, pero nadie dijo que reflejar la vida en el siglo XXI fuera necesariamente cosa de acordes y estribillos.