Llega a las salas de toda España la séptima edición de la fiesta del cine, que se celebrará durante el día de hoy y hasta el próximo miércoles 29 de octubre. Este año finalmente se han sumado 361 cines, que hacen un total de 3.104 pantallas dristribuidas a lo largo y ancho del país. No es de extrañar: el año pasado pasaron por caja 1,6 millones de espectadores. Para acudir al cine y beneficiarse de esta oferta sólo es necesario conseguir una acreditación registrándose en la página oficial, fiestadelcine.com.
La novedad este año es que existen dos tipos de pases, el individual y el grupal mediante el cual se puede obtener un máximo de 10 pases para la misma sesión. Las personas menores de 14 años o mayores de 60 no necesitan acreditarse antes de conseguir la rebaja en el precio de su entrada.
Por otra parte, para obtener las entradas de las películas, este año se incluyen novedades. Se puede comprar la entrada en los cajeros de los cines o a través de Internet evitando las previsibles colas que han caracterizado las ediciones anteriores. También es posible adquirir los tickets en la taquilla de forma tradicional.
Optimismo razonable
La FAPAE ha asegurado que ya hay más de 1.309.789 acreditaciones por lo que se espera una gran acogida que ronde la cifra de más de un millón y medio de espectadores que se acercaron al cine durante el fin de semana en el que transcurrió la fiesta del año pasado. Por el momento se asegura una recaudación total de 3.798.388 euros, lo que se traduce en un volumen de espectadores muy significativo - más aún tratándose de proyecciones de entre semana-, no obstante como recaudación las cifras son más bien simbólicas.
Por una parte es algo lógico teniendo en cuenta que el precio de la entrada en muchos casos se reduce a más de la mitad del precio habitual. Sin embargo, si el sindicato de productores toma esta fiesta como experimento para una posible reducción de precios generalizada, puede que no sea tan obvia la dualidad público-rentabilidad.
En cualquier caso, no cabe duda que entre semana mediante esta modalidad las salas se llenan. La gente ve cine y paga por ello, que de eso se trata. Y a las salas les conviene que las familias compren sus palomitas y sus refrescos, que probablemente sean muchos más con este precio. Y en último término, a las productoras y distribuidoras les conviene que sus películas estén una semana más en taquilla, y que el alquiler de sus copias se prolongue.
Desde luego, extrapolando los precios de la fiesta al consumo de ocio, caemos en la cuenta de que nos puede salir más barato ir a ver Boyhood que tomarnos una caña en Gran Vía. Habrá que valorar. Al menos parece que ir al cine para pasar la tarde ahora vuelve a ser una opción para el público.
Los organizadores de esta propuesta Los organizadores del evento la patronal de productores (FAPAE), Federación de Distribuidores de Cine (FEDICINE), Federación de Cines de España (FECE) y el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA) no han dado versión alguna sobre si la iniciativa se pudiése normalizar en las salas durante el resto del año. De hecho en la edición anterior se desmintió desde estos organismos cualquier posible generalización de precios.
En otro orden de cosas, según afirmaba Lorena Gonzalez, directora general del ICAA, “En el top 10 provisional de taquilla de este fin de semana, cinco de diez películas son españolas”. En la página oficial del evento se puede consultar también las cintas recomendadas acompañadas de su sinópsis como la de las recién estrenadas La isla mínima, Perdida o Relatos Salvajes.
Viendo la representación del cine español que acudió a la presentación de la fiesta, se puede reparar en que hay más motivos que nunca para la celebración, con una cuota de pantalla histórica que en septiembre rozaba ya el 24 %. Los actores Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez acudieron en representación de La Isla Mínima, que lleva más de medio millón de espectadores.También estuvo Daniel Monzón, director de El Niño, que ha sumado 2,3 millones de asistentes en sala o el ganador de la Concha de Oro de este año, Carlos Vermut, por Magical Girl, entre otros.
El propio Santiago Segura quiso señalar que “habría que hacer una fiesta del cine español” además de animar a la gente a acudir al evento porque “es triste ver las salas vacías”.