Woody Allen se muestra preocupado por las repercusiones que puede tener el caso Weinstein. “Todo el asunto de Harvey Weinstein es muy triste para todas las personas implicadas. Es trágico para las pobres mujeres implicadas y es triste para Harvey, cuya vida se ha hecho pedazos”, ha dicho en declaraciones a la BBC.
El aclamado cineasta espera que las revelaciones sobre el productor de Hollywood conduzcan a “alguna mejora”, pero no quiere que lleve a “un ambiente de caza de brujas, un ambiente de Salem, donde cualquier hombre que guiñe el ojo a una mujer en la oficina tenga que llamar de repente a un abogado para defenderse, eso tampoco estaría bien”.
Allen ha admitido que había oído “rumores”, pero no “esas historias terroríficas” sobre Weinstein, con quien ha trabajado en varias películas. “Se oyen un millón de rumores rocambolescos todo el tiempo. Algunos resultan ser ciertos y otros, muchos, no son más que historias”, ha justificado.
Woody Allen también ha sido acusado en el pasado de acoso sexual. Su hija adoptiva, Dylan Farrow, aseguró que el cineasta abusó de ella cuando tenía siete años. Allen negó los hechos. Según explica la BBC, se ha atribuido precisamente a Weinstein el relanzamiento de la carrera de Allen después de que se conociera esa acusación.
Harvey Weinstein fue expulsado este sábado de la Academia de Hollywood, tras la investigación en la que The New York Times y The New Yorker han destapado un largo historial de acoso sexual supuestamente perpetrado por uno de los productores más poderosos del cine estadounidense. “Lo que está en cuestión es un problema muy grave que no tiene lugar en nuestra sociedad”, declaró la Academia que otorga los premios Oscar.
La investigación relata que Weinstein se ha enfrentado durante décadas a acusaciones de contactos físicos no deseados y acoso sexual y destapa que alcanzó acuerdos económicos para evitar un juicio con al menos ocho mujeres, incluidas actrices y asistentes. El productor invitaba a mujeres a su habitación del hotel por asuntos de trabajo y les saludaba desnudo, les pedía que le hicieran un masaje o les invitaba a verle duchándose.
Tras conocerse esta información, otras mujeres han hablado públicamente sobre el escándalo de Weinstein, entre las que se encuentran Emma Thompson o Jane Fonda. Thompson ha calificado al productor como un “depredador” y ha asegurado que el escándalo es solo la “punta del iceberg” de lo que sucede en Hollywood, mientras que Jane Fonda reconoció que lamentaba no haber hablado sobre los supuestos abusos sexuales cometidos por el productor Harvey Weinstein contra numerosas mujeres tras haberse enterado hace un año.
“¿Por qué no hablaron sobre ello? Porque él es poderoso, acosó a jóvenes, la mayoría mujeres que tenían unos veinte años cuando ocurrió, vulnerables, con miedo a que si decían algo o hacían algo, les arruinaría la carrera”, señaló Fonda.
Emmanuel Macron castiga al productor
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha decidido sumarse al escarmiento del cienasta Harvey Winstein, iniciando los trámites para retirarle la Legión de Honor que le impuso su antecesor, Nicolas Sarkozy, en 2012.
Según ha confirmado la Presidencia gala, Macron considera que el poderoso productor de Hollywood ha tenido un “comportamiento contrario al honor”, por lo que ha pedido a la Gran Cancillería de la Legión de Honor que abra una investigación para determinar si se le puede retirar la distinción.
Ese organismo, encargado de la atribución de las prestigiosas medallas, tendrá que emitir una recomendación, tras haber escuchado, entre otras, la opinión del ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, precisó el Elíseo.
Será esa investigación la que determine si se retira la Legión de Honor a Weinstein y, en caso afirmativo, la medida se adoptará por decreto presidencial.
De confirmarse la retirada de la Legión de Honor, Weinstein seguiría el mismo camino que el ciclista Lance Armstrong, a quien se la quitaron tras confesar en 2013 que se había dopado, o que el modisto John Galliano, condenado en 2011 por injurias antisemitas.