La XXXI edición de la Semana Negra, encuentro cultural y literario que se celebrará en Gijón del 6 al 15 de julio, homenajeará al escritor Jorge Luis Borges, uno de los narradores en español más influyentes del siglo XX.
Bajo el sello “Borges en el séptimo círculo”, el certamen literario recordará al escritor a través de numerosas actividades que contarán con la presencia de varios autores argentinos como Miguel Ángel Molfino, Enzo Maqueira o Ernesto Mallo.
Según han avanzado hoy en rueda de prensa los organizadores, el cartel anunciador de la presente edición será obra del dibujante argentino Eduardo Risso, ganador de cuatro premios Eisner, conocido por sus obras en el cómic norteamericano y títulos como “Parques Chas”.
Por el momento, la Semana Negra ha confirmado la participación de sesenta autores en lengua castellana.
El thriller como género en alza volverá a disponer de su propia sección, así como la novela negra más pura con los autores que han estado más activos en los últimos meses.
La novela histórica también contará con amplia representación en las actividades literarias del festival, que este año potenciará su apartado musical, según ha explicado el director de contenidos, Ángel de la Calle.
La poesía será protagonista con la clásica velada dirigida por el novelista Carlos Salem y el escritor Luis García Montero, que acercará al público algunos de los mejores poetas en la noche del festival gijonés.
La Semana Negra también potenciará el lenguaje del cómic a través de varias actividades en las que seis autoras debatirán acerca de la “subjetividad” de la mujer en el género.
Nuevamente, se volverá a tratar el tema de la justicia frente a la corrupción con la ayuda de jefes de informativos de diferentes medios, escritores y jueces, y la libertad de expresión y la censura en el siglo XXI.
Como todos los años, el “Festival internacional de fotoperiodismo”, dirigido por Javier Bauluz, acercará a Gijón periodistas de prestigio internacional con proyecciones, exposiciones y debates nocturnos.
En esta nueva edición, los finalistas al Premio Dashiel Hammett a la mejor novela negra en español son “Conduce rápido”, de Diego Ameixeiras; “El refugio de los canallas”, de Juan Bas; “Las lágrimas de Claire Jones”, de Berna González; “Mi querido asesino en serie”, de Alicia Giménez Bartlett; “Perros que duermen”, de Juan Madrid, y “Cruz”, de Nicolás Ferreiro.
Al Premio Memorial Silverio Cañada a la mejor primera novela de género negro concurren “Los motivos del lobo”, de Liliana Esclair; “Vienen mal dadas”, de Laura Gomara; “Ya no quedan junglas adonde regresar”, de Carlos Augusto Casas; “La asamblea de los muertos”, de Tomás Bárbulo, y “A menos de cinco centímetros”, de Marta Robles.
Al galardón Rodolfo Walsh a la mejor obra de no ficción de género negro optan “¡Extra! Antología de la crónica policial en la Argentina”, de Javier Sinay y Osvaldo Aguirre; “El proxeneta”, de Mabel Lozano, y “El hombre que no fui”, de Julio Menéndez Flores y Melchor Miralles.
Los finalistas de Premio Espartaco a la mejor novela histórica son “El relojero de la Puerta del Sol”, de Emilio Lara; “Pampa del infierno”, de Miguel Ángel Molfino, y “La perla negra”, de Claudia Casanova.
Por último, al Premio Celsius a la mejor novela de ciencia ficción y fantasía concurren “Las tres muertes de Fermín Salvochea”, de Jesús Cañadas; “Los que viven en el polvo”, de Horacio Convertini, y “Connerland”, de Laura Fernández.