Alquerías del Pouet: un tesoro del siglo XV que se recuperará con paseos de moreras y talleres con gusanos de seda
“La idea de la Alquería del Rey es que albergue simultáneamente la sede de la Fundación Bioparc y una zona expositiva de recreación de los usos y costumbres de esta alquería, lo que significaba para la huerta y para el entorno de forma que mediante citas programadas puede ser vistada diariamente con guías que expliquen todo el contenido”.
Así explica Luis Ángel Martínez, director general de Bioparc Valencia, el proyecto de recuperación del conjunto de las alquerías del Pouet que iniciarán las próximas semanas: “el arquitecto Carmel Gradolí está desarrollando el proyecto básico y en principio estará finalizado en un par de semanas”.
Las edificaciones, actualmente muy deterioradas, están ubicadas entre el Bioparc y los terrenos que se destinarán al futuro parque temático fluvial, cuyas obras empezarán tras el verano, como avanzó eldiario.es.
Según Martínez, “el conjunto está integrado por la Alquería del Rey, que es la principal, otra que es un edificio anexo dedicado a la fabricación de telares y seda, y un conjunto de construcciones que en su origen eran barracas que es lo que se conoce como la casa de Figuerols”.
El responsable de la entidad comenta que la rehabilitación está concebida para que tenga un uso concreto y diario: “vamos a recrear la gusanera que albergó en su momento la Alquería del Rey, pondremos de nuevo gusanos de seda y habrá talleres para los colegios y vamos a hacer un paseo con moreras para suministrar a los gusanos”.
En definitiva, “la idea es que los vecinos puedan volver a ver cómo eran estas alquerías, así como sus usos y costumbres, recuperar la memoria de esa manera de vivir”.
Martínez destaca que la zona protegida patrimonialmente y que tenían obligación de poner en valor por el pliego de condiciones era tan solo la Alquería del Rey, “sin embargo decidimos rehabilitar todo el conjunto porque es una joya, no existe nada igual en la Comunidad Valenciana, una construcción de adobe tan bien conservada que originariamente se ve la estructura de la barraca como la casa de Figuerols ha sido un gran descubrimiento”.
Las obras tienen un plazo de ejecución de 12 meses y suponen una inversión de 3,5 millones de euros.
Historia de las alquerías
La Alquería del Rey es un prototipo de arquitectura rural de la huerta del periodo tardogótico-renacentista (finales del s. XV-principios del XVI), con un nivel de conservación muy alto.
En su planta superior destacan las huellas de las antiguas andanas para la cría del gusano de seda, que se suman a la andana totalmente conservada con su bastidor de madera y bateas de caña situadas en la casa que cierra el conjunto en dirección al río.
En los pisos superiores de estas casas se alimentaba al gusano de seda con las hojas de morera que los propios agricultores cultivaban. Se criaban siguiendo todo el ciclo biológico de este insecto hasta que formaba el capullo. Después se cocían los capullos y se deshilaban hasta obtener su largo hilo.
Todo esto se llevaba a cabo en estos espacios, la parte menos artística si se quiere, pero la más básica con la que obtener la materia prima.
La Casa Figuerols es una pieza única en el panorama de la arquitectura histórica rural de València, por su configuración original de conjunto de barracas que mantienen sus antiguos muros de adobes de barro, que se transforman en casas entrados en el siglo XX.
Las alquerías son mucho más que el edificio donde vivían los labradores asociados a unas tierras y ocasionalmente usadas como residencia señorial. Además de vivir, se almacena la cosecha, se cultivan ciertos productos de huerta en los huertos cerrados contiguos a las casas, se procesan los productos para su comercialización e incluso se elaboran otros, como el vino, el aceite o la seda.
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