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El Gobierno valenciano se desmarca del resto de autonomías e invertirá 200 millones para aumentar profesorado y reducir la ratio de alumnos por aula

El conseller Vicent Marzà, a la derecha, junto al secretario autonómico de Educación, Miguel Soler.

Lucas Marco

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A diferencia de otras comunidades autónomas, la valenciana prepara el próximo curso 2020-2021 con la vista puesta en la reducción de ratios de alumnos por aula y en el cumplimiento de las medidas de seguridad recomendadas para evitar rebrotes de la COVID-19.

La Conselleria de Educación ha enviado a los centros educativos valencianos el modelo organizativo para garantizar la seguridad y la enseñanza presencial el próximo curso. El departamento que dirige Vicent Marzà estima que necesitará más de 200 millones de euros, que saldrán de la financiación extraordinaria estatal, para contratar al personal necesario, especialmente profesorado y monitores de comedor.

Los centros educativos recibieron el pasado 29 de junio el documento que marca las pautas organizativas y que, en unas semanas, deberán devolver a la conselleria para cuantificar los recursos de financiación estatal extraordinaria necesarios para cada centro.

El secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, comunicó a los directores de centros públicos, en una carta del pasado 26 de junio, el modelo organizativo del curso escolar 2020-2021 que regirá a los grupos de educación secundaria obligatoria, bachillerato, ciclos formativos, formación de personas adultas, escuelas oficiales de idiomas, conservatorios y escuelas de música y danza.

Así, la formación para todo el alumnado será presencial. “Es bastante evidente en el conjunto de las etapas educativas que la enseñanza a distancia nunca puede ser equivalente a la enseñanza presencial, especialmente para el alumnado de los primeros cursos de la Educación Secundaria Obligatoria y para el alumnado con más dificultades de aprendizaje”, afirma Soler.

El próximo curso 2020-2021 los centros que no puedan garantizar la distancia mínima interpersonales de 1,5 metros deberán propiciar al menos la presencia diaria de todo el alumnado de 1º de ESO, formación profesional básica, programas de aulas compartidas, programas de mejora del aprendizaje y rendimiento y programas de refuerzo de 4º de ESO.

El alumnado de aquellos grupos que superen el número máximo por aula asistirá en días alternos. Además, los centros deberán utilizar las aulas o los espacios más grandes para ubicar a los grupos de 1º de ESO y ajustar el número máximo de alumnos que caben en cada grupo.

Los grupos que asistan en días alternos tendrán un número reducido de alumnos por lo que las horas asignadas para desdoblar grupos y las horas adicionales del Plan de Actuación para la Mejora se utilizarán para la reducción de la ratio en los grupos de 1º de ESO en que sean necesarias y para poder incorporar a otros grupos de alumnado, especialmente de 2º de ESO, a la actividad presencial diaria.

“El horario del profesorado se configurará con las mismas características que todos los años, cuidando especialmente las horas de coordinación del equipo docente que imparte clase a un mismo grupo de alumnado”, dice el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, en la carta dirigida a la dirección de los centros.

Los alumnos que asistan en días alternos deberán acudir presencialmente a su centro los lunes, miércoles y viernes de una semana y los martes y los jueves de la semana siguiente. “El profesorado de estos grupos deberá planificar su trabajo de modo que se desarrollen presencialmente con el alumnado las tareas que requieren una actividad presencial y le marque las actividades que tiene que realizar el día que no asistirá al centro”, añade Soler.

En otra carta dirigida a la dirección de los centros, Educación recuerda que el documento conjunto del Ministerio de Sanidad y de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública sobre el servicio de comedor escolar autoriza a utilizar las aulas para que los alumnos tomen su comida, siempre que se utilicen carros con bandejas.

Para los grupos del alumnado que usen el comedor, la disposición de las mesas y de las sillas deberá posibilitar el cumplimiento mínimo de la distancia interpersonal de 1,5 metros. La conselleria pide a los centros que detallen sus necesidades de personal para calcular el incremento de monitores de la empresa de comedor necesarios y el aumento de gastos que supone usar aulas como refectorio.

Una vez calculadas las necesidades de personal, Educación comunicará a cada centro la cantidad suplementaria asignada para ajustar los nuevos contratos con las empresas de comedor, que se deben firmar antes del próximo 31 de julio.

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