'Russafa Escènica' baja al subsuelo del barrio para conocer el refugio escolar que protegía a un millar de niños de las bombas franquistas en Valencia
Una visita guiada por José María Azkárraga, uno de los mayores estudiosos de la huella patrimonial de la II República y de la Guerra Civil en Valencia, mostrará al público del festival de artes escénicas el refugio escolar del colegio Balmes del señero barrio valenciano de Russafa.
El acto, gratuito con inscripción previa (aunque sin acceso para personas con movilidad reducida), se lleva a cabo este jueves en tres turnos de media hora, entre las 17 y las 18h en el colegio público Jaume Balmes, situado en la calle Maestro Aguilar. La directora del centro educativo centenario ofrecerá también una breve visita al colegio. La actividad, organizada en el marco del festival Russafa Escènica, pretende dar a conocer una “joya histórica del subsuelo” del barrio.
Este vestigio patrimonial de la Guerra Civil, que sólo se abre una o dos veces al año, fue construido sobre una planta rectangular con dos rampas de acceso y entradas en extremos opuestos. El proyecto del arquitecto Luis Costa —que se “destaparía después de la derrota de la República como falangista”, recuerda Azkárraga— data de enero de 1938 y cuenta con dos galerías abovedadas en paralelo con banquitos para los críos, siguiendo el modelo de refugios escolares.
“Tal vez el bombardeo de Barcelona del 30 de enero de 1938, que mató a 42 niños de una escuela, tuvo algo que ver en el inicio de la construcción de los 26 refugios escolares que se construyeron en Valencia”, sostiene José María Azkárraga, coautor de la guía urbana de la ciudad durante la II República. Hoy en día el refugio del Balmes, con capacidad para un millar de niños, está deteriorado “pero con todos los elementos originales”, añade. El recinto subterráneo conserva las inscripciones originales en color azul escritas en las paredes y la maquinaria de ventilación.
Al refugio se accede, después de las obras del 2003, por una escalera metálica instalada en una trampilla. Actualmente se pueden visitar el Grupo Escolar Ayuntamiento y el del Instituto Lluís Vives. Un grupo de padres del colegio Cervantes pretende recuperar el refugio del centro cuyos accesos se cegaron en una de las últimas reformas del edificio. El refugio escolar del colegio de las Trinitarias de la calle Lérida también se conserva en perfectas condiciones.