El puerto de València insiste en ejecutar un acceso norte subterráneo y anuncia que Fomento ya realiza un estudio
“Negociamos con Puertos del Estado para que se incluyera esta infraestructura en el plan de empresa, y de hecho está incluido ya en nuestro plan de empresa y está aprobado, aunque sin periodificar porque faltan un montón de trámites como el estudio constructivo, el informe de impacto ambiental o la información pública; estamos aún en una fase muy primaria”.
Así se ha manifestado este jueves el presidente de la Autoridad Portuaria de València (APV), Aurelio Martínez, sobre la situación del acceso norte al recinto portuari.
La semana pasada la asociacón de directivos y empresarios logísticos Propeller Valencia reivindicó su ejecución asegurando que de no ponerse en marcha se produciría un colapso en el acceso sur (V-30) por el mayor tráfico generado por la ampliación norte del recinto portuario que está en ejecución.
En este sentido, Martínez ha informado de que, junto a Puertos del Estado, se ha encargado un estudio informativo sobre la infraestructura a Ineco, entidad dependiente del Ministerio de Fomento, para determinar la mejor alternativa del trazado, que en cualquier caso será subterránea.
El responsable de la APV ha comentado que el estudio, que esperan tener finalizado a principios del año que viene y que cuenta con un coste de 700.000 euros, debe determinar el mejor trazado posible del túnel, es decir, si debe ir bajo zona urbana o bajo el mar. La infraestructura contaría con entre 4 y 5 kilómetros de longitud y con un plazo de ejecución de entre tres y cuatro años, según la solución constructiva.
Sobre la oposición del actual alcalde de València, Joan Ribó, a este proyecto, Martínez ha explicado que habrá un debate con todas las administraciones implicadas y que tratarán de alcanzar un consenso, pero ha advertido que si el túnel es submarino y no toca el término de València el Ayuntamiento “no tendría nada que decir”. De hecho, ha recordado que el propio Ribó reconoció esta circunstancia.
El presidente de la APV ha recordado que la entidad ya encargó un estudio previo a una empresa externa que determinó que el túnel submarino sería la mejor opción y que lo cifraba en 400 millones de euros, un proyecto que arropó el presidente del Consell, Ximo Puig y al que se opuso Ribó. Además, ha comentado que el coste final se abonará al 50% entre la APV y Puertos del Estado.
Martinez ha defendido la infraestructura subterránea ya que “no dañaría a la huerta ni a la ciudad” y “se descongestionaría el acceso sur y el bypass”, al tiempo que “se reducirían las emisiones de CO2”, al disminuir la distancia que tienen que recorrer los vehículos pesados entre Sagunto y València.
En cuanto a la ampliación norte, el responsable del puerto ha comentado que las obras finalizarán en un plazo de siete años con una inversión directa de 400 millones de euros, más la de 1.200 millones que invertirá Terminal Investment Ltd. (TIL), filial de gestión de terminales del grupo MSC, en la construcción y gestión.
Martínez ha insistido en que no es necesario un nuevo estudio de impacto ambiental para el proyecto de ampliación, pese a las modificaciones que se han introducido tras la declaración favorable obtenida en 2007, puesto que los cambios se realizan en aguas interiores y afectan al relleno de los diques de abrigo y suponen menos superficie a ocupar que el proyecto original.
Instalación de molinos en arrecifes artificiales
Otro de los proyectos que ha comentado Martínez es el plan para autoabastecerse y alcanzar la autosuficiencia energética, a través de energías renovables, en 2025.
Con este objetivo la APV ha diseñado un ambicioso plan que abarca desde la construcción de una subestación eléctrica, hasta la instalación de placas fotovoltaicas y la construcción de torres eólicas, y en este último caso, dadas las “limitaciones” de espacio, está en pensando en la posibilidad de ubicar aerogeneradores a unos 4 ó 5 kilómetros mar adentro e incluso instalarlos sobre un arrecife artificial para atraer vida marina y submarinistas.
Martínez, quien ha reconocido que el proyecto tendría un “pequeño impacto visual”, ha comentado que existe tecnología que permite construir aerogeneradores en diques flotantes anclados con una pequeña estructura.
Además, sería una oportunidad para hacer “a lo mejor”, un “bonito arrecife artificial”, como “fórmula para atraer vida allí y son también muy visitados” por gente aficionada.
En la misma línea, el director general de la APV, Francesc Sánchez, ha defendido que aunque las torres marinas tendrán cierto “impacto visual”, hay que tener en cuenta que “si nos estamos cargando la atmósfera y queremos ir a la autosuficiencia energética basada en energías renovables, hay que preguntarse ¿qué preferimos más emisiones o ver unas aspas en el horizonte?”.