Vecinos de València exigen que se prohíba hacer botellón en Fallas
La Federación de Vecinos de València ha realizado balance de las Fallas 2019 en las que han considerado que la suciedad, la falta de civismo y la protección del patrimonio histórico han sido las tres patas en torno a las que han girado los principales problemas que se han generado sobre todo en Ciutat Vella y Russafa.
En primer lugar, la entidad quiere poner en valor el esfuerzo que se realizó desde el Ayuntamiento, en concreto, desde Cultura Festiva, para consensuar un bando de Fallas entre falleros, vecinos, consumidores, empresarios y hosteleros: “creemos que pese a lo problemas que se hayan podido generar se debe mantener esta mesa de diálogo para poner solución a las situaciones que se hayan podido generar y por eso pedimos una reunión de análisis lo antes posible”, han comentado fuentes de la entidad.
Sin embargo, precisamente uno de los principales problemas que se han producido es que el Ayuntamiento se ha visto incapaz de hacer cumplir el bando, quizás superado por la masiva afluencia de visitantes que se ha dado especialmente entre el viernes 15 y el domingo 17 de marzo.
“Tanto los puestos ambulantes como muchos locales han puesto o extendido sus terrazas poniendo incluso ambientación musical, en muchos casos convirtiéndose casi en discomóviles ilegales, con los problemas que conlleva en cuanto a contaminación acústica y suciedad”, han lamentado.
En cuanto a la regulación del lanzamiento de petardos, una de las novedades del bando, tampoco se ha cumplido el horario en muchos casos por lo que han trasladado algunos asociados, especialmente en el entorno de las diferentes verbenas, donde la combinación del botellón y los petardos de gran calibre tipo ‘masclets’ o los conocidos como ‘borrachos’ podían haber causado más de un incidente grave: “a esto se une que cuando llamabas a la policía normalmente no acudía salvo que fueran casos muy graves, suponemos que por un problema de falta de efectivos ante la avalancha de gente”, comentan las mismas fuentes, que a su vez, ha planteado que se deberían estudiar medidas para evitar la venta indiscriminada de este tipo de artefactos.
Sobre la protección del Patrimonio, desde la Federación han recordado que fue uno de los aspectos en los que incidió la entidad a la hora de elaborar el bando fallero.
Así, han asegurado que han faltado medidas por parte de todos, tanto de algunas comisiones falleras, como de hosteleros y del propio Ayuntamiento.
En ese sentido, han considerado que será uno de los aspectos en los que más habrá que incidir de cara al bando del próximo año, el cual deberá fomentar la protección, la limpieza y la instalación de cubos de basura.
Verbenas, botellón y transporte público
En esta línea, ha comentado que todas las fallas que organicen verbenas tanto en las carpas como en la calle deben de comprometerse a no superar unos decibelios (han llegado muchas quejas de vecinos que aseguran que vibraban sus paredes y vantanales), a limpiar la zona una vez finalicen y a contratar un servicio de seguridad.
También junto al Ayuntamiento e incluso hosteleros, se debe incrementar la instalación de cubos de basura y urinarios por el entorno.
La Federación ha afirmado que se debería de considerar la conveniencia de autorizar verbenas en la calle la noche de la plantà, es decir, el 15 de marzo: “si la prioridad de la fiesta son los monumentos no parece compatible estar plantando una falla mientras se realiza una verbena a unos metros, además de que para la propia imagen de la ciudad y de las Fallas al día siguiente que pasan los jurados no es lo más adecuado”.
Además, se debería de valorar la prohibición de hacer botellón, como mínimo en zonas sensibles de forma que dentro de esos entornos que sean especiales por su alto valor patrimonial solo se pueda consumir en las barras autorizadas.
Por otra parte, en los actos más multitudinarios ha habido un déficit importante de transporte público. En el caso de la EMT, ha faltado información sobre el traslado de algunas paradas. En Malilla, la acera recayente al Parque Central se ha visto invadida de coches ante la falta de aparcamientos alternativos dispuestos estos días. Por otra parte, habría que analizar con la Conselleria de Sanidad la conveniencia de mantener cerrados los ambulatorios el 18 de marzo.
En resumen, “habría que hacer una reflexión sobre qué tipo de fiesta queremos y si primamos la cantidad por encima de la calidad de los que nos visitan, así como de la financiación de las mismas”.
En ese sentido, “puede ser positiva la propuesta de crear una tasa turística que permita financiar a las comisiones a cambio de que se reduzcan los diferentes puestos ambulantes en las calles”.
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