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La Fiscalía y la madre pidieron archivar la última denuncia contra el hombre que ha asesinado a sus propias hijas en Castellón

Edificio donde vivía el parricida con sus dos hijas

Toni Cuquerella

El presunto parricida que habría asesinado a sus dos hijas de 2 y 6 años en Castellón tuvo dos procedimientos abiertos por violencia machista, según se ha informado desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. El primero de los procedimientos, que se inició al tramitarse un parte médico de lesiones, no prosperó al no presentar denuncia la mujer agredida, pero el segundo sí tuvo denuncia de la mujer por amenaza y fue fiscalía quien archivó el caso, como también pidió la propia madre.

Según informan fuentes judiciales en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer constan dos procedimientos, apuntando una diligencia policial de valoración de riesgo de la víctima que el resultado de riesgo bajo, ya que el investigado -ahora fallecido- no tenía antecedentes penales ni le constaban episodios previos de violencia doméstica.

La primera causa se incoó el pasado mes de enero cuando el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Castellón abrió un procedimiento tras recibir un parte médico, aunque no hubo entonces denuncia de la víctima. En su comparecencia ante el juez, la mujer y madre de las menores se acogió a su derecho a no declarar. Sin parte de lesiones y sin el testimonio de la víctima, el fiscal solicitó el sobreseimiento de la causa y el Juzgado la acordó.

Pese a no continuar este procedimiento días después el Juzgado de Familia fijó medidas provisionales para regular el régimen de visitas y el uso de la vivienda en base al convenio regulador que los padres habían alcanzado de mutuo acuerdo. Quince días después, el 24 de febrero, la mujer denunció por amenazas en el Juzgado de Guardia a su expareja y padre de las menores.

Esta segunda denuncia se produjo tras una discusión con su expareja cuando procedían a intercambiarse a las niñas, la mujer interpuso la denuncia, solicitó una orden de alejamiento y mostró su disconformidad con las medidas provisionales que habían sido fijadas tras el acuerdo entre los progenitores de las menores. El fiscal no consideró entonces necesaria la adopción de medidas cautelares y se opuso a la concesión del alejamiento. El Juzgado de Guardia denegó la orden.

Al día siguiente, la decisión fue revisada por el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Castellón, competente en la materia. Tras esta nueva comparecencia y de conformidad con el criterio del fiscal, se volvió a denegar la orden de alejamiento.

La denunciante recurrió esa decisión judicial, pero mientras se tramita su recurso desistió de seguir adelante y el auto denegatorio de la orden de alejamiento cobró firmeza.

El procedimiento por las supuestas amenazas siguió tramitándose. Tras la práctica de las diligencias solicitadas por las partes, el fiscal solicitó el sobreseimiento. La víctima, personada como acusación particular, también pidió el archivo. Al no existir ninguna parte que ejerciera la acusación, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer sobreseyó el procedimiento.

Siete meses después se ha producido el trágico desenlace que ha acabado con la vida de las dos menores, vida que ya había sido amenazada verbalmente por el propio padre, según el entorno de la pareja.

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