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La refinería de BP en Castellón no teme al Brexit: cuadruplica sus beneficios y aumenta las emisiones de CO2

Refinería de BP en Castellón

Lucas Marco

Valencia —

La refinería de BP Oil España en Castellón, la segunda empresa valenciana con más facturación detrás de Mercadona, no teme las consecuencias de la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea ni en España ni en el resto del mundo. Las cuentas de la compañía del último ejercicio apuntan que el Brexit, ya sea con acuerdo o sin acuerdo, “no será muy relevante” ya que la empresa, domiciliada en el polígono industrial de El Serrallo en el Grao de Castellón, no tiene transacciones significativas de productos o servicios en Reino Unido. 

El Grupo BP también analiza los posibles escenarios de la salida de la Unión Europea y no espera un “riesgo significativo” para sus negocios. El gigante del petróleo, asegura su filial española, continúa “monitorizando los posibles desarrollos que pudieran producirse y sus potenciales impactos sobre nuestros procesos y procedimientos”. 

La refinería, que opera en Castellón desde 1967, es un motor industrial de la Comunitat Valenciana y cuenta con una capacidad de procesamiento de crudo de 110.000 barriles al día (6 millones de toneladas al año). En 2018 anotó ventas por valor de 6.126 millones de euros y obtuvo beneficios de 226 millones de euros, con lo que casi cuadruplica las cifras del año anterior, según los resultados adelantados por CastellónPlaza

BP Oil España protagonizó “la mayor adquisición inorgánica del Grupo BP en Europa” y adquirió, por 139 millones de euros, el 100% del capital de dos empresas para ampliar su red de estaciones de servicios con 65 nuevas gasolineras, principalmente en Madrid, Andalucía y Castilla y León. Además también adquirió una tercera mercantil, por cuatro millones, propietaria de una sola estación de servicio. En total, la sociedad gestiona 700 gasolineras en toda España.  

Los resultados del 2018 han sido “especialmente positivos” pese al incremento del precio del crudo, el fortalecimiento del dólar y los márgenes de refino en un entorno muy bajo, sostiene BP Oil España. En el último trimestre de ese año, la empresa finalizó la construcción de una nueva unidad de vacío en la refinería de Castellón que le permitirá maximizar los márgenes de beneficio mediante la captura de nuevas fuentes de valor.  

En 2018, los 825 empleados no han sufrido ningún accidente laboral ni “bajas asociadas a enfermedades laborales”, asegura. La empresa, una de las más contaminantes, ha aumentado sus emisiones de CO2 respecto a 2016. Aunque el año pasado emitió 1,2 millones de toneladas (en 2016 fue de 1,1 millones), especialmente por el refino, BP Oil España asegura que aplica medidas para reducir el “impacto potencial” en las “comunidades locales cercanas”. 

La refinería castellonense se encuentra a un quilómetro de las Islas Columbretes, un espacio considerado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) e incluido dentro de la red Natura 2000. La compañía ha construido un almacén semi-cerrado de Coke (un derivado que producen las refinerías) para no perturbar los hábitos de nidificación de la gaviota audouin, una especie declarada vulnerable, que puebla la zona. En la zona de la valla sur de la refinería, colindante con el municipio de Almassora, la empresa ha construido una “pantalla verde” para desarrollar una zona ajardinada.  

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