Los jóvenes expulsados a Madrid reclaman oportunidades para volver a casa: “Están convirtiendo Castilla y León en un geriátrico”
Naces, estudias, creces y te mudas a Madrid para trabajar porque no hay trabajo en tu lugar de origen. Las pandillas del instituto se trasladan de una comunidad a otra. La mayoría, de Castilla y León a Madrid. Y los pocos que consiguen un trabajo en su tierra, se quedan prácticamente solos, porque la mayoría de sus amigos se ha visto obligada a hacer las maletas a la capital española. Ingenieros, filólogos, arquitectos, economistas, físicos... De Zamora, Palencia, Soria, León, Valladolid... Poco importa los estudios que lleves sobre la espalda, o los kilómetros que hayas recorrido hasta Madrid. Y cada año es más difícil volver a casa.
En mitad de la vorágine y el estrés madrileños, surge un grupo de jóvenes castellanos y leoneses migrados por la falta de oportunidades laborales. Un espacio para contar sus historias y llamar la atención sobre un fenómeno: Castilla y León invierte en la educación de miles de jóvenes, que se ven obligados a marcharse. “Hay una lucha de poder entre las Comunidades Autónomas periféricas y Madrid, que está absorbiendo a las Comunidades del interior. Las están convirtiendo en solares”, explica Juanjo Álvarez, uno de los impulsores de este grupo, que pretende visibilizar la fuga de talento en Castilla y León.
“¿Qué pasa con esta generación? Lo raro es que hayas podido quedarte en tu provincia o Comunidad y trabajar en tu sector”, lamenta María José Pérez. Uno, ingeniero industrial; la otra, historiadora del arte. Los dos, vallisoletano y zamorana, se conocieron a través de Twitter y decidieron dar “un paso sencillo”. “Organizamos un encuentro para compartir historias y nos juntamos medio centenar de personas con ilusión y ganas de trabajar”, explica María José a este diario. En esa reunión se dieron cuenta de que todos tenían formación superior y procedían, indistintamente, del medio urbano y rural.
“Quedamos para ver si había más gente como nosotros, que si hubieran podido, se hubieran quedado en sus ciudades y pueblos de origen. Queremos organizar una asociación de carácter reivindicativo, pero todavía está todo muy embrionario”, añade Juanjo.
En los últimos diez años, la Comunidad ha perdido 295.603 castellanos y leoneses en favor de otras autonomías españolas. El 35,6% se ha marchado a Madrid, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 105.184 castellanos y leoneses en la última década han abandonado la Comunidad en busca de un futuro en Madrid.
No es solo que se marchen miles de castellanos y leoneses cada año, sino que cada vez son más jóvenes. En la última década, Castilla y León ha perdido a 40.129 jóvenes -de entre 25 y 39 años- que han migrado a otras Comunidades. Son muchos más, pero el INE no tiene en cuenta a aquellos que viven fuera pero no han cambiado su domicilio. Muchos, con estudios universitarios. El 35,5 % de los jóvenes con estudios universitarios vive fuera de Castilla y León, más del doble que la media nacional, según un informe del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona. También según los datos recogidos por el INE, en la última década 48.017 jóvenes de la misma edad han emigrado al extranjero.
La despoblación en la que Castilla y León está sumida empeorará con los años, cuando los jóvenes tengan hijos en otra Comunidad que no sea Castilla y León, a la que muchos ya no se plantean volver. Juanjo lleva siete años en Madrid. “No me hubiera ido si hubiera podido quedarme en Valladolid... los primeros años quería volver y no encontraba nada. No es ya que el sueldo fuera peor o con menos calidad... es que no había nada. Yo creo que ya no voy a volver”, lamenta.
María José pone el foco en muchas familias que han invertido en la Educación de sus hijos, que ahora se ven obligados a marcharse. “Muchos somos la primera generación de universitarios en la familia, y nos hemos encontrado ante una doble crisis: la económica y la demográfica”, explica María José, que reclama oportunidades para poder volver “sin renunciar a la formación académica y profesional”.
“Cuando estudiábamos la carrera en Valladolid, todos dábamos por hecho que nos teníamos que ir, había una presión social. Nos decían: 'estudia y vete', lo veían como un símbolo de éxito, y no tiene por qué. Otros jóvenes de Cataluña o la Comunidad Valenciana están en su tierra o se fueron porque querían. No entiendo por qué nuestro territorio tiene que ser un geriátrico”, reflexiona Juanjo,
Por ese motivo se juntaron “dos locos”, María José y Juanjo, para llamar la atención no tanto en la tierra que se queda vaciada si no en dónde van esos jóvenes. “Es exagerado la cantidad de gente que no está ya allí... La gente piensa que es un tema rural, pero es mentira”, indica Juanjo. “Las ciudades están en mínimos, y no porque se vayan a los municipios del alfoz”. “Hay que garantizar los servicios públicos y se están recortando. Hay pueblos en peligro de extinción, y si se eliminan, se reagrupan o unifican.. habrá ciudadanos de primera, de segunda y de tercera”, se queja María José, de Almaraz de Duero (Zamora), un municipio de 400 habitantes.
De la ciudad o del pueblo, de la montaña palentina, de las llanuras de cereales o de los montes micológicos de Soria. Las vidas de miles de jóvenes castellanos y leoneses confluyen en el mismo punto: Madrid. Ahora tienen la mirada fijada en el próximo 7 de noviembre para un segundo encuentro y analizar cómo se van a organizar.
“Muchos quieren volver. Nos ha llamado mucha gente que se ha sentido interpelada, falta ese empujón”, explican María José y Juanjo. El vallisoletano considera que la Junta de Castilla y León no hace “absolutamente nada” por recuperar a los jóvenes que se han ido. “Si las capas más dinámicas y críticas, los jóvenes, nos marchamos, solo queda la gente mayor. No les conviene que regresemos. Nos quieren lo más lejos posible. Se vanaglorian de los estudios PISA y del esfuerzo en Educación, pero luego expulsan a los jóvenes”, sentencia.
María José asegura que el Gobierno autonómico “no hace lo suficiente”. “Deberían implementar políticas primero para que la gente no tenga que migrar. Y también para permitir volver y que la desigualdad de oportunidades no sea insalvable”, añade.
Plan de retorno del talento en el extranjero
La Junta de Castilla y León aprobó a principios de año un plan de retorno del talento, dotado con 120 millones de euros, para aquellos que viven en el extranjero y quieren volver a trabajar en la Comunidad Autónoma. Este contempla ayudas de hasta 20.000 euros para empresas que realicen contratos de tipo indefinido a jóvenes que regresen a Castilla y León para trabajar o ayudas para aquellos que vuelvan con un proyecto profesional propio.
Entre otras medidas, la Consejería de Economía planteó en la pasada legislatura estructurar una web 'Talento Castilla y León' para “aglutinar toda la información referida al talento y a las actuaciones que se desarrollen en materia de talento”. Una web que todavía no está activa a pesar de que el plan se aprobó en marzo.
Este plan está pensado únicamente para aquellos que se han marchado al exterior, pero la Junta de Castilla y León no cuenta con un proyecto para que retornen aquellos que estén en otra Comunidad Autónoma.