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Condenado antes de tiempo por algunos medios de comunicación

El pasado lunes un grupo de personas pertenecientes a diversos movimientos defensores de la sanidad pública organizaron un acto de protesta en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles, durante una visita oficial del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty. Al grito de “la sanidad pública no se vende”, expresaron su queja contra los recortes y la privatización.

La policía detuvo a uno de los manifestantes, Jorge, de 35 años, trabajador de la sanidad pública e integrante de la Asamblea de Carabanchel, quien pasó la noche en comisaría, acusado de atentado contra la autoridad. La agencia de noticias Europa Press relató lo ocurrido con este titular:

“Detenido tras intentar agredir a Lasquetty en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles”.

El teletipo, reproducido con ligeros cambios y con el mismo titular por varios grandes medios de comunicación, indica que “un hombre se ha abalanzado sobre él [Lasquetty] de ”forma violenta y con intención de agredirle. En ese momento, un agente de la Policía se ha interpuesto en medio del consejero madrileño y se ha llevado los golpes, según han indicado las mismas fuentes“.

A pesar de que no fue reproducido por eldiario.es, esta sección ha recibido numerosas peticiones solicitando un análisis de la redacción de la noticia y mostrando malestar por el enfoque de la misma.

“Me llama la atención que ningún medio haya recogido ni un solo testimonio de los testigos y que juzguen antes de tiempo, asumiendo por completo única y exclusivamente la versión policial. Aunque eldiario.es no publicó esta noticia considero que sería importante analizar su tratamiento en la sección de la Defensora”, escribe un lector esta semana.

“Esta semana estamos viendo cómo hay una voluntad de condenar las protestas legítimas presentándolas como acciones con tintes violentos o agresivos. Los compañeros de la PAH lo están sufriendo y lo ocurrido en este acto es otro ejemplo. El periodismo tiene que estar al servicio de los derechos de la ciudadanía y no del poder”, indica otro lector, Carlos R. M.

El derecho a la presunción de inocencia

El teletipo de Europa Press -así como otras informaciones que solo se hacen eco de la versión de la Jefatura Superior de Policía de Madrid- no menciona que los hechos ocurren cuando un grupo de personas protestaba por la sanidad pública durante un acto público de Lasquetty.

Es decir, se presenta lo ocurrido como un percance protagonizado por un individuo que actúa de forma aislada, a quien en el titular se le arrebata de su derecho a la presunción de inocencia, ya que se asume por completo la versión policial al afirmar que Jorge fue “detenido tras intentar agredir al consejero”.

Un titular más adecuado habría sido “Un detenido acusado de intento de agresión”, o “presunto agresor detenido”.

A lo largo de la información no se incluye ni un solo testimonio de las personas participantes en la protesta o de cualquier otro testigo que se encontrara en el hospital en el momento de la detención. Se omite también que quienes arrestaron al manifestante no llevaban uniforme policial y por tanto no estaban identificados durante la detención. Y se oculta que Lasquetty fue recibido con abucheos y caceroladas. Es decir, desaparece el contexto. La protesta contra el consejero de Sanidad no existe en la noticia.

Las fuentes de información

A cualquier medio de comunicación le habría resultado muy fácil contactar con algunas de las personas presentes en el acto de protesta mencionado. De ese modo podrían haber contrastado la información policial y haber recogido varios testimonios para cumplir la máxima periodística que indica que para elaborar cualquier noticia son necesarias al menos tres fuentes de información diferentes.

He hablado con algunas personas presentes en la protesta contra Lasquetty. Mar Coloma, enfermera del Hospital Ramón y Cajal, cuenta así lo ocurrido:

“Vimos cómo dos hombres vestidos de paisano empujaban a Jorge contra la pared, lo tiraban al suelo, lo reducían en el suelo. Eso fue cuando Lasquetty todavía estaba entrando, es decir, cuando Lasquetty pasó al lado de Jorge, éste ya estaba detenido. Que fuera un intento de agresión por parte de Jorge y que el agente se llevara un bofetón es falso. Sabemos que hay cámaras en el hospital y hemos pedido la filmación de ese circuito cerrado, porque así quedará claro lo que de verdad ocurrió”, relata Mar.

Otra integrante de la Plataforma PatuSalud, Teresa Pozas, cuenta lo que vio:

“Pertenezco a un movimiento de trabajadores y usuarios de la sanidad pública. Ese día fuimos a protestar contra Lasquetty. De repente veo salir a Jorge con dos personas vestidas de paisano, esas dos personas salían muy tranquilas, si hubiera habido agresión no estarían así, salían tranquilísimos. Jorge es una bellísima persona, un hombre muy respetuoso que en las asambleas siempre tiende puentes, sería incapaz de levantar la mano a nadie. Llevo tres noches sin dormir pensando en lo que ha pasado, en tanta impunidad. Esto es el ”difama, que algo queda“, indica.

He hablado también con el propio afectado, Jorge, tras su salida del calabozo, donde tuvo que hacer noche.

“Cuando Lasquetty entró en el hospital nos pusimos a gritar por la sanidad pública, en contra de la privatización, etc. Una chica se le acercó, a un par de metros más o menos, y le enseñó uno de los modelos de camiseta que tenemos en defensa de la sanidad. Yo siempre estuve lejos del consejero. Estuve muy apartado todo el rato. De hecho en los vídeos que hay se me oye gritar pero no se me ve, sí se ve a Lasquetty. Esto muestra que no estaba muy cerca de él”, explica.

Y prosigue:

“Yo gritaba, diciendo que es una vergüenza cómo están desmantelando la sanidad, grité mucho, y entonces vinieron dos personas vestidas de paisano, me empujaron contra la pared, intentaron sacarme de allí, entonces me tiran al suelo, yo les recrimino, no sabía quién era esa gente que me estaba tirando, les pregunto quiénes son, les digo que esto es un escándalo, y entonces uno me dice que estoy detenido, me cogen del brazo, me sacan y cuando salimos del hall es cuando se identifican como policías, me sacan una cartera y me muestran una identificación”.

“En ningún momento hubo ningún tipo de intento de agresión a Lasquetty, hay un vídeo que muestra al consejero cruzando el hall, es un encuadre relativamente amplio y a mí ni siquiera se me ve ahí, porque estaba alejado. De hecho cuando más cerca estoy de Lasquetty es cuando ya estoy detenido, que justo entonces pasa cerca de mí”, añade.

El mismo día de la detención de Jorge, la Asamblea de Carabanchel del 15M redactó un comunicado de apoyo al arrestado.

“Jorge tiene una trayectoria muy amplia como activista, es un defensor de la no violencia. Ahora estamos recopilando vídeos e imágenes de lo sucedido. Nos sorprende el tratamiento de la prensa, que ni siquiera tiene en cuenta el derecho de un ciudadano a la presunción de inocencia y solo incluye la versión policial. En ningún momento la prensa acudió a nosotros para contrastar, a pesar de que tenemos un equipo que se encarga de la comunicación”, explica Sonia, de la sección de comunicación de la Asamblea de Carabanchel.

“Hay una campaña de criminalización contra la movilización ciudadana, a la que pretenden presentar como algo molesto”, añade.

Algunos de estos testimonios habrían aportado información a la noticia, y ésta habría resultado más ecuánime.

Periodismo, ¿al servicio de quién?

La voluntad de crítica y de contraste es absolutamente necesaria en el ejercicio periodístico, más aún en situaciones como la actual, donde crece la vulnerabilidad de quienes protestan ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y de manifestación. Los discursos y las posturas aparentemente neutrales esconden una profunda carga ideológica, ya que perpetúan un pensamiento dominante que se sitúa siempre a favor del poder y en contra de los más débiles.

No hay solo activistas en las plataformas ciudadanas, en las mareas, en determinados grupos políticos o sociales. También hay activistas que militan en la defensa de lo institucional, protectores del modelo actual, que tantos beneficios económicos les reporta a costa de los sacrificios de una mayoría. Hay defensores de los desequilibrios sociales y ejecutores de los desequilibrios en los relatos periodísticos, respaldos del orden establecido y del mensaje dominante.

De este modo la versión policial se presenta siempre como neutral y cualquier relato que la cuestione será considerado parcial y cargado de ideología. Que en las redacciones de los medios de comunicación se copien notas de prensa de las instituciones públicas y privadas se presenta como un acto sin ningún tipo de intencionalidad. Que se pongan en tela de juicio determinadas versiones oficiales, que se contradiga al poder, es visto sin embargo como un acto radical, en el sentido más peyorativo del término.

Manejando la posibilidad de que los medios de comunicación no siempre cumplan con el ejercicio de un periodismo honesto, los movimientos sociales tendrán que seguir recurriendo al periodismo ciudadano, con equipos armados de cámaras de vídeo y fotográficas, para documentar cada manifestación, cada escrache, cada protesta, para romper el mátrix de la propaganda y la parcialidad. Sin un trabajo coordinado de documentación la difamación aumentará, y con ella la indefensión.

Volviendo al caso que nos ocupa: Jorge, acusado de atentado contra la autoridad, ha sido condenado antes de tiempo por algunos medios de comunicación, que no han querido esperar a la celebración del juicio. Frente a ello, las redes y los movimientos sociales han reaccionado de inmediato. Con el hashtag #JorgeLibertad entre los diez más empleados en la noche del lunes, cientos de tuiteros apoyaron el derecho a la presunción de inocencia del detenido.

“Algo que ustedes no conocerán en sus grises vidas”

El centro autogestionado El Eko de Carabanchel y la Asamblea de Carabanchel del 15M han publicado comunicados de apoyo a Jorge y de reproche a los medios que prescindieron de una parte de la realidad para relatar lo ocurrido.

En el ejercicio de la protesta se están construyendo tejidos sociales y solidarios más fuertes que actúan como contrapeso del discurso oficial y de la estigmatización de las movilizaciones ciudadanas.

Prueba de ello es el comunicado de la Asamblea de Carabanchel del 15M, que termina de este modo:

“Jorge, conocido cariñosamente como ”Gandhi“ por algunos miembros de la asamblea por su actitud enormemente afectuosa, ha sido ejemplar abogado, asamblea tras asamblea, de las metodologías no-violentas a la hora de expresar nuestra indignación ante la degeneración del espacio público a la que asistimos en los últimos años. Ha sido el primero, el más amable y el más constante a la hora de publicitar, asistir y colaborar en las campañas de solidaridad con sus convecinos, de frenar desahucios, de manifestar pacíficamente su desacuerdo. Por eso todo el barrio lo conoce, Jorge es un activista enormemente valioso y querido. (...).

“Jorge es mejor que quienes le están tendiendo esta trampa para convertirle en aviso para navegantes. Él tiene algo que ustedes jamás conocerán ni podrán saborear en sus grises vidas: el cariño y la admiración de todo un barrio, de todo un pueblo, que sabrá, no lo duden, desmontar este montaje policial y poner en evidencia a todos los que en él se impliquen”.

El pasado lunes un grupo de personas pertenecientes a diversos movimientos defensores de la sanidad pública organizaron un acto de protesta en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles, durante una visita oficial del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty. Al grito de “la sanidad pública no se vende”, expresaron su queja contra los recortes y la privatización.