Es año electoral; o, mejor dicho, es EL año electoral por excelencia, el año electoral que va a marcar un antes y un después en la política española. Cuatro citas en cuatro fechas diferentes, tres ya fijadas y una por fijar (que dependerá muy mucho de los resultados de las anteriores). La aparición de nuevos partidos y ofertas en el panorama que amenazan con modificar radicalmente la distribución de fuerzas. Navajazos, ajustes de cuentas y cambios repentinos de candidatos y programas en los partidos tradicionales. Medios volcados decididamente en la defensa o el ataque de unas u otras opciones. Y la sensación real de que este año es importante; de que lo que ocurra durante los próximos 12 meses va a cambiar los cimientos mismos del poder en el país.
No es extraño que el mundillo político esté revuelto, ni que estemos en campaña de agit-prop permanente, ni que los informativos se hayan convertido en una eterna retahíla de mítines, ataques y contraataques. No es extraño que abunden las encuestas, muchas de ellas convertidas en armas de destrucción electoral masiva, todas obsesivamente siguiendo las menores variaciones en los porcentajes de cada partido como si fueran las puntuaciones de un campeonato multibarrio de futbolín. No es extraño que las entrañas de estas encuestas se lean con la puntillosa atención a los detalles ínfimos de los augures de la antigua Roma.
No es extraño que quien se siente perjudicado por los resultados desconfíe; de la encuestas, de la ‘cocina’ que transforma los datos muestrales en estimaciones de voto, e incluso de las empresas encuestadoras. Especialmente de la responsable de la encuesta publicada por eldiario.es el pasado jueves: la empresa de análisis sociológico y consultoría política Celeste-TEL, que ha concitado numerosas quejas entre socios, lectores e incluso más allá (como en los comentarios a la noticia en Menéame).
Fernando, de Ponferrada, protesta:
“Quiero denunciar al eldiario.es por haber confiado en Celeste-TEL SL a la hora de publicar en primera página (y en diferentes artículos) numerosas encuestas de valoración sin haber comprobado la fiabilidad de dicha empresa siendo un tema tan delicado (ver URL de referencia). Resulta que el entramado de esta empresa tiene un origen y unas connotaciones muy dudosas en cuanto a su necesaria imparcialidad entre otras cosas. Dado que se trata de unos servicios donde se tiene que garantizar tanto su neutralidad e imparcialidad, como una trayectoria legal ética y nítida al respecto.”URL de referencia
También Gema, de Arcos de la Frontera:
“He leído la encuesta publicada por El Diario.es, y varios de los comentarios sobre la misma. La mayoría de los comentaristas está desalentada por los datos, es normal, pero hay algunos comentarios que me han llamado poderosamente la atención porque dan información muy sospechosa sobre la empresa que realiza la encuesta, en concreto el de ”Aliciamaravillas“ que proporciona una serie de datos que de ser reales entrarían en plena contradicción con el buen hacer que se supone a este periódico. Les pediría que me aclararan la cuestión, ya que, de ser cierta dicha información, no continuaría siendo socia de este periódico. Espero su respuesta, un saludo.”en concreto el de “Aliciamaravillas”
Y Ana, de Alicante:
“Me parece increíble que no hayan comprobado la credibilidad de la empresa Celeste-TEL, les facilito dos links que espero que lean e investiguen, ya que esta empresa tiene nada menos que 4 denominaciones más como empresa. [enlace único, aunque repetido]. Sabían que Celeste-TEL, también es Iberconsulta, Demo Desarrollo SL, Demo NCR SL, Lorente y Ferrer Asociados y que bajo el nombre Demo NCR, S.L. le hace las encuestas a La Razón, sí, parece ser que según que medio le encargue es estudio pues cambia de nombre. Que los administradores únicos de esta empresa (se van alternando) son el matrimonio compuesto por Jose Ramón Lorente Ferrer y Adolfina Navarro Corcoles. Que además los teléfonos de todas esas empresas son el mismo, que no tienen a nadie más en plantilla, que la razón social de esas empresas son los domicilios particulares de sus tres casas, que se ha comprobado que en ninguna de ellas tienen a trabajadores, que en el Parque tecnológico donde dicen hacen sus estudios, no consta que esté allí.”enlace único
Cabe destacar que el artículo vinculado en varias de las cartas de protesta forma parte de una serie publicada en la página web catalana Contrastant, serie de la que forman parte otros dos artículos: NC Report: ‘Ubi est’? (I) y NC Report: Metodología deficiente y tarifas ‘low cost’ * (y III). La serie completa analiza con gran detalle aparente y desde diversos aspectos la estructura empresarial y las encuestas realizadas por el grupo al que al parecer pertenece la empresa Celeste-TEL, así como el trabajo efectuado para el diario La Razón por empresas hermanas bajo la marca NC Report. Este trabajo ha sido criticado por su supuesta parcialidad, entre otros defectos.
Contactado el director de eldiario.es, Ignacio Escolar, responde:
“En la redacción de eldiario.es no alteramos los resultados de las encuestas que realiza Celeste-TEL. En ocasiones, pueden parecernos sorprendentes algunos resultados pero no intentamos ni cambiarlos para que se correspondan con nuestro análisis ni justificarlos en función de los acontecimientos políticos ocurridos desde el último sondeo. Eso suele dar lugar en los medios a especulaciones con poco fundamento.
Con la últimas encuestas, sí encontramos llamativo que partiera de una previsión de participación muy inferior a otros sondeos, lo que influye en el resultado final. Por eso, pedimos al director de estudios de Celeste-TEL que explicara las razones de esa estimación. Lo hizo en un artículo publicado al tiempo que la última encuesta. Las razones pueden convencer o no al lector pero al menos quedan reflejadas para que cualquiera pueda sacar sus conclusiones. en un artículo publicado al tiempo que la última encuesta
Está claro que tanto PP como PSOE, así como otros partidos, han perdido una enorme cantidad de votos que han engrosado las filas de nuevos partidos como Podemos y Ciudadanos, pero en cada uno de esos partidos son más los votantes del 2011 que a día de hoy engrosarían las filas de la abstención. La idea de que el rechazo al sistema de partidos genere de entrada un gran aumento de la abstención no es extraña en ningún caso, y se ha visto también en otros muchos países. No es seguro que vaya a ser así, pero no es una hipótesis descabellada.
Más allá del dato de participación -que afecta en gran medida al resto de las estimaciones-, las tendencias de esta encuesta son similares a las que registran en las últimas semanas otros estudios demoscópicos: básicamente, un desgaste de Podemos y una subida de Ciudadanos. Considerar que esta encuesta y eldiario.es al publicarla están “al servicio al bipartidismo” -como han señalado algunos lectores en los comentarios- creo que es injusto. Con el mismo argumento, todos los medios que antes publicamos encuestas donde se daba un gran aumento para Podemos, ¿lo hacían para perjudicar al bipartidismo y al servicio de Podemos? Y sí: las encuestas aciertan y se equivocan, pero su verdadera utilidad esta en registrar estos cambios de tendencia, mas que predecir con exactitud matemática el futuro.
Celeste-TEL fue una de las primeras empresas de encuestas que detectó que el gran resultado de Podemos en las elecciones europeas no sólo no era un voto de castigo producido en unos comicios que suelen tener una menor participación, sino que tenía continuidad, incluso que seguía aumentando.
En la encuesta del 7 de mayo de 2014, asignaba a Podemos una estimación de voto cercana al 14%, muy superior al 8% conseguido en las urnas sólo unas semanas antes. Posteriormente, ese dato siguió aumentando hasta el 21,7% del sondeo de diciembre de 2014 en un ascenso fulgurante que nunca se había visto en España. Las quejas sobre los sondeos de Celeste-TEL sólo se han extendido cuando ha dado a Podemos un porcentaje un poco inferior a esos datos en las dos últimas encuestas.
En eldiario.es no creemos que el sondeo de Celeste-TEL sea la única medida demoscópica a la que hay que prestar atención. Damos la máxima relevancia a los sondeos de CIS y también informamos sobre las encuestas que publican otros medios privados.
Celeste-TEL también trabaja para otras empresas, medios de comunicación y partidos. No está obligada a publicar sus estudios únicamente en eldiario.es. Sobre su trabajo, lo único que nos interesa son los sondeos que realiza para nosotros.
Escogimos a Celeste-TEL por varios motivos: entre otros, la disponibilidad, porque las empresas demoscópicas mas grandes y conocidas suelen trabajar en exclusiva para un solo medio, un lujo que Eldiario.es no puede permitirse. Es un Instituto de Opinión con el certificado de calidad AENOR para el Servicio de Investigación Social, de Mercado y de Opinión (UNE-ISO 20252/2006, certificado A50/000035). Esta registrada y calificada por la Junta de contratación administrativa, y pertenece a AEDEMO, la Asociación Española de Estudios de Mercado Márketing y Opinión.“
Las empresas de sociología y demoscopia hacen encuestas por encargo; es su trabajo. Diferentes periódicos pueden usar la misma empresa, o empresas del mismo grupo, sin que tenga por qué haber ningún problema con la fiabilidad de las encuestas realizadas. Y sobre las acusaciones a eldiario.es sobre posibles sesgos de origen político en sus coberturas ya hemos hablado con anterioridad. Pero lo cierto es que hay cierta inquietud pública respecto a la calidad del trabajo que lleva a cabo el grupo de empresas del que forma parte Celeste-TEL, y existen algunas dudas que podrían tal vez aliviarse o resolverse con mayor información al respecto; aunque también es cierto que estas dudas suelen estar asociadas con resultados negativos para las simpatías de quien se queja. En cualquier caso conocer mejor el grupo empresarial y sus formas de trabajo sin duda ayudaría a despejar cualquier tipo de confusión, sospecha o inquietud entre los lectores sobre los datos que publica eldiario.es, algo especialmente importante en un año como el actual. La luz del sol es el mejor desinfectante, como dejó dicho un gran jurista estadounidense.