La cabeza de Sergio Ramos, una vez más, sacó al Madrid de un buen lío ante el Betis y le dio los tres puntos que situán al equipo de Zidane líder en la liga. El desgaste físico y mental de la Champions pudo pasarle factura a los blancos, que tuvieron que remontar el partido y acabar aclamando a Keylor Navas después de silbarle durante el encuentro. A quien si le pasó factura la eliminatoria europea fue al Barcelona, que se dejó tres puntos en Riazor en un mal partido.
Al Madrid se le complicó todo del minuto 21 al 24 con Keylor Navas como protagonista: Mateu Lahoz pudo señalar falta y expulsión del portero sobre Brasarac en una jugada polémica, y después se le resbaló de sus guantes incomprensiblemente un disparo de Sanabria que acabó con el cuero en el fondo de las mallas.
Cuando mejor estaba el Betis en el campo, con su línea defensiva bien cerrada y el Madrid desesperado sin encontrar huecos, un centro de Marcelo acabó en un certero cabezazo de Ronaldo, solo en el centro del área, para poner el empate en el marcador y devolver la tranquilidad al once de Zidane antes del descanso.
El Betis salió en la segunda parte más arriba, provocando el colapso de los blancos, faltos de fluidez y velocidad en la salida del balón. La valentía de los andaluces neutralizó la pegada del Madrid, que vio como pasaban los minutos con el balón en los pies pero sin apenas generar ocasiones claras de gol. La expulsión por doble amarilla de Piccini, a falta de 12 minutos, desató al equipo merengue y provocó que Sergio Ramos, como no, aprovechase un córner de su socio Kroos para anotar el segundo tanto a falta de 10 minutos. Un gol que pudo no servir de nada si Keylor Navas, pitado tras su fallo en el tanto del Betis, pasase a ser aclamado al parar con una portentosa estirada un balón que ya era gol en el descuento.
Pinchazo azulgrana
Muy cara pagó el Barcelona su resaca europea en Riazor (2-1). Los azulgranas exhibieron ante el Deportivo una imagen muy diferente a la mostrada el pasado miércoles y con un fútbol inofensivo se dejó tres puntos que pueden ser letales en el desenlace final de la liga.
Sin el concurso de Neymar, el jugador más valioso de la proeza ante el PSG, el conjunto de Luis Enrique mostró frente al once de Pepe Mel una apatía impropia de un equipo que lucha por la liga. El tanto de Suárez quedó en anécdota con los dos goles coruñeses en sendos saques de esquina, primero de Joselu y luego de Bergantiños, cuando más jugadores azulgranas estaban defendiendo dentro del área.
Poco se supo en todo el partido de Messi, que pudo empatar de falta en las postrimerías del encuentro. Si, en cambio, se supo del Deportivo, que no se dejó impresionar por el once azulgrana y que con su nuevo técnico se mantiene invicto, coge aire y se ha ganado merecidamente el honor de que todo el mundo hable de él por liquidar al equipo de la gesta histórica.