Real Madrid y Atético de Madrid siguen luchando por sus objetivos tras ganar esta tarde al Espanyol y Sporting, respectivamente. Los blancos mantienen su autoridad en la liga tras imponerse 2 a 0 en un cómodo encuentro, con gol de Bale el día de su reaparición, y el equipo colchonero venció con angustias tras un hat trick de Gameiro cuando el partido ya entraba en su recta final.
Salió el Madrid excesivamente relajado tras su partido europeo, confiado que en el Bernabeu ganar es cuestión de tiempo. Enfrente, un Espanyol ordenado en el campo, solidario en las ayudas, pero inofensivo, sin ambición alguna, pensando más en cómo correr el cronómetro que en meterle miedo a su rival. Raro, porque Quique Sánchez Flores, como exjugador blanco, sabe que jugar con esta mentalidad en el Bernabeu es sinónimo de derrota.
Así, todo fue cuestión de tiempo. Sobrepasado el ecuador de la primera parte, con los blancos más crecidos a manera que pasaban los minutos, y con el Espanyol sin dar señales de vida de medio campo hacia adelante, un centro de Isco permitió a Morata, sustituto de Benzema, anotar el primer gol del partido.
En el segundo tiempo continuó el monólogo del conjunto de Zidane. Con los plomos fundidos el Espanyol, que chutó por primera vez a la hora de partido, el Madrid administró su gol con el balón en los pies y esperando alguna oportunidad a manera que los periquitos fueron dejando más espacios. A siete minutos del final, con Bale, tras 88 días fuera de los terrenos, llegó la sentencia definitiva para cerrar uno de los partidos más plácidos de los blancos esta temporada.
El Atlético superó su examen antes de Europa gracias a un hat trick de Gameiro en la recta final de un encuentro con objetivos dispares: el Sporting luchando por el descenso y el Atlético intentando no descolgarse de los puestos de arriba. Con este escenario, ambos equipos mantuvieron un duelo muy igualado, con poco fútbol pero mucho músculo, y que según transcurrieron los minutos ya se vio que se trataba de esos partidos que solo un detalle podría resolver.
Al final no fue un detalle, fue una explosión. Y de Gameiro, en 5 minutos, con sus goles en el 80, 81 y 85. Antes Carrasco ya había dejado grogui al Sporting solo iniciarse la segunda parte, pero el centrocampista Sergio Álvarez igualó tres minutos después. A continuación, más voluntad que fútbol, con un desenlace ya comentado. Excesivo para un partido sin demasiada historia.