Una treintena de ONG, aglutinadas en la plataforma 'Yo sí atiendo', denuncian los fallos en la asistencia sanitaria recibida por los migrantes llegados en cayuco, acogidos en centros de la red de acogida estatal, tras la muerte del joven maliense Diallo Sissoko en el centro de emergencia de Alcalá de Henares la semana pasada. Las organizaciones han urgido al Gobierno y a las comunidades autónomas una mejora de la atención prestada a estas personas debido a los problemas de salud surgidos en el viaje y la barrera idiomática con la que se encuentra. “Debemos reclamar la redimensión estructural y organizacional de los medios sanitarios disponibles en los enclaves de llegadas habituales, así como en los municipios donde se ubican los centros de acogida, para poder dar respuesta realista a toda la población”, han exigido en un comunidado.
Según la Plataforma, quienes llegan a España a través de Canarias “lo hacen en condiciones muy inseguras, soportando trayectos de incluso más de 10 días inmóviles, con escasos víveres y agua, expuestos a las inclemencias del tiempo (bajas temperaturas, viento, humedad, radiación solar) y situaciones traumáticas”. El trayecto suele conllevar “problemas de salud directamente derivados del viaje en embarcación precaria que pueden agravarse e incluso, pueden llegar a provocar la muerte”. Para detectarlos y poder tratarlos, añaden, “se requiere de equipos sanitarios formados adecuadamente, que conozcan la patología específica vinculada a esas circunstancias y cuenten con los medios adecuados”.
En algunas de las islas de Canarias, se ha ido adquiriendo experiencia en la atención sanitaria a las mismas, “determinándose como fundamental la asistencia sanitaria de calidad inmediatamente tras la llegada y en los días y semanas posteriores”, sostiene el comunicado. Pero no todos los lugares donde acaban estas personas cuentan con la atención especializada que requieren estos casos. “Debido a las barreras en la gestión de la atención de personas migradas, las inequidades del sistema, el racismo inherente, algunas cuestiones culturales, idiomáticas y a la situación de vulnerabilidad de los recién llegados, la atención únicamente cuando el o la paciente lo solicita no se muestra como suficiente para detectar los problemas de salud potencialmente graves, siendo imprescindible la valoración individual de cada persona tras la llegada y la reevaluación posterior, asegurando un seguimiento médico estrecho mientras dure el periodo de acogida y garantizando el acceso de los pacientes a los servicios sanitarios”, cuestion. Por esta razón, solicitan que los medios del Sistema Nacional de Salud se deberían “corresponder a la complejidad de las necesidades sociosanitarias de esta población”, dado que la migración se ha convertido en algo estructural en España.
Actualmente, sostienen, en el sistema de acogida, así como en el sistema nacional de salud se produce una “falta de mediación intercultural y de recursos sociosanitarios especializados”. Uno de los fallos detectados es la barrera idiomática ante la insuficiencia de intérpretes. “La comunicación en todas sus dimensiones es el pilar fundamental de cualquier acto médico: es necesaria la presencia de intérpretes y mediadores interculturales profesionales en cualquier momento del proceso, evitando en lo posible un infradiagnóstico que pudiera ser fatal”, sostiene el comunicado.
Diallo Sissoko, de 21 años, falleció tras al menos una semana quejándose de fuertes dolores en el tórax y en una de sus piernas, mientras veía que sus lamentos no eran lo suficientemente atendidos en el Hospital Príncipe de Asturias -donde fue llevado el 15 de octubre- ni en el centro de acogida, desde el que no volvieron a enviarle al hospital a pesar de que los síntomas persistían.
Según la organización, el chico había acudido en varias ocasiones a la enfermería del centro de acogida por presentar dolor torácico y fuertes dolores en una pierna, por lo que había sido derivado al Hospital Universitario Príncipe de Asturias el martes 15 de octubre. De allí salió con el diagnóstico de infección respiratoria, pero Accem asegura que el centro hospitalario solo le recetó analgésicos. Desde entonces, Diallo Sissoko fue en dos ocasiones más a la enfermería. La última, este lunes, el chico estuvo en observación hasta que empezó a empeorar, por lo que el personal del centro llamó a la ambulancia, y entró en parada cardiorrespiratoria.
A este caso se suma la muerte del joven marroquí Shad Karim de 22 años en un albergue en San Fernando de Henares (Madrid) en marzo de este año, el fallecimiento en febrero de 2022 de otro maliense de 20 años en un centro de acogida en Tenerife y el hallazgo en 2023 en un centro de acogida de El Hierro del cuerpo sin vida de otro joven tras su llegada.
La Secretaría de Estado de Migraciones no obliga a contar con servicios sanitarios en los centros de acogida, tampoco en aquellos de emergencia que alojan a miles de personas poco después de su llegada en cayuco, aunque matizan que se coordinan con el sistema de salud de las comunidades autónomas que correspondan.