El Aquarius permanece en el Mediterráneo a la espera de indicaciones: “Un viaje de tres días a Valencia es inseguro”
Querían llegar a suelo europeo, pero acaban de saber que, por el momento, no podrán pisar tierra firme. Que permanecerán algunas horas más en el mismo mar en el que se jugaron la vida. Las más de 600 personas rescatadas este fin de semana por el buque Aquarius siguen a la espera de que alguna de las autoridades indiquen en qué puerto pueden bajar y comenzar una nueva vida. El ofrecimiento del Gobierno de España aún no ha llegado al buque de rescate.
En las últimas horas, el Ejecutivo español ha ofrecido el puerto de Valencia para desembarcar el Aquarius, el ultraderechista Matteo Salvini ha celebrado que el barco está “en dirección” a España, pero el equipo de la embarcación se mantiene en la misma posición a la espera de recibir el anuncio oficial.
“Aún estamos esperando un puerto seguro. No sabemos dónde vamos a ir”, ha confirmado el doctor David Beversluis desde el Aquarius, a través de un audio al que ha tenido acceso eldiario.es. Tras agradecer el ofrecimiento al Gobierno español, Médicos Sin Fronteras ha recordado que el puerto valenciano está a unos 1.300 kilómetros de distancia y la nave está abarrotada. “Un viaje de tres días a Valencia en un barco que supera su capacidad máxima es inseguro”, ha recalcado la organización en Twitter.
Mientras, la comida se acaba y la ansiedad se dispara. “Solo tenemos comida para hoy. Sin alimentos aumentan las posibilidades de que nuestros pacientes empeoren”, ha añadido. Según la última información de MSF, actualizada en torno a las siete de tarde, Malta ha enviado algunos víveres como fideos, galletas y botellas de agua.
Ya son más de 12 horas sin moverse. “La gente a bordo se está poniendo cada vez más nerviosa y desesperada”, ha alertado MSF a través de Twitter. Según la organización, un hombre ha amenazado con saltar por la borda. Tenía miedo de que lo devolvieran a Libia.
Entre las opciones que se barajan a bordo, el equipo aún espera que Italia, cuya Guardia Costera coordinó los rescates, rectifique y dé permiso para desembarcar en alguno de sus puertos. “En el mejor de los casos, las autoridades italianas harán su trabajo y respetarán el Derecho marítimo internacional. Esto significa que se nos asignará un puerto tan pronto como sea posible y todas las personas rescatadas serán llevadas a un lugar seguro”, ha señalado Aloys Vinard, coordinador de MSF, en un testimonio remitido a los medios desde la nave.
“En el peor de los casos, nos quedaremos aquí en el mar sin recibir instrucción alguna, en un barco abarrotado con gente nerviosa a bordo”, agrega.
La situación de salud de los rescatados es “estable”, aunque los servicios médicos a bordo temen que empeore. “Existe un riesgo de complicarse durante la noche sin que tengamos una capacidad médica más avanzada para muchos de nuestros pacientes. La gente a bordo tiene fatiga, deshidratación y dolor de cabeza podemos estabilizarles pero si la gente permanece bajo condiciones como esta, con estrés y hacinamiento, muchas más personas presentarán síntomas similares y puede ser demasiado para nuestra capacidad”, ha explicado Beversluis.
MSF ha resaltado que los 629 migrantes rescatados “necesita una resolución urgente”. “Son vulnerables y podrían empeorar. Hubo varios pacientes críticos con hipotermia y ahogamiento que fueron estabilizados con éxito pero continúan recuperándose en las últimas 24 horas. Estamos monitoreando a cada uno de estos pacientes críticos y riesgo de que desarrollaren rápidamente problemas pulmonares. Es peligroso esperar más”, añaden desde el Aquarius.
Muchos de los supervivientes presentan quemaduras por la mezcla de gasolina y agua de mar. “21 pacientes tenían quemaduras químicas provocadas por la reacción entre el agua salada y combustible. En general están estables pero necesitarán un cuidado continuo de las heridas”. Pero no son suficientes. “Es mucho trabajo para nuestro equipo a bordo”. También hay varios casos que necesitarían una operación ortopédica, advierten.
Según informa El País, los tripulantes de MSF han explicado con un megáfono a los cientos de migrantes rescatados que el Aquarius “aún está a la espera de instrucciones”. “Es posible que tengáis que estar aquí durante dos o tres días. Esto es ahora vuestra casa. Aquí estáis seguros”, les han dicho, a la vez que mostraban la posición del barco en un mapa.
El buque de salvamento sigue desde este domingo con instrucciones de permanecer a la espera a 35 millas de Italia y 27 de Malta. Vinard ha indicado que en la noche de este lunes se acabará la comida.
“Los rescatados están en condiciones estables, pero el riesgo de que la situación empeore a lo largo del día es cada vez mayor. Están nerviosos y preguntan cuándo llegarán a tierra”, han indicado las organizaciones de rescate en Twitter. Por el momento, ni Italia ni Malta han autorizado el desembarco de los rescatados, entre los que hay 123 menores no acompañados -11 de ellos niños pequeños- y siete mujeres embarazadas. Todos fueron auxiliados el pasado sábado.
“A pesar de que fue un rescate muy crítico, somos afortunados de que no haya ninguna emergencia médica en este momento”, señala el médico de MSF, David Beversluis en un comunicado emitido por Sos Mediterranée. Las ONG indican que todos los supervivientes están “exhaustos y deshidratados” porque han pasado largas horas a la deriva en las pateras y ya suman más de 48 horas en el mar.
El Aquarius cuenta con cinco sanitarios a bordo: tres enfermeras, un médico y una matrona. “Estamos totalmente equipados para tratar a todos a bordo y actualmente no hay pacientes críticos que requieran evacuación médica urgente. Pero la gente está amontonada en una cubierta abierta y expuesta a las inclemencias. Nos preocupan los golpes de calor y la deshidratación”, sostiene Vinard.
Las organizaciones que operan la nave de rescate han expresado su preocupación por el aumento de las trabas que los Gobiernos están poniendo a quienes salvan salvan vidas en el mar. “No podemos concebir que las preocupaciones políticas prevalezcan sobre la situación humanitaria de los cientos de personas que acaban de ser rescatadas del ahogamiento y que acaban de abandonar el infierno de Libia”, ha criticado Francis Vallat, presidente de la rama francesa de SOS Mediterranée.
“Somos trabajadores humanitarios, estamos aquí simplemente para salvar vidas y llevar a la gente a un lugar seguro”, agrega Vinard. “Es muy preocupante que una vez más la política esté por encima de la seguridad de las personas vulnerables. Toda persona en peligro en el mar debe ser rescatada y tratada con dignidad”, sentencia.