Hayat, la joven muerta por los disparos de la Marina marroquí cuando intentaba llegar a España en patera
Hayat significa “vida” en árabe. Era el nombre de la joven estudiante tetuaní que perdió la vida este martes, víctima de los disparos de la Marina Real marroquí contra una embarcación en la que viajaban migrantes en aguas entre Tetuán y Tánger.
Hayat Belkacem residía en Tetuán y estudiaba en Martil, en la facultad de Derecho de la Universidad de Abdelmalek Essaadi. Anteriormente, había acudido el colegio Kadi Ayad. Era una chica alegre y juvenil. Tenía 22 años y la mirada puesta en Europa, como muchos jóvenes marroquíes que buscan un futuro fuera del país.
La chica procedía de una familia humilde de un barrio popular de Tetuán. Su madre, obrera en una planta de procesamiento de pescado, se ocupa de toda la familia porque su padre está desempleado. Por eso, explican, “estaba ansiosa de ayudarlos y sacarlos de la pobreza” y unirse a su tía, que vive en una ciudad europea, según publica el diario digital Alyaoum24.
La familia y los vecinos, aún en estado de shock tras la muerte de Hayat, han destacado a los medios marroquíes su “buena moral y comportamiento”. Las autoridades tetuaníes han acelerado los procedimientos administrativos y la joven ha sido enterrada después de que sus familiares identificaran el cuerpo sin vida en el hospital.
“Marruecos llora a Hayat Belkacem. Tenía 22 años y era estudiante de Derecho. Como miles de jóvenes migraba para buscar un futuro, pero fue disparada mientras cruzaba el mar”, ha lamentado la ONG Caminando Fronteras en un mensaje en Twitter. “En la frontera también se nos mueren las mujeres. Ni una menos”, ha señalado la activista española Helena Maleno, que reside en Marruecos.
Una unidad de la Marina Real marroquí abrió fuego este martes contra la lancha en la que viajaba la joven junto a una veintena de personas. Las autoridades locales defienden en un comunicado que se “vieron obligadas a disparar” contra una lancha 'Go Fast' por no cumplir con las advertencias de la Marina Real, que les había pedido que se detuviesen, según su versión. En el comunicado de la prefectura de Castillejos, aseguran que “el barco se negó a cumplir con las advertencias que le fueron enviadas”.
La Policía afirma que la embarcación conducida por un español estaba “sospechosamente” en aguas marroquíes y transportaba a migrantes a bordo de nacionalidad marroquí.
Las cuatro personas heridas de bala fueron trasladadas al hospital regional de Castillejos, donde la chica sucumbió a sus heridas. Otras dos víctimas son también de Tetuán y la tercera, de Alhucemas. Esta se encuentra en estado crítico y ya ha sido trasladada al hospital de Rabat, donde será operada de urgencia de un brazo. El joven procede de Beni Gail, provincia de Alhucemas. Se llama Habib y tiene 25 años.
La Asociación de Derechos humanos (AMDH) de Nador ha dado el pésame a la familia de la fallecida en su perfil de Facebook y ha denunciado que la joven “fue asesinada por la Armada marroquí”. La ONG local considera que “el papel de Marruecos de gendarme ha alcanzado niveles insoportables: matar a jóvenes que quieren abandonar la pobreza” y ha afirmado que “Europa delega el trabajo sucio en las autoridades marroquíes”
El conductor ha sido detenido
El piloto, que salió ileso, fue arrestado. Según fuentes diplomáticas citadas por EFE, habría un segundo español que tripulaba la lancha rápida, que también salió ileso del suceso y se encuentra detenido. El mismo martes, otro español que no tiene relación con este suceso fue detenido en Tánger por encabezar una red de inmigración clandestina y por estafa, según ha informado la agencia de noticias marroquí MAP. Testimonios trasmitidos en redes sociales sostienen que estas lanchas rápidas llegan cerca de la playa y ofrecen a los bañistas cruzar El Estrecho de manera gratuita.
La Marina Real marroquí detuvo la noche del sábado al domingo una operación en la playa de Martil. Una unidad junto a dos barcos rápidos de la Gendarmería Real evitó la entrada de un barco de alta velocidad que pretendía acceder a la playa de Martil para recoger a migrantes marroquíes, según informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Reales. En las dos últimas semanas se han publicado vídeos de embarcaciones 'Go fast' que entraron en una playa cerca de Tánger y en otra de Alhucemas a recoger a marroquíes que quieren llegar a Europa.
El Gobierno marroquí ha ofrecido cifras oficiales este mes sobre la migración por mar en El Estrecho, y los marroquíes representan el 13% de los migrantes sin documentación que se han jugado la vida para llegar a Europa desde enero de 2018. La desigualdad y la elevada tasa de paro marcan el día a día de muchos jóvenes en Marruecos. Según informa la Agencia AFP, un 27,5% de las personas de entre 15 y 24 años, es decir, casi 1,7 millones de personas, están fuera del sistema escolar y sin trabajo.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 6.000 personas de origen marroquí llegaron a España por mar en 2018 hasta finales del mes agosto. Un total de 360 personas han muerto en su intento de cruzar las aguas que separan Marruecos y España, según este mismo organismo. Las ONG especializadas y Acnur han reclamado en reiteradas ocasiones a los Gobiernos la puesta en marcha de vías legales y seguras de entrada para evitar que estas personas arriesguen su vida en el mar o se vean empujados a ponerse en manos de redes de tráfico de personas.
La muerte de Hayat se produce en un escenario de endurecimiento del control fronterizo por parte de las autoridades marroquíes. El Gobierno español ha defendido en diversas ocasiones su papel de socio en la gestión de los flujos migratorios. Desde el pasado agosto, tras la promesa del envío de más fondos por parte de la Unión Europea, el Gobierno del país vecino ha intensificado las redadas contras los migrantes de origen asentados en el norte del país con la intención de atravesar la frontera.
Al menos dos jóvenes han fallecido en estas operaciones. Uno de ellos era menor de edad. Amnistía Internacional (AI) ha acusado a las autoridades marroquíes de perpetrar una “ofensiva a gran escala cruel e ilegítima” y ha dejado claro que “la represión implacable contra miles de migrantes es ilegal”.