El número de desplazamientos forzados alcanza niveles históricos. Hasta mayo de 2024, 120 millones de personas se han visto obligadas a escapar de sus hogares según el último informe anual de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). 2023 terminó con 117,3 millones de desplazados forzados, una cifra que se traduce en 3,6 millones de peticiones más que el año anterior. “Detrás de estas crudas cifras, que se mantienen al alza, se esconden innumerables tragedias humanas”, constata Filippo Grandi, Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados. “Su sufrimiento debe impulsar a actuar con urgencia para abordar las causas del desplazamiento forzado”, reclama el mandatario a la comunidad internacional.
El informe destaca el “devastador” conflicto de Sudán como una de las explicaciones de ese aumento de desplazados. Desde abril de 2023, solo en Sudán se han registrado más de 7,1 millones de nuevos desplazamientos en el interior del país y más de 1,9 millones de personas han emigrado fuera del país. A finales del año anterior, más de 10 millones de personas sudanesas habían sido desplazadas dentro y fuera de las fronteras sudanesas. El hambre es otro de los factores que están empujando a los habitantes del país africano a abandonar sus viviendias: 20 millones de personas (el 42% de toda la población) se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria, especialmente en las zonas conflictivas de difícil acceso.
Los efectos de la destrucción de la Franja de Gaza por parte de Israel también se reflejan en este estudio. A finales de 2023, seis millones de refugiados palestinos estaban bajo el mandato de la UNRWA, que no se incluyen dentro de la población que asiste ACNUR. Con la entrada del ejército militar de Israel, entre octubre y diciembre, más del 75% de la población se vio obligada a desplazarse hasta el sur de la franja. Pese al incremento de conflictos, Siria encabeza la mayor crisis de desplazamiento del mundo, con 13,8 millones de personas desplazadas por la fuerza dentro y fuera del país.
Desde la organización, piden que “las partes en conflicto respeten el derecho internacional y las leyes básicas de la guerra. La realidad es que, si no hay una mayor cooperación ni esfuerzos conjuntos para abordar los conflictos, las violaciones de los derechos humanos o la crisis climática, las cifras de desplazamiento seguirán aumentando, lo que traerá consigo más sufrimiento y costosas respuestas humanitarias”.
Por su parte, desde que los militares tomaran el poder en febrero de 2021 en Myanmar, más de 1,3 millones de personas se han visto desplazadas dentro del país y otros 1,3 millones de personas más fueron acogidos en otros países. La desesperación está llevando a los refugiados rohingya –grupo étnico sin reconocimiento en Myanmar– de los campos de Cox Bazar (Bangladesh) a arriesgar sus vidas en peligrosas rutas marítimas hacia Indonesia y Malasia, descritas como unas de las más peligrosas del mundo. Otro país que destaca el informe de ACNUR es República Democrática del Congo, donde el recrudecimiento de los combates en el este del país ha agravado la situación de emergencia humanitaria que empezó hace casi dos décadas.
A diferencia del año anterior, Ucrania está experimentando un ritmo de desplazamientos internos más lento. El número de personas que permanecían desplazadas internamente en Ucrania a finales de 2023 se redujo a 3,7 millones, en su mayoría eran procedentes del este y el sur de Ucrania. Por otra parte, el número de refugiados procedentes de este país ascendía a 6 millones a finales de año. Esto representa un aumento del 5% en comparación con el año anterior y 25 veces más que hace una década. El 44% de ellos fueron acogidos en países vecinos. En total 9,7 millones de ucranianos seguían desplazados por la fuerza.
En cuanto a los datos más cualitativos, los niños representan el 40% de todos los desplazados forzosos. Además, ACNUR estima que entre 2018 y 2023 más de 2 millones de niños nacieron como refugiados, lo que equivale a unos 339.000 niños al año. Un 27% son mujeres y niñas de entre 18 y 59 años, porcentaje similar a los hombres que se desplazan forzosamente en esta misma franja de edad (27%). Los hombres y mujeres de más de sesenta años representan el 2 y 3 por ciento de desplazados respectivamente.
Efectos extremos por el cambio climático
Ante la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, inundaciones y calor extremo, el informe también ofrece un nuevo análisis sobre la crisis climática: “Si no se adoptan medidas urgentes de adaptación y mitigación, se prevé que los efectos del cambio climático afecten cada vez más, y de manera desproporcionada, a los Estados y las comunidades vulnerables al clima”, constatan desde ACNUR.
Según el mismo, tres cuartas partes de los desplazados forzosos vivían en países con una exposición extrema exposición a peligros relacionados con el clima. A su vez, unos 20 países de todo el mundo que acogen a millones de refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos están experimentando riesgos crecientes de peligros relacionados con el clima, así como de conflictos.
Sudán es el país más expuesto a estos riesgos, además de los conflictos, seguido por República Democrática del Congo, Somalia, Siria y Yemen. En concreto, Somalia, país acechado por la sequía y, posteriormente por inundaciones que dejaron a más de un millón de desplazados, a finales de 2023 acogía a 3,9 millones de personas seguían desplazadas. Junto a esta situación, se le añade la necesidad de enfrentarse a enfermedades olvidadas como el cólera. Por otra parte, el número de somalíes que solicitaron protección internacional también aumentó en 177.600, hasta alcanzar el millón, la mayoría de ellos en Kenia y Etiopía.
Irán, el país que más refugiados acoge
El número total de refugiados bajo el mandato de ACNUR, es decir aquellas personas que han sido reconocidas oficialmente con el estatuto, alcanzó los 37,4 millones a finales de 2023, lo que equivale a un 8% más que a finales del año anterior. En comparación con hace una década, el número total de refugiados en el mundo se ha triplicado. Desde que los talibanes se hicieran con el control del país, Afganistán encabeza la lista de países de origen de refugiados (6,4 millones). Detrás de él, se encuentran Siria, Venezuela, Ucrania y Haití, país asfixiado por la violencia de bandas armadas.
Por su parte, la República de Irán es el país que más refugiados acoge (3,8 millones), incluyendo las personas que necesitan protección internacional. Al régimen iraní, le siguen Turquía (3,3 millones), Colombia (2,9 millones), Alemania (2,6 millones) y Paquistán (2 millones). En su mayoría, los refugiados suelen permanecer desplazados en sus países vecinos (69%) o en países con rentas medio-bajas (75%) y en un periodo de tiempo prolongado. En cuanto a los países que recibieron nuevas solicitudes de asilo, más de la mitad se concentraron en sólo cinco países: Estados Unidos (1,2 millones), Alemania (329.100), Egipto (183.100) España (163.200) y Canadá (146,800) se encuentra entre los países que más solicitudes de asilo recibe.
Aunque el número de desplazamientos forzados se encuentre en niveles históricos, desde ACNUR refuerzan que más de 5 millones de personas desplazadas internas y un millón de personas refugiadas retornaron a sus hogares en 2023. Unas cifras que, según la organización, muestran avances hacia soluciones a largo plazo. Sin embargo, Grandi pide “solidaridad” y establecer “una mano amiga” a las personas que se han visto obligadas a ir de sus hogares. “Todas ellas pueden contribuir a la sociedad, y en efecto lo hacen, cuando hay inclusión”, añade el alto comisionado de ACNUR.