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Las protestas antirracistas desatadas tras la muerte de George Floyd, asfixiado por un policía en Minneapolis, empiezan a extenderse más allá de Estados Unidos. En París, cerca de 20.000 personas se concentraron para apoyar las manifestaciones estadounidenses, pero también para mostrar su indignación por la muerte de un joven negro francés tras una detención policial en 2016, de la que se han conocido nuevos detalles en los últimos días. En España, afrodescendientes de distintas ciudades han organizado movilizaciones esta semana para recordar que el racismo anti-negro “no es una cuestión solo de EEUU”, que la discriminación también está en casa.
“Las hermanas y hermanos afrodescendientes nos hemos coordinado en distintas ciudades para pedir justicia por George Floyd, pero también para recordar que el racismo institucional y social no solo ocurre en EEUU, sino que es una cuestión global”, advierte desde Madrid Yeison García, activista de la recién formada Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en España, una nueva plataforma que aglutina a ciudadanos afrodescendientes que acumulan años de lucha antirracista desde pequeños colectivos. “Mucha gente está dejando de lado que el racismo también ocurre en España”, enfatiza desde Barcelona otra de sus integrantes, Jennifer Molina.
Los controles policiales por perfil étnico y racial, las desigualdad con la que se chocan en el mercado laboral, la vulneración de derechos humanos ligada a las políticas migratorias, las persecuciones policiales a manteros o las condiciones de insalubridad en las que viven los jornaleros migrantes en el campo español son algunas de las situaciones que les empujan a convocar este domingo concentraciones en Madrid, Barcelona, Murcia, Zaragoza, Málaga y Valencia. La organización pide que los manifestantes acudan con mascarilla y respeten la distancia social.
“En diferentes partes del mundo, de manera diversa, vemos como el racismo institucional y social atenta contra las vidas negras, tanto de forma directa como de forma indirecta, con las condiciones de pobreza estructural, explotación laboral y falta de oportunidades a las que somos sometidas”, denuncian desde la comunidad negra en España.
Su lista de reivindicaciones no es nueva. Las exigencias ligadas a su próxima protesta son las mismas que repiten desde hace años, aquellas que han quedado reflejadas en informes recogidos en 2016 y 2018 por el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial en 2016 y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Tras su visita a España en 2018, el Grupo de Expertos de las Naciones Unidas sobre Afrodescendientes llegó a la conclusión de que los controles policiales de personas afrodescendientes por perfil étnico y racial “es un problema endémico”.
“A los afrodescendientes se los toma constantemente por inmigrantes indocumentados y se los detiene mucho más a menudo que a personas de otro origen étnico en los controles en la vía pública y sin que existan problemas de seguridad”, detallaron en su informe, que destaca una investigación de la Universidad de Granada que documenta cómo la población negra en España corre el riesgo de ser parada por la policía “42 veces más” en las estaciones y el transporte público “simplemente por el color de su piel”.
“Esta práctica generalizada no solo discrimina a los extranjeros y a los ciudadanos españoles pertenecientes a minorías étnicas, sino que también alimenta el racismo, ya que quienes presencian esas interpelaciones dan por sentado que las víctimas desarrollan actividades delictivas”, lamentó el Grupo de Trabajo, que solicitó entonces al Gobierno español la activación de “un mecanismo de denuncia específico e independiente” para abordar los controles policiales por perfil étnico o racial, así como ofrecer “una formación especializada a los agentes de policía y a los funcionarios públicos para prohibir y sancionar la utilización de perfiles raciales”.
En cuanto a la discriminación ligada al mercado laboral, el Grupo recogió las denuncias de colectivos de afrodescendientes en España sobre la desigualdad existente en los procesos de contratación: “Personas afrodescendientes no tenían acceso a empleos del mismo nivel que otros ciudadanos españoles, aun teniendo una formación académica similar, por el color de su piel”, incluye el informe.
El equipo de expertos de las Naciones Unidas se mostró especialmente preocupado “por la difícil situación de los trabajadores migrantes que viven en condiciones deplorables” en España, particularmente en Almería. En 2018 escucharon “los testimonios de trabajadores migrantes que viven en chozas construidas con cartones y plásticos, sin saneamiento ni agua potable”, una realidad que permanece. “ Los trabajadores migrantes también se quejaron de que sufrían regularmente el acoso, la extorsión y las palizas de la Guardia Civil, presuntamente con la complicidad de los empleadores”, recoge el documento.
La población afrodescendiente española llama también la atención sobre la “invisibilización” que aseguran sufrir. “También salimos a la calle el domingo para visibilizar que España no es blanca. Estamos invisibilizadas en los medios. Los españoles blancos no identifican a la comunidad afrodescendiente como españoles. No tenemos por qué ser extranjeros por ser negros. En otros países, como Reino Unido, Francia o EEUU, está asumido. Aquí, no”, enfatiza Jennifer Molina.
Su reclamación también forma parte de los documentos redactados en 2018 por los expertos de la ONU. Según manifestaron, la falta de datos desglosados por origen étnico o raza, “conduce a la invisibilización de la comunidad afrodescendiente e impide encontrar soluciones eficaces contra el racismo y la exclusión social”. Esta información, apuntaban entonces, resulta “imprescindible para entender la gravedad y el alcance de la discriminación racial contra los afrodescendientes”.
Otra de las reivindicaciones históricas de la población afrodescendiente en España es la revisión de los libros de texto y otros materiales educativos “para asegurarse de que reflejen con precisión los hechos históricos relativos a tragedias y atrocidades del pasado, en particular la esclavitud, la trata de personas africanas esclavizadas y el colonialismo”. Piden una “una mayor visibilidad a la historia y la cultura de los afrodescendientes” a través de museos, monumentos, etc. Para abordar el racismo en España desde todas sus perspectivas, desde los colectivos antirracistas solicitan desde hace años la aprobación de una ley integral para combatir el racismo, como también exigió entonces el equipo de expertos de la ONU.
A través de la referencia a dichos documentos, la comunidad negrade España busca destacar que “lleva años haciendo incidencia política para que nuestros derechos sean garantizados” pero, lamentan, “nos hemos encontrado con una clase política, tanto de izquierdas como de derechas, que ignoran nuestras demandas, las tergiversa o se pierden en el gesto político que no produce ningún cambio estructural”.
Este domingo, la Comunidad Negra, Africana y Afrodescendiente de España quiere pedir justicia por George Floyd, pero también por “todas las vidas negras”. También por aquellas perdidas en el Mediterráneo en su intento de llegar a Europa (268 en lo que va de año) o en los Centros de Internamientos para Extranjeros (CIE). Citan, entre otros, a las 14 víctimas del Tarajal fallecidos entre pelotas de goma y botes de humo de la Guardia Civil. Mencionan a Lucrecia Pérez, a Samba Martíne, a Mame Mbaye. Según denuncian, sus muertes encuentran su base, de forma directa o indirecta, en el “racismo institucional y social que hay en España”.
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