Los inmigrantes como arma arrojadiza, como problema, como sujetos de derechos o como instrumento para pagar las pensiones. Los candidatos han evidenciado su concepto de la inmigración durante el debate de Atresmedia. Mientras Casado insiste en avivar el discurso del “efecto llamada” para atacar a Sánchez, el líder del PSOE confirma su cambio de opinión sobre las devoluciones en caliente y su intención de retirar las concertinas, Iglesias solicita cerrar los CIE para poner el foco en los derechos de los recién llegados y Rivera solo quiere la inmigración de origen latinoamericano.
Albert Rivera ha destacado que apuesta por “una regulación abierta especialmente a los países latinoamericanos que tiene vinculación con España. Si quieren venir a trabajar, hay que facilitar que vengan con un permiso de trabajo”, ha añadido. Según el líder de la formación naranja, los ciudadanos de esta región “tienen derecho y nos conviene para pagar las pensiones”. Una perspectiva que, aunque varios estudios demuestran que la llegada de inmigrantes es necesaria para sostener las pensiones, es criticada por las organizaciones de derechos humanos cuando se trata de un enfoque “meramente utilitarista”.
A su vez, el líder de Ciudadanos carga contra la inmigración irregular, tirando del discurso de las “mafias” y de la supuesta violencia empleada en su llegada, a pesar de que quienes llegan a España de forma clandestina, también las personas de origen latinoamericano, lo hacen por la dificultad de acceder por vías legales, como Rivera reconoce al proponer facilitar estos trámites. Pero Ciudadanos prefiere, como ya ha dicho Santiago Abascal en varias ocasiones, los inmigrantes procedentes de “países latinoamericanos” porque estar “vinculados a España”.
Los responsables de Ciudadanos y PP centran su discurso sobre inmigración irregular en las entradas por las vallas de Ceuta y Melilla, minoritarias en comparación con las producidas por la vía marítima y aérea. Rivera habla de “problema”. Casado, como viene haciendo desde la llegada de Sánchez a La Moncloa, destaca un supuesto “efecto llamada”, argumentado en algunos datos falsos. “El efecto llamada que denuncié en Ceuta y Melilla, por lo que me llamaron populista y Salvini, es un hecho: se ha producido un 173% más de llegadas irregulares en los meses en los que ha gobernado Pedro Sánchez. Han llegado más en esos meses que en los últimos 8 años sumados”, ha defendido el secretario general de los populares.
Según ha comprobado Maldita.es, el incremento en las llegadas registrado durante los meses de gobierno socialista se posiciona en un 93%, no en un 173%, como asevera Casado. La supuesta relación entre el aumento de las llegadas de pateras a las costas y las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez no se sostiene con las cifras de llegadas registradas durante los últimos años. El incremento de las personas que arriesgan su vida en el mar con la intención de llegar a España se lleva produciendo desde el año 2016 (aunque en menores niveles), cuando el Partido Popular estaba al frente del Gobierno. Según los expertos, el cambio de rutas se debe un conjunto de factores que apuntaban desde hace años a un incremento del flujo migratorio por España, entre ellos el cierre de Grecia e Italia como punto de entrada a la UE, a partir de los acuerdos sellados con Libia y Turquía.
Aludir a las mafias, es otro de los recursos usados durante el segundo debate por Casado y Rivera. “Este efecto llamada lo usan las mafias para lucrarse y explotar a los seres humanos. La mitad de las mujeres que esperan a pasar son explotadas sexualmente durante la espera y el trayecto”, ha enfatizado el representante del PP. “El mayor amigo de la xenofobia es el buenismo, políticas de foto que alimentan la xenofobia”, ha incidido Rivera.
No obstante, organizaciones especializadas como Acnur o la Agencia Europea de los Derechos Fundamentales (FRA) desarrollan la tesis contraria. Si estas personas acaban en manos de redes de tráfico de personas es por la falta de vía legales de entrada, no por lo contrario. “Los Estados podrían aplicar una serie de medidas para que los Estados miembros permitan a los potenciales refugiados llegar a la UE sin recurrir a traficantes”, concluyó la FRA.
Pedro Sánchez, por su parte, ha defendido la política migratoria de su gobierno. “La migración no llegó con este gobierno. En las directivas de inteligencia, se venía alertando de que iba a venir un aumento por nuestro país, por la ruta del Mediterráneo Occidental. Y el PP no hizo absolutamente nada. No se puso en marcha”, ha insistido el líder del PSOE. “En este tiempo hemos puesto el mando único para controlar las llegadas por el Mar de Alborán”, ha justificado. Las organizaciones sociales también ha cuestionado estas medidas pues, según apuntan, las negociaciones con Marruecos promovieron redadas en los bosques donde esperan para entrar en las que se han documentado diversas vulneraciones de derechos humanos.
El candidato socialista se ha mostrado orgulloso por las vidas rescatadas en el Estrecho. “Nosotras atendemos los seres humanos, los que están en riesgo de hundirse, una empresa pública, SASEMAR, los rescata y las ONG los atiende”, ha apuntado. Preguntado sobre su cambio de postura sobre su promesa de derogar las devoluciones en calientes de migrantes en Ceuta y Melilla, Sánchez ha reiterado su nueva postura: esperar a que el Tribunal de Estrasburgo se posicione al respecto, después de haber sido su Ejecutivo el que ha recurrido la sentencia condenatoria de la Corte europea con los mismos argumentos del Partido Popular.
Posteriormente, Pablo Iglesias ha recordado el bloqueo del Gobierno a las labores de rescate de los barcos humanitarios Open Arms y Aita Mari. “Un gobierno democrático no puede impedir que un barco como Open Arms rescate a personas que huyen de la pobreza”, ha denunciado el candidato de Podemos. Pedro Sánchez no ha respondido.
El secretario general de la formación morada ha reiterado la necesidad de una política migratoria desde un enfoque de derechos. “La Declaración Universal de Derechos Humanos es incompatible con las concertinas, que son cuchillas”, ha afirmado Pablo. El líder de la formación morada ha declarado su intención de cerrar los centros de internamiento para extranjeros, a lo que se niega PP, Ciudadanos y PSOE (que se limita a reformarlos). “No hay derecho que a alguien por no tener papeles le lleven a los CIE. Yo propuse a Sánchez que visitáramos un CIE, entrar con las cámaras de televisión y para ver las condiciones en las que están encerrados”.