Viajeros del metro de Madrid echan del tren al autor de una agresión racista a una pareja
Viajaban en la línea 6 del suburbano madrileño este miércoles cuando un hombre comenzó a “proferir insultos racistas a una pareja de origen marroquí”, según informa Metro de Madrid. Varios viajeros, al escucharlo, plantaron cara al agresor hasta forzarle a abandonar el tren mientras no cesaba de gritar contra quienes se enfrentaban a él. “¡No queremos moros en Madrid! Ojalá volviera uno con bigote y os pusiese a todos en una nave”, afirmó antes de abandonar el andén.
Según ha confirmado un portavoz de Metro de Madrid a eldiario.es, los hechos ocurrieron la mañana de este miércoles en la estación de República Argentina. Una parte de la agresión ha quedado reflejada en dos vídeos publicados en Twitter por el Sindicato Solidaridad Obrera, en los que puede verse el momento en el que el atacante es expulsado del tren por varios usuarios del metro mientras, con una visible actitud violenta, el hombre continúa las agresiones verbales desde el andén: “¡Ojalá te mueras!”, asevera hacia una mujer que portaba hiyab que respondía a sus palabras.
“Vete a tu puto país”, continúo el atacante, mientras varios usuarios del metro seguían increpándole, defendiendo a la pareja. “¡No queremos moros en Madrid! Ojalá volviera uno con bigote y os pusiese a todos en una nave. La nave la iba a pagar yo. ¡Hijos de puta!”, afirmó hacia el vagón. Finalmente, el agresor se retiró del andén con el brazo en alto y al grito de “Heil Hitler!”.
La pareja tuvo que ser acompañada por un vigilante
Una vez que el atacante se vio forzado a irse, “las víctimas se pusieron en contacto con el conductor y le explicaron que tenían que bajar en esa estación pero tenían miedo de que el hombre continuase por la zona”, relata un portavoz de Metro de Madrid.
Entonces, el conductor llamó al centro de mando para avisar de lo ocurrido. “Se decidió llevar a los agredidos a la siguiente parada, Nuevos Ministerios, donde un vigilante los acompañó de vuelta”, añade. A su llegada, el agresor ya se había ido y las víctimas “pudieron irse sin incidentes”.