Viena, 14 ago (EFE).- Austria mantiene sus planes de deportar a los afganos cuyas solicitudes de asilo hayan sido rechazadas, pese al avance de los talibanes y la suspensión de las expulsiones por parte de otros países de la Unión Europea (UE) como Alemania, Dinamarca, Países Bajos y Francia.
“Quien necesite protección internacional debe pedirla cerca de su país de procedencia”, afirmó este sábado el ministro del Interior, Karl Nehammer, en una comunicado citado por la televisión pública.
“Una suspensión general de las deportaciones supone un efecto llamada para la inmigración ilegal y da alas al negocio despiadado y cínico de los traficantes de personas y, por lo tanto, al crimen organizado”, agregó.
Nehammer, del conservador Partido Popular Austríaco, aseguró que casi todas las peticiones de asilo proceden de “hombres jóvenes” y, según dijo, como ministro del Interior debe proteger “la paz social y el bienestar” a largo plazo del país centroeuropeo.
Austria fue uno de los seis países de la UE que la semana pasada abogó ante la Comisión Europea por la necesidad de mantener las deportaciones a Afganistán de los solicitantes de asilo rechazados.
Tres de los países entonces firmantes, Dinamarca, Alemania y los Países Bajos, han cambiado desde entonces de parecer debido al hasta ahora imparable avance de la milicia rigorista talibán.
El diario sensacionalista Österreich difundió ayer una encuesta en la que sostenía que el 90 % de los cuestionados defendía la política de mano dura del Gobierno de conservadores y ecologistas.
El diario vinculaba esa situación con varios delitos, especialmente la muerte violenta en Viena el pasado junio de una menor de 13 años después de haber sido violada, supuestamente, por cuatro afganos, uno de ellos menor de edad.
El partido ultraderechista FPÖ ha usado el caso para criticar la política migratoria del Gobierno, que, liderado por el Partido Popular, ha defendido avanzar en las deportaciones de solicitantes de asilo rechazados.